13 de Septiembre 791

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No tomo mucho antes de salir del territorio cubierto por la neblina, pero el cambio se sintió de inmediato. Mi percepción se vio severamente alterada, una abrumadora cantidad de información se embotello en cada uno de mis sentidos al punto de hacerme desfallecer por un momento.

- ¡Vegeta! – alcance a escuchar la voz de Uranai Baba gritando mi nombre, eso fue suficiente para que recuperase la conciencia, pero sin embargo sentía que mi estómago quería salirse de mi cuerpo así que me vi forzado a bajar a tierra.

Mi tórax se contraía mientras daba arcadas. Mi estómago vacío luchaba por devolver un contenido nulo ya que se hallaba completamente vacío; la cabeza me daba vueltas y mi nariz y oídos estaban tapados mi piel estaba sudorosa y podía sentir como mis músculos eran recorridos por un incómodo escalofrió,

- Discúlpame Vegeta olvide advertirte de esto – dijo la anciana con voz preocupada.

- ¡¿Qué demonios me está pasando anciana?!

- Tú ya no estas vivo, pero se te ha concedido un cuerpo nuevamente, ahora que hemos dejado el mundo de los muertos por completo ese cuerpo experimenta el mundo físico por primera vez... no te preocupes pasara dentro de poco, sol respira profundo.

- ...

- Aunque debo decirte que lo estas sobre llevando mejor que Goku, después de haber estado tanto tiempo en el otro mundo el pobre se desmayó completamente después desmayo apenas puso un pie en a tierra.

- Je, no me compares con ese gusano – dije con esfuerzo mientras recobraba el control de mi respiración, alce la vista para mirar a la anciana y me lleve una sorpresa.

La vieja adivina estaba rodeada de un aura, no como la de un súper saiyajin o como la del ki al estallar, sino como una tenue luz que envolvía su cuerpo.

- ¿Ya te diste cuenta? – pregunto con una sonrisa – lo que vez es mi alma, de igual manera puedes ver la de cualquier ser vivo... o al menos podrías, pero ese monstruo de Majin Boo extermino prácticamente a todos los humanos.

Me puse en pie sin quitarle la vista de encima y luego mire mis manos, estaban envueltas por la misma aura pero era menos intensa.

- Es por nuestra edad – respondió sin que hubiese preguntado algo – un alma se vuelve más fuerte cuantos más recuerdos tiene y para alguien como yo que ha vivido cientos de años es natural que mi alma tenga más recuerdos.

- ¿Acaso puedes leer las mentes?

- ¡Ja! Muchacho ingenuo, aunque pudiera hacer eso no habría necesidad, tienes una cara muy fácil de leer. Pero basta de charla hay que apresurarnos.

Con un poco de desagrado me trague mis palabras y proseguimos en dirección al enorme ki que sentía, el cual probablemente era de Majin Boo, sin embargo estaba enrarecido, no parecía el mismo. Mientras volábamos le daba vueltas en el fondo de mi cabeza a mis nuevas "habilidades" y haciendo remenbransa de la extraña actitud de Kakarotto durante el torneo de las arte marciales. De pronto todo tenía sentido, su calma total, su aparente conocimiento sobre la salud de esa chica a la que molieron a golpes en el torneo e incluso su "madurez" ahora que estaba en sus zapatos un sentimiento de desapego por esto mundo se comenzaba a hacer presente en mí. Sabía que había vuelto a este mundo con un propósito pero no parecía tan apremiante como lo habría sido antes de mi muerte.

Empuje el impulso de abandonar mi misión al fondo de mi mente, sabía que tales pensamientos comprometerían mi capacidad de pelea. Más pronto de lo que esperaba nos aceros a nuestro destino, pero Uranai baba se detuvo.

Las Memorias de VegetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora