El hombre del traje café escudriñaba con la mirada alzando una ceja e inclinándose hacia atrás como si quisiera verme desde más lejos, tenía las manos en los bolsillos y su prominente abdomen saltaba al frente como una gelatina con camisa.
- Así que vienes recomendado por Briefs ¿Eh? – inquirió el robusto hombre.
- ... - Asentí y acto seguido me puse de pie, hombre me extendió su mano para estrecharla.
- Soy el director de la empresa, puedes llamarme White.
- Vegeta – dije al estrecharle la mano.
- ¡Bien Vegeta! ¿Sabes ya que es lo que vas a hacer aquí?
- Aún no.
- Bueno, según la carta de Briefs, solo estarás con nosotros el día de hoy, por lo que te pondremos en mensajería local.
- ¿Mensajería local?
- Ya sabes hombre, repartir el correo.
- ... - asentí nuevamente con algo de duda.
Sabía a lo que se refería con mensajería local, pero no estaba tan seguro de que fuera el trabajo adecuado para mí. White me guio a través del vestíbulo y entramos a la parte trasera, donde decenas de personas corrían de un lado a otro, cargando paquetes y sobres de diversos tamaños. Pequeños vehículos jalaban remolques cargados de embalaje y otras cuantas personas se mantenían con las manos ocupadas separando y clasificando la correspondencia que llegaba de todos lados a través de una intrincada serie de toboganes y tubos presurizados.
Atravesamos toda el área de arribos y salimos a lo que parecía una especie de garaje, donde se estaban cargando varios camiones con la paquetería, mientras que varios repartidores entraban y salían en bicicleta, llevando consigo más paquetes.
- Te pondremos en una ruta sencilla, aunque algo larga – dijo White mientras examinaba un tablero electrónico en la pared que marcaba lo que parecían ser las calles de la ciudad. Presiono un botón en el tablero, y de una rendija emergió una diminuta tarjeta – Este chip es tu ruta preestablecida, todo lo que tienes que hacer es ponerlo en tu GPS y te guiara a tu destino, solo deja las cartas en los buzones, sencillo ¿no?
White tomo un aparato del tamaño de un control remoto e inserto la tarjeta en este.
- ¿Quieres hacer tu ruta en bicicleta o prefieres hacerla a pie? – Pregunto White.
- Iré caminando, no me gustan las bicicletas – la verdad nunca había conducido una.
- Bien, entonces comienza lo antes posible – dijo tendiéndome el aparato y una bolsa de cuero cargada con correspondencia.
Tras darme unas cuantas indicaciones más, una camisa de la oficina de correos y una visera, White se despidió de mí y emprendí mi camino. Eran casi las 9:00am cuando hice mi primera entrega y tras analizar un poco la ruta del GPS me di cuenta que si lo hacía a la velocidad normal de un terrícola me tomaría horas. Por lo que usando un tercio de mi velocidad máxima termine mi labor en tan solo media hora, regresando a la oficina mucho antes de lo esperado, dejando a White y a los demás repartidores boquiabiertos. En un principio White temió que hubiera tirado simplemente las cartas por ahí, pero tras revisar mi GPS y la lista de entrega se dio cuenta de lo contrario, tras recibir mi pago pensé en volver a casa temprano, pero dado que el trabajo era muy sencillo acepte ayudar con 5 rutas más, aumentando mi paga por mucho.
Son las 8:30am vaya a ver que desayuno y quizás entrene un poco en la cámara de gravedad antes de seguir escribiendo.
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Las Memorias de Vegeta
Fiksi PenggemarTodos conocemos la historia de Dragon Ball, sus sagas y personajes, uno de los más carismáticos es Vegeta. Pero ¿qué pasaba por su cabeza en las batallas, en sus momentos de paz?, ¿cómo fue que se convirtió en padre?, Toriyama nunca se molestó en ex...