Capitulo#6

4.5K 269 40
                                    

-Lía gracias por tan bello detalle – mi amiga se quedo en silencio- Lía estas ahí?

-Ana porque me llamas para agradecerme un detalle, solo no insistí en que te quedaras anoche porque se lo testadura que puedes ser.

-Y el desayuno de hoy, no seas modesta, pero es demasiado para mi sola.

- ¿Aguanta ahí, de cual desayuno estás hablando?

- ¿Esta mañana tocaron a mi puerta con un desayuno, y pensé que habías si tú, si no quién más?

-Ana te dijeron algo o dejaron una tarjeta?

-No solo me lo entregaron y se fueron, bueno si fue un error que pena porque ya he comido de todo jajaja.

-Eso seguro es un error. ¿Pero bueno, lista para nuestro día de piscina?

-Si, casi lista, espérame en la piscina allí te alcanzo.

Me pongo mi traje de baño de dos piezas rojo, sandalias y un pareo que cubra un poco mi cuerpo para bajar con mi amiga a la piscina.

Y esto, debajo de la puerta hay una nota doblada

Disfruta el desayuno

M.V o Señor Arrogante.

Me quedo sin palabras, no esperaba esto de él, no se si decirle a Lía, como es un poco paranoica.

Cuando lo vea le agradezco.

-Deja todo aquí vamos a buscar unas bebidas para refrescar – mi amiga si es exagerada, no hay calor, pero yo la sigo- dicen que preparan unos tragos deliciosos.

-Bueno ya resolviste el misterio del desayuno?

-No, ni importancia le di – ni loca le digo de la nota- es mejor no saber, así no tengo que pagarlo jajaja.

-Hola chicas, que tal amanecieron hoy?

-Bueno será que siempre te apareces donde estamos, o no tienes más amigos?

-Lía solo estaba saludando no seas tan grosera. Marcos me agradece con la mirada.

-Disculpa Marcos no se qué me paso, si quieres puedes quedarte con nosotras.

Marco suspira y acepta quedarse, esto promete ser un día largo para ellos.

A lo lejos veo pasar a Maximiliano y se me ocurre buscar una excusa para darle las gracias por el desayuno.

Nunca he sido persona de rodeos, no sé porque ahora tendría que cambiar, bueno es que, el me intimida un poco.

-Chicos olvide mi celular en la habitación y quería tomar algunas fotos, enseguida regreso- la excusa más tonta del mundo-

Maximiliano lucia un elegante traje, parecía que nunca se ha vestido diferente, que los trajes fueron hechos para él, imagínate ese cuerpo sin traje – porque tengo estos pensamientos- siento que me sonrojo.

-Buenos días – alza la vista hacia mi- quería agradecerte por el desayuno que me enviaste, aunque no era necesario.

-No tienes que agradecer – seguía con la vista fija en mi- en realidad necesito hablar contigo, pero no aquí, ven a mi habitación, sígueme.

Por que le hago caso ha este hombre, me habla dándome órdenes.

Pero es todo un misterio, así que acepto y lo sigo.

La tensión en el elevador no fue fácil, el bien vestido y yo en traje de baño. Por los espejos de elevador se veía cuando el me mirada de reojo o yo, fue toda una batalla campal.

Como era de esperarse su habitación era suite, todo lujo y grandeza.

-Ana siéntete por favor, quieres algo de beber – pregunto, quitándose su chaleco y aflojándose la corbata-

Trague en seco, que estaba pasando.

-No gracias estoy bien así, que quería hablar conmigo?

-Como se que no te gustan los rodeos y a mí tampoco, te diré.  Ana Balboa ...Cásate conmigo.

Mire buscando la cámara oculta, que saliera alguien de algún escondite, no sé qué pasara algo.

-Me escuchaste – tomando mi cara entre sus manos y su mirada fija en mi -te dije que te casaras conmigo

-Máxi, Maximiliano como como puedes decirme algo así -las palabras me salían entrecortadas- hace horas que nos vimos por primera vez, no nos conocemos, no sabemos nada uno del otro. – dios que estaba pasando- Por tu seriedad asumo que es verdadera tu propuesta, pero es que acaso nos enamoramos y me dio demencia y lo olvidé?

Trate de relajarme un poco, pero el tomo una postura mucho más seria que la anterior, sentándose cerca de mi.

-Se lo suficiente de ti, vives con dos amigas, recién te graduaste de la universidad y trabajabas en una editorial que te desempleo temporalmente.

Me quedo con la cara desencajada, de donde saco tanta información.

-Mira no se que locura es esta, pero te diré que tengo novio y lo amo.

-Jajaja no me hagas reír quien, ¿Lorenzo el que abandono en segundo año de la carrera por otra chica, todavía sufres por el Ana?

-Como sabes eso? Ni mis amigas supieron de mi romance, estas medito en mi vida personal, nadie te ha dado permiso para eso – me levanto y me dirijo a la puerta para irme-

-Ana, espera, déjame explicarte – ahora su voz sonaba desesperada- por favor – estas dos palabras las pronuncio como si su vida dependiera de ello.

Si lo se soy débil, me quede.

-Bueno mas te vale que valga la pena la explicación.

-Yo no tenia que venir a esta presentación de vinos, pero en camino para la casa de mis padres, mi hermana menor me llamo para decirme que el abuelo había dejado bien claro que ya era hora que yo creara una familia, solo así podría seguir en la presidencia de la vinera – nunca me imaginé que todavía estas cosas sucedieran, realmente estaba bien impresionada- se reuniría conmigo ese día para infórmamelo y hacerlo legal con los abogados, WineAA es todo por lo que he luchado, mi vida se ha dedicado a seguir con su legado, y ahora me hace esto, no es justo. Por eso me fui de Miami sin despedirme de mi familia, anunciándoles que era necesario que yo asistiera a esta presentación.

-Pero porque yo, seguro conoces a muchas mujeres que morirían por esta propuesta.

- Claro que morirían por esta propuesta, pero tu tienes algo que me dice que puedo confiar en ti, es gran responsabilidad la que cargarías, pero claro, serás recompensa, sería como tu trabajo, tendrías una buena entrada de dinero mensual y todo lo que quieres. Además de implicar algunas cosas más -ahora suena más intrigante la cosa- sólo casémonos.

-Mira no me conoces para afirmar que soy de fiar, pero no sé qué pensar. Se que mi situación de trabajo es pésima y pronto necesitare cubrir mis gastos y yo en realidad no tengo nada que perder.

-Ana, mi familia es muy tradicional y no puedo defraudarlos. Tu serias perfecta, no tienes vida social – a uch eso dolió- sin mal interpretar, no hay escándalos involucrados contigo. Sabes comportarte, eres educada – si sigue adulándome me voy a derretir- no te puedes quedar callada ni un momento – bueno ahora no tengo palabras- a diferencia de mí.

-Hasta cuando tengo para pensarlo?

-No hay tiempo, Ana tenemos que empezar a fingir ya.

Sería como que nuestra historia comenzó con este viaje.

Un Vino Una HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora