Capítulo IV.

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Pero Charles siempre apreciaba mas las cosas buenas que malas en su vida. Sonrió, tomo de nuevo el cuadernillo con ambas manos, buscó con un poco de dificultad la página en la cual había dejado su lectura.

Un mes y medio paso muy despacio, las horas eran demasiado largas. Erik apenas y había venido a verme, después de lo sucedido. Nos vimos tres veces y había un abismo insalvable entre ambos.

Logan estuvo casi a diario conmigo, no le conté lo sucedido con Erik y mucho menos todas las fallas que tenía nuestra relación. Pero el no era tonto y sabía que la tristeza que reflejaban mis ojos se debía a mi novio, aunque yo trataba de justificar mi bajo estado anímico por todo lo que venía para mi y tenía que superar. Me dijo que había notado cambios significativos en mi comportamiento y salud, tales como mareos repentinos, excesivo cansancio y sueño, yo no presté atención aquello había demasiados síntomas que podían deberse a cualquier falla en mi sistema y que reflejaban en mi cuerpo. Toda mi energía estaba concentrada en pensar el porqué del proceder de Erik.

Quería dejar tranquilo a Logan y le prometí ir con mi médico antes que a la fisioterapia. Bastaron unas pruebas de sangre y orina para que el médico me diera un diagnóstico. Recibir la noticia me cayó como balde de agua helada. No todos los días te comunican que perteneces al pequeño grupo de hombres que tienen la capacidad de gestar. ¡Si, estaba embarazado!. No era una novedad que en estos tiempos los hombres podían gestar al igual que las mujeres pero solo algunos cuantos era los privilegiados. Y yo estaba dentro de esa estadística.

Me sentí mareado y absorto, estaba feliz pero atemorizado. Apenas y se cumpliría un año del accidente y seguía tratando de rehacer mi vida, había abandonado mis planes de seguir estudiando hasta que estuviese un poco mejor y logrará hacer casi todo por mi mismo. No tenía un trabajo y dependía al cien por ciento de mis padres. Y ese era otro punto, que es lo que dirían mis padres. Ellos son personas de sociedad, acostumbradas a vivir de apariencias. Como tomarían el hecho de tener un hijo soltero, imposibilitado para hacer cualquier cosa y para cerrar con broche de oro, gestando. Todo parecía indicar que soy la deshonra para los Xavier.

Y lo más importante es que pensaría Erik. Era una decisión que ambos debíamos afrontar. Pensaba con ternura que a pesar de todo ese bebé era una hermosa forma en que la vida nos estaba recompensado a ambos.

Salí de consulta con un bote de pastillas prenatales, hojas de cuidados y miles de indicaciones del médico. Era un embarazo de pocas semanas, así que debía descansar y mantenerme tranquilo, debía parar por algunos meses la terapia física que implicará mucho esfuerzo y continuar viendo a la psicóloga, que ahora mas que nunca me ayudaría a comprender esta etapa nueva en mi vida.

No quería hablar con Erik en casa de mis padres, le llamé para que fuera por mi a la última sesión de fisioterapia. Me hizo esperar algunas horas justificándose con que tenía mucho trabajo y no podía salir antes de la oficina. Llegamos al departamento de Erik y un escalofrío me recorrió la parte superior del cuerpo, no quería estar ahí pero era preciso que habláramos. Caminó hasta mi y atacó mis labios, lo aparte con la poca fuerza de mis abrazos y me miró desconcertado. Lo intentó de nuevo poniendo su mano detrás de mi nuca, jalando mi cuello y cabeza hasta chocar con sus labios, solté un alarido de dolor para empujarlo de nuevo...

Charles cerró de golpe el cuaderno, el cual por la acción cayó al piso abierto justo en la página que leía. Lágrimas bañaban su rostro y un temblor se apoderó por entero de su cuerpo. Cerró los ojos con fuerza, la voz de Erik todavía quemaba en su inconsciente y una de las pláticas más reveladoras de su vida llegó se súbito a su mente.

-Erik necesito que pares, hay algo importante que debo decirte,
-Charles eres tan aburrido, quisiste venir aquí para tener sexo. No veo para que esperar,
-Precisamente de eso quiero hablar. No sé como decirte esto y como sonara pero estoy gestando un bebé dentro de mi, Erik. "Estoy embarazado",
- el cobrizo rió a carcajadas, -Estas de broma, Charles. No juegues conmigo,
-No es ninguna broma,
-No puede ser, no es la primera vez que tenemos sexo,
-Pero si la primera sin protección,
-De verdad esto es demasiado. ¿Y que piensas hacer?, estarás de acuerdo conmigo que ese bebé no debe nacer,
-De que hablas Erik, claro que lo voy a tener,
-No seas ridículo Charles, ni siquiera puedes cuidar de ti, como esperas hacerte cargo de ese pequeño. Es absurdo, ya sea tu familia o yo debemos hacer todo por ti, como es que podrás siquiera parirlo. De verdad, estás muy mal Charles.
-¿Y entonces Erik?, que estas tratando de decirme,
-Entonces nada Charles, para mi ya es mucho tener que ayudarte en todo cuando estamos juntos, dime como lo haré contigo y un bebé. Olvidalo, conmigo no cuentes. Es más, búscame cuando hayas terminado con ese problema y tal vez podamos reanudar la relación,
-¿Estás terminando lo nuestro?,
-No Charles lo estas terminando tu al salir con esta estupidez, - Charles volvió a vivir esa sensación de sofoco que atacó sus pulmones, el aire cada vez era menos y se le dificultaba respirar. Erik lo veía con desdén,
-Te ruego que abandones mi departamento, mañana tengo que levantarme temprano para ir a trabajar.

Charles abrió los ojos de improviso, su cuerpo aún temblaba. Recogió con sumo esfuerzo el cuaderno y trató de tranquilizarse. Inhalaba y exhalaba para sacar la tensión acumulada después del recuerdo. Cuando se sintió mejor empezó a leer de nuevo...

Giré con esfuerzo los neumáticos de la silla y salí del departamento. Afuera la lluvia caía torrencial. Estaba desesperado y no sabía a donde ir, dirigí las ruedas y avance calles y calles. Los brazos me ardían como el infierno y estaba empapado. Lloraba a mares hasta que me topé con la puerta de casa de Logan. Toqué con las pocas fuerzas que quedaban en mis brazos, mi imponente amigo abrió la puerta para encontrarse con mi cuerpo helado y tembloroso.

El flash back de lo sucedido vino a Charles con fuerza...

-Mierda Chuck, estás empapado, - Logan lo cargó de la silla y lo llevó hasta el sillón, de un tirón metió la silla de ruedas y corrió por una toalla para secarlo. - La mirada de Charles estaba pérdida, Logan luchaba por sacarle algunas palabras mientras el castaño se aferraba a su pecho, pronunció algo que fue inaudible para James. -Chuck, tranquilizate por que no puedo entenderte, - Charles se aferraba con fuerza al corpulento hombre, -Voy a tener un bebé y Erik quiere que me deshaga de él, - la cara de Logan se desfiguró por la irá, -Maldición. Erik es un pendejo y un maldito bastardo. No puedes quedarte mojado les hará daño a ambos, ven aquí.

Continuó leyendo...

Logan me cargo hacía la tina, apenas y pude poner mis brazos alrededor de su cuello, el noto las quemaduras que habían dejado de los neumáticos en mis delgados y blancos brazos, su pecho se hundió de pesar al verme de ese modo. Preparó agua tibia en la bañera y me despojo de la ropa mojada. Había puesto toallas dentro de la tina para que no resbalara. Logan vertía agua tibia con una esponja sobre mis hombros y cabeza, posó su mirada en la gran cicatriz que esta desdé la base de la nuca hasta mitad de mi espalda y aún conserva un tono rosado, suspiró y yo no había dicho una sola palabra.

Logan terminó de bañarme y me llevó a la habitación de invitados cargando, me dejo sobre la cama con una toalla atada a la cintura, tomó asiento a mi lado sacando mi espalda y me colocó una enorme playera suya. Grandes lágrimas bajaban por mi rostro, el me apretó contra su pecho en un intento de transmitirme paz. Secó las lágrimas con sus pulgares y beso con ternura mis ojos. Me desvanecí poco a poco hasta quedarme dormido.

YOU CAN LOVE (CHERIK/XAVIERINE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora