Capítulo 6 CONEXIONES

5 1 0
                                    

Narrador

Octubre (La primer mañana en la cabaña) Alguna parte de México
Camila despertó de golpe tras sentir escalofrío repentino y un gemido de susto, sudor frío y los latidos acelerados, confundida de la sensación que la sacó de su descanso, se metió en la regadera con una fuerte preocupación, algo a lo que muchos llaman presentimiento. Entró en la regadera tibiando el agua, pues aunque no estaba frío el clima, las mañanas de otoño tampoco eran muy cálidas en ese lugar, más relajada camino a la cocina para preparar el desayuno...
Santiago se despertó entre una pesadilla, sus recuerdos y llanto, tomó una botella de agua se puso ropa cómoda, y con los audífonos bloqueando cualquier ruido exterior, salió a correr entre los pinos y árboles que lo rodeaban, comenzó a perderse en la música pero algo lo detuvo de su trote... Sentía que alguien lo perseguía, giró a su alrededor y no vió nada, dió un pequeño sorbo al agua e inmediatamente un pinchazo con un fuerte dolor lo hizo mirar su pie derecho, quitó sus audífonos y al ver entre la hierba y su tobillo una serpiente, lo entendió, sacó del bolsillo de su pantalonera una navaja que siempre lleva con él y le atravesó la cabeza a la mediana serpiente que lo agredió, la sostuvo, y sacó la navaja, le cortó la cabeza y la botó, su chamorro estaba sangrando, inflamandose rápidamente y se percató que su cabaña estaba ya un poco lejos, entre los pinos caminó mareado y agarrándose de esos altos troncos, la saliva amarga cada vez menos, pues se le secaba la boca y su pierna estaba casi dormida entre el dolor y cosquilleo punzante. Escuchó música, y recordó que ahí cerca había otra cabaña, intentando llegar su pierna se quedó prácticamente sin movimiento, comenzó a gritar...

Narra Camila
Cuando terminé el desayuno puse música para limpiar y para que Yess se despertara, lo cual no falló, de inmediato Yess medio adormilada se puso a desayunar mientras salí a lavar las ventanas, pues aunque había personal que de vez en cuando limpiaba el lugar, tampoco me quedaría de brazos cruzados.
Bailando y cantando mojaba una de las ventanas, mi pulso se aceleró, mi saliva sabía amarga, y un volcán de adrenalina corría dentro de mi pecho, me aceleré, intenté ignorar y continúe... Secaba la tercera ventana y escuché un grito a poca distancia, giré repentinamente hacia donde se escuchó el grito ahogado de auxilio, era la voz de un hombre, entré a la cabaña, apagué la música y fuí a la cocina
-Que te pasa Camila porque apagaste la música?- respingo la bella durmiente mientras daba un sorbo al jugó de naranja
- Ven conmigo y trae el gas lacrimógeno que está en el cajón- le dije a Yess mientras salí de nuevo.
-Que pasa?- salió en pijama mostrando más valentía de la que en realidad tiene
- Cállate y escucha- susurré mientras le hice un ademán para que se acercará a mí...
- AUXILIO! ALGUIEN, POR.. Favor...- el grito al principio era fuerte y en las últimas letras se desvaneció, corrí de inmediato y Yess temerosa me siguió me perdí entre los pinos levantando y bajando la mirada hasta que...
-Santiago?- abrí los ojos con asombro y preocupación giré rápido a ver a Yess quién bajó la mano y guardo el gas mientras me veía asustada y obviamente igual de sorprendida, pero al verlo tan pálido, débil, sudoroso y con sangre en la mano me altere más me acerqué y le quite la navaja, asustada quise articular alguna palabra pero él habló primero
- Camy... Eres tú..- con susurros incompletos y agitados me dió media sonrisa y continuó - Una serpiente... Me...- señaló a su pierna derecha y aunque no me calmé, si respiré al saber que la sangre de la navaja era de una serpiente y no de un asesino que lo perseguía.

Narra Santiago
Respiré tranquilidad cuando vi a Camila y atrás de ella la silueta borrosa de Yess, una gran coincidencia verlas aquí pero gracias a Dios que me ayudaron, las abracé a una en cada lado como propusieron para ayudarme a apoyar sin caer, me sentaron en el asiento del copiloto, Yess me abrochó el cinturón, Camila salió corriendo de la cabaña hacia mí, me amarró algo justo abajo de la rodilla como a 15 centímetros de la herida, con la vista nublada noté que hizo un torniquete bastante apretado aunque en realidad ya casi no sentía nada, el dolor se estaba haciendo más fuerte, y el veneno no se detuvo...
Llegamos al pueblo que estaba cerca del lugar y me bajaron hasta una silla de ruedas, rápidamente entramos a el hospital público y escuché voces ya no muy claras, me estaba mareando con cada respiro...

Narrador

Después de 45 minutos y la insertidumbre que Camila sentía en ese momento, ni ella ni su amiga cruzaron palabra desde que Santiago entró a ese hospital, salió una doctora alta, bien vestida por la pinta que llevaba bajo la bata y aunque muy bella, esbelta y alta con cara sería y voz grosera se acercó a Camila y a Yess, las miró detenidamente y con todo serio dijo - Ustedes trajeron al joven Santiago Díaz?-
-Si, fuimos nosotras- dijo Camila mostrando la tranquilidad que no tenía, mientras se puso de pie frente a la Doctora,
-Bien, El Joven entró con una mordedura de serpiente en el Chamorro de su pierna derecha, gracias a que llegaron a tiempo y a que el veneno no era muy agresivo logramos sacarlo de peligro, su pierna se recuperará rápido y no hay de qué preocuparse, le inyectamos el antídoto a tiempo ya que el joven pudo describir el tipo de serpiente y ahora lo medicamos, pusimos un sedante para que descanse la tarde de hoy, en cuanto despierte revisaremos la herida y si todo sigue bien se le dará el alta, compermiso- sin más se dió media vuelta y entró nuevamente por aquellas puertas de cristal, las amigas se sonrieron mutuamente con tranquilidad. -Yess ve a cambiarte la pijama, termina tu desayuno y cualquier cosa yo te llamaré- dijo Camila tomando el hombro de su amiga -No Cam, ve tú, recuerda que el doctor pidió reposo, yo me espero y ya cuando él despierte te llamo, igual no pasa nada si me ven así, es solo una pijama- rodó los ojos con despreocupacion - desayuno algo aquí en el pueblo y listo. - hizo un ademán finalizando el tema, pero Camila no lo vio así
- Escucha, Santy me cuidó y creo que se lo debo, así que tú te irás y no hay más! Okay?- Yess no tuvo más remedio que aceptar, tomó las llaves de la camioneta y se fue a la cabaña, entró a la ducha, salió usando unos jeans ajustados, una camisa negra con la imagen de kiss en la parte trasera, su reloj de mano negro, se maquilló un poco, se hizo una coleta de caballo alta dejando su lacia y larga cabellera caer a su cintura y mientras buscaba las llaves para regresar al hospital entró una llamada de Camila.

Llamada:
-Ya estás lista? Necesito la camioneta
- De hecho estoy de salida para allá, Ya despertó Santiago?
- No pero la enfermera dijo que no tarda en hacerlo
- perfecto, no tardaré
- te espero

(En el hospital)
Camila admiraba el rostro de Santiago y veía como iba nuevamente recuperando ese color moreno latino que siempre tenía, se acercó y comenzó a acariciar su mejilla mientras el dormía, una pequeña sonrisa brotó de sus labios al verlo tan tranquilo y no entendía como el destino era tan fuerte e inevitable, los dos con un pasado, y de manera tan inusual, se cruzaron aquel día, compartieron sus primeros momentos en un hospital y hoy nuevamente estaban así pero esta vez en otro lugar, y otra situación, lo más extraño es: ¿qué hacía él en aquel lugar cerca de la cabaña? Tal vez también descansando pero, Camila iba tan frecuentemente a su cabaña y jamás se cruzaron; cuando lo conoció no imaginó que se volverían a ver entre esos pinos, casualidad? Tal vez, El destino?... Suena cliché. Dios? Lo más probable, pero... Porqué? Para qué? Tantas dudas!

-Camila... - le regaló una sonrisa débil pero sincera
-Hola Dormilón- respondió Camila con una sonrisa tierna y voz dulce mientras continuaba acariciando la mejilla de el hombre que le provocaba tantas dudas.

Creo que van cada vez más largos los capítulos XD Gracias por leer<3 no olviden darme su precioso voto amigos y lectores fantasma.

Un solo corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora