Narra SantiagoEl resto de el camino fue doloroso, los recuerdos llovían y golpeaban mi pecho con fuerza., al llegar a mi casa, abrí la puerta y en el suelo encontré una hoja de cuaderno doblada a la mitad, al leerla sonreí espontáneamente.
(nota) :Santy vine para entregarte tus libros, en la cafetería me dieron tu dirección, espero no te moleste. Están entre las macetas ya que no te encontré en casa
Gracias por tantas atenciones, eres un ángel que llegó a mi vida para iluminar esta oscura penumbra de dolor en la que he estado pérdida.
Salí de viaje, llámame, te debo una salida en agradecimiento.
Con cariño: CamilaDoblé nuevamente la hoja, la dejé en un cajón de un mueble que tengo en la entrada de la casa y le llamé sin dudar, mientras salía al porche por los libros.
Llamada:
-Camila Urrutia, buenas tardes.- (al parecer ni revisó el registro en la llamada, lo noté cuando se presentó)
- Buenas tardes, señorita-y deseé bromear un poco- le llamó por la cita que tenemos pendiente.
-Sr refiere a el evento de hoy? - así que tiene un evento hoy...
-Si claro, verá, perdí mi invitación y ahora no sé cómo entraré - creo que este juego será un poco más largo
-uy! Mire, la encargada de ello es mi asistente, pero igual, deme su nombre completo y se lo daré al guardia, mi asistente revisará la lista de invitados en ese instante y lo dejarán entrar sin problemas al desfile, no se preocupe caballero- así que será un defile... Fantástico!
-Claro. Mi nombre es... Joel Gaitán -
Creo que esta broma ya está muy lejos y tengo grandes ideas para ese desfile
-Gracias bella dama-
...*Llamada terminada*
Creo que este pequeño mal entendido, más allá de una broma será una sorpresa improvisada.
Busqué en una boutique un smoking adecuado para el desfile, para mi gusto algo exagerado pero a la vendedora le pareció lo correcto para la ocasión., el saco era gris casi plateado con un corte diferente en la parte de los botones, la caída del doblés del cuello al abdomen era más larga y usé con un moño sencillo negro, la camisa era negra con botones en gris, el pantalón era igual al saco con detalles negros en las bolsas y en la bolsa del saco un pañuelo diminuto negro con detalles pequeños en gris. Renté un auto clásico de mis favoritos, charguer 1970, color negro.
Fui a la barberia de mi amigo Chuy y después pasé a comprar lo necesario para la bella sorpresa que traía en mente, una vez que todo quedó listo llegó la noche, me preparé una hamburguesa porque no tuve tiempo de comer, me bañé, y cuando estaba subiendo al auto recibí una llamada de un número sin registrar.
(Llamada)-Santy, soy Frida, necesito decirte algo muy importante, pero en persona.
-Frida, no sé cómo tienes mi número, pero créeme que no es el momento, mañana te llamo, bye y que estés bien.Colgué la llamada, la verdad un poco molesto, ella era con la última persona que necesitaba hablar.
Aceleré hasta la dirección que me envió por mensaje la asistente de Camila, al llegar ví a dos hombres altos de forje fuerte en la puerta del lugar, estacioné el coche y me acerque a la entrada. -Buenas tardes caballeros, sé que llegue algo temprano, necesito hablar con la señorita Yessica Montemayor. - uno de ellos me analizó completo y el otro entró, unos minutos después salió Yess, asistente y amiga de Camila, la cual portaba un vestido de Gala negro, largo, de corte sencillo y el cabello agarrado del lado derecho tras su oreja, su cara de sorpresa me causó gracia -Santy! Que sorpresa! No sabía que vendrías - se acercó a saludarme con un casto beso en la mejilla -Hola Yess, no te asombres, de igual manera, yo tampoco sabía que estaría aquí, podemos hablar en privado? - asintió y entramos, subimos unos escalones hasta un segundo piso, había una pequeña sala, ahí le conté sobre la sorpresa, se emocionó tanto que no pudo negarse, así que bajamos las cosas del auto, comenzaron a llegar los invitados y ya teníamos todo preparado, cuando hubo las suficientes personas como para pasar desapercibido, bajé y entré al gran salón, a distancia me encontré con Yess en diferentes ocasiones, al llegar las diez de la noche se bajaron las luces, anunciaron que el desfile estaba por comenzar, abrieron la mesa de snak y ahí me encontré con el doctor que se encargó de la donación de órganos de Rebeca -Doctor Carlos Zárate Ferrer, vaya! Que extraño verlo aquí- la verdad no es como que me cayera muy bien este hombre, tuvimos una pelea a causa de esa donación de órganos -señor Santiago Díaz Navarro, que gustó verlo nuevamente y mi sorpresa es la misma, no imaginé que le gustase la moda- me respondió de la misma manera en la cual le hablé y quedamos de frente a frente -Si se queda sabrá, pero prefiero tenerlo lejos, detesto a los aprovechados como usted.
-Por lo visto aún no lo aceptas... - cambió su tono de voz, sonó calmado-Ni usted me cae bien ni yo a usted, pero así como a Rebeca le juré que nuestro amor seguiría hasta que nuestros corazones dejasen de latir, a usted le prometo que la única manera en que aceptaré esa repartición, será que ese accidente se repita, que ambos corazones dejen de latir juntos en el mismo kilómetro y en las mismas condiciones, pero como eso es imposible, aceptar el hecho de que usted hizo esa reaparición a su beneficio también lo es- sonrió irónico, me miró como queriendo clavar su mirada más allá de mi mente y guardando sus manos en los bolsillo del pantalón, sonó la segunda llamada al comienzo del desfile -Mira Santiago, nunca digas nunca, y cuándo entiendas que no fue para mí beneficio, te tragaras tus palabras, y cuando aceptes que fue una gran obra la decisión de Rebeca, entonces vivirás la hermosa experiencia de donar, por ahora te aclaro que no me caes mal y espero que superes aquello. Compermiso- se retiró y se clavaron en mí esas palabras, tal vez tiene razón, pero ni puedo darle la razón total cuando se aprovechó de la muerte de Rebeca para hacer publicidad a su clínica, no me molesta que hallan donado sus órganos, me molesta que no le dieron tiempo, la reanimaron, regresó, y en cuanto la vieron en estado de coma la repartieron como si fuese un pastel en un cumpleaños, y hasta hubo un evento en <<Agradecimiento>> hasta me dan ganas de vomitar.
Sonó el tercer y último aviso para comenzar y fue el gran momento, ahí apareció Camila, caminaba tan ágil y tranquila, portaba un vestido elegante y sencillo, su cabello suelto hacia un lado y una sonrisa que me paralizó.Narra Camila
Tuve un día pesado, lleno de llamadas, de pendientes por terminar y mucha gente que atender, ya ni recuerdo tanto que hice a lo largo del día, cuando pasé al escenario de pasarela, me sentía nerviosa y casi se me doblaron las piernas, no es el primer desfile, pero esta noche tenía un aroma a sorpresas y no eran agradables. Presenté la colección y abrí paso a la pasarela con una leve sonrisa y me retiré sintiéndome débil, cuando bajé a mi asiento me encontré con el doctor Zárate, fue quien se encargó de mi tratamiento y gracias a sus diferentes especialidades se encargó de un donante que de milagro fue compatible conmigo, él me lo informó y él mismo hizo el trasplante, me ayudó a organizar un pequeño evento en agradecimiento a los donadores y ahí agradecí personalmente ante el público a quien halla donado para mí este corazón.
-Gracias por venir Doctor Zárate- le hablé sin quitar la vista de mis diseños - No es nada, pero sabes? Hay algo raro a tus desfiles pasados, y la verdad no me lo explico- lo vi de reojo y me pincho el pecho su comentario -Siento lo mismo- lo vi al responder y me sonrió como si supiese algo que yo no -Me refiero a que no debo decir lo que diré. -suspiro sin quitar la vista de la pasarela y yo no deje de verlo ansiosa -Camila, alguien cercano a tu donante se encuentra aquí en tu desfile y la temporada pasada no estuvo, ni las pasadas- estaba por decir cualquier cosa pero mi voz se perdió en algún rincón de mí y sonó un pequeño estruendo, las luces se apagaron y me levanté mirando a todas partes, parecía una falla hasta que el humo comenzó a salir tras una luz del comienzo del escenario, no entendía absolutamente nada, y sentí temor de que fuesen a sabotear mi evento, Hasta que escuche esa voz masculina, esa voz que tantas veces me consoló cuando lo ocupe, esa voz que me ata y me estremece, ese timbre de voz que desconecta mis neuronas y alborota mis hormonas... La voz que no creí escuchar y que siempre me sorprende de algún modo. Vi aquella silueta salir entre el humo y las luches, y sus palabras así como salían de sus labios, poco a poco provocaron una paz en mí.Narrador
Después de esa noche no sólo se encadenaban, sino también despertaría a su pasado, dudas, habría respuestas dolorosas y también respuestas perdidas en el aire. Camila Urrutia y Santiago Díaz tenían algo más en común que al doctor Carlos Zárate, ellos estaban en un fuego cruzado y al llegar el día marcado todo tendrá un giro pero sí alguien interrumpía esa sorpresa en esa noche tal vez las cadenas se rompiesen, lástima que la cadena de ellos era lo único seguro en sus vidas.
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Un solo corazón
RomanceHasta la otra vida... pero que pasa si en está misma vida tu fallecido amor renace en otro cuerpo, o en diferentes cuerpos?... sí, si es posible!