Capítulo 19- Niño malo

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-E-Esta muy lindo tu apartamento- exclame en cuanto estuve en el centro de la sala, cortando la tensión que se había creado en ambos.

-Aja, pero no te traje para que opinaras- camino hacia mi sin ninguna expresión en el rostro, yo estaba por retroceder pero el me tomó de la cintura fuertemente sin dejarme escapar -Estoy muy enojado, lo sabes, ¿No?

Asenti varias veces, sin fuerzas para poder responder con mis propias palabras.

-Tu no tienes idea de lo mucho que me molesta que alguien más toque lo que es mio- jugó con el elástico de mis jeans para luego bajarlos lentamente. Cuando llegaron a mis talones, yo me encargué de patearlos con mi pierna para que salieran por completo, dejándome únicamente con mi ropa interior -Creo que es justo que desate todo mi enojo contigo ¿No crees?

-S-Si.

-Bueno, por que de todos modos voy a hacerlo- agarró mi trasero descaradamente y lo masajeo, apretandolo con sus hábiles dedos -Tu vas a pagar por lo que hizo ese chico imbécil. No debió siquiera tocarte, sin embargo lo hizo, y ahora sólo quiero darte una lección para que cada vez que ese pendejo intente acercarse a ti, recuerdes lo mal que te puede ir si me llegó a enterar.

Acerco velozmente sus labios a los míos, pensé que me besaria pero sólo los rozo y bajo a mi cuello, llegando a una zona que separaba mi clavícula con mi hombro, que fue donde succiono con demasiada fuerza hasta hacerme doler, luego paso su lengua muy despacio y volvió a verme a los ojos.

-¿Q-Que me harás?- pregunté ya excitado.

-¿Que quieres que te haga, niño?- me pego de una manera tan violenta a el que logro sacarme un débil gemido.

-A-Ahora quiero que me beses- pedí muy nesecitado.

-Tu deseo es una orden para mi- Y lo hizo.

Alzandome del trasero y llevándome a lo que supongo era su habitación, dejándome tendido en la cama. No perdio tiempo y se deshizo de mi camisa, para luego tomar mis boxer y dejarme al desnudo. Vi como mordió su labio inferior y el como examinaba todo mi cuerpo con sus ojos.

-¿Cómo mierda puedes ser tan perfecto? Tan perfecto para mi.

Yo me sonroje por su comentario y agache la cabeza. Christopher sonrió y levantó de imprevisto, mis dos piernas hacia arriba, sosteniendolas con sus manos. Gemi sorpresivamente

Chris sonrió por última vez y guió su cabeza hacia mis testículos y mi trasero, paso su lengua por mi entrada y llevo mis testículos a su boca. Yo lanze un grito y lleve mis manos hacia el cabello de Christopher, controlandolo, mientras el pasaba su lengua por toda mi cavidad anal.

Chupaba y succionaba, y yo no podía estar más excitado, gemia como un loco y lanzaba gritos eufóricos. Me mordi el labio fuertemente y cerré mis ojos, disfrutando de las sensaciones que me brindaba la experta lengua de Chris.

-M-Más Chris, oh, por favor- implore con desespero.

Me queje en un gruñido, cuando elevó la cabeza y subio hasta mis labios. Me tomo del cabello y tiro de el hacia atrás, dejando mi cuello expuesto para que el empezará a repartir besos húmedos.

-Odio que me digas que hacer- gruño molesto, jalando mis cabellos con tal fuerza que me hizo gemir del dolor -Sobre todo si te has portado mal, fuiste un niño malo

Su lengua paso desde la piel de mi garganta hasta mis pequeños pezones erectos, lamio uno de ellos y lo succiono con dureza, para después hacer lo mismo con el otro.

-Mgh...- gemi suavemente

-Oh, joder, me enloqueses, niño. Verás que te voy a hacer sentir tan bien- dijo y desabotono su camisa negra, sacandola por sus brazos y después sus pantalones apretados que estaban inmovilizados alrededor de sus largas y flacas piernas.

Cuando estaba por sacar su boxer blanco, yo me moví de mi lugar en la cama, quedándome de rodillas en ella, frente a la mirada lujuriosa de Christopher.

-Q-Quiero compensarte por no haberme portado bien, así que... D-Déjame a mi- ordene y el asintió quedándose quieto en su lugar.

Suspire y vi la gran erección pidiendo ser tocada debajo de la tela blanca que la cubría. Con mis pequeñas manos, baje el boxer, y el pene de Chris salto sobre ellas. Me relami los labios y ataque, sin piedad, su enorme erección.

Okay, yo nunca he practicado sexo oral pero como para todo hay una primera vez, aquí vamos.

Christopher gimió y gruño cuando me le acerqué y me la trague entera, lamiendo la base de su miembro con mi lengua. Lleve mis manos hacia su trasero, apregandolo más hacia mi e impidiondole que se moviera.

Christopher guió su mano derecha hacia mi cabello, tirando fuertemente de el. Yo gemi pero no deje de trabajar con su erección.

-Oh, bebé, sigue así- jadeó, tomó mi mano la cual estaba en su trasero y la apretó.

En un momento deje de mover mi boca y de lamer, y Chris fruncio el ceño, bajando su vista hacia mi.

Me saque su pene de mi boca y susurre: -Fóllame la b-boca, amor.

-Oh, ¡Mierda, si!

El entrecerro sus ojos a causa de la lujuria y asintió abrumado, moviendo mi cabeza devuelta a su erección. Me la trague devuelta y me quede quieto.

Empezó a moverse despacio, dentro. Pronto, agilizo los movimientos, follando mi boca sin piedad, con mucha rapidez. Yo sólo gemia pero no protestaba.

Cuando Chris se corrió fuertemente, cerré mis ojos sintiendo su semen correr por mi garganta y me lo trague, sintiendo su delicioso sabor. De pronto senti sus manos empujar mis hombros, dejándome devuelta acostado en la cama.

Me beso apasionadamente, lamiendo mi lengua con la suya, y mordiendo mi labio inferior sin lastimar. Usó su propio lubricante (su semen) y juntó un poco en sus dedos, llevandolos hacia mi entrada, metió los dos directamente y los movió un poco, preparándome. Yo gemi y lo seguí besando.

-C-Chris, te necesito ya...

El asintió y guió su ahora nueva erección hacia mi entrada, metiéndose suavemente. Cuando se metió entero, ambos gemimos lentamente.

Comenzó con tranquilas embestidas, pero al final, empezó a acelerar todavía más, mirando mis orbes verdes. Me besaba en mis labios y pasaba a mi cuello, lamiendolo y jugueteando con el.

Hundi mis uñas en su musculosa espalda, sin objeciones. Luego de unas estocadas más, me corrí y manche mi propio estómago. Ayude a que Chris se viniera, apretando su longitud con las paredes de mi trasero y dejando infinidad de besos por todo su rostro.

El gruño y se corrió dentro de mi, besandome por última vez.

-Demonios, tu siempre me das los mejores orgasmos- confesó saliendo de mi muy lentamente.

Yo sonreí cerrando mis párpados a causa del sueño.

-Tengo... Tengo que irme, m-mis padres me mataran- balbucee más dormido que despierto.

-De ninguna manera, tu dormirás aquí, conmigo- susurro y me llevo hasta su pecho, donde me aprisionó con sus brazos. -Mañana les decimos alguna mentira y ya.

Sonreí ya con mis ojos cerrados, cayendo en un sueño profundo.

-No quiero sonar egoísta, pero te quiero sólo para mi, niño. Te estás convirtiendo en todo lo que necesito, en todo, y no quiero perderte por nada del mundo por que si lo hago me muero.

Seducción Peligrosa - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora