23.final?

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Había llegado a Francia, pero no era la Francia que recordaba... Había sido varias veces bombardeada, estaba desecha cosa que a Tina le desagradaba ya que gustaba de la arquitectura de ese país.

Los tiroteos no se hicieron esperar aunque los Aurores y Tina los evitaron, tenía que reunirse con James Guell.

Llegó a ese árbol y bajo hacia el ministerio francés, tan agradaciado, los pisos exageradamente lustrados, las hermosas estatuas y los cristales grabados con las ilustraciones de animales mágicos.

Llego a la oficina del francés y entro...lo encontró demasiado estresado.

-¿James estas bien?- preguntó inocente Tina.

- ¡NO!- levantó la mirada el francés y vio a la estadounidense, claramente apenado invito a sentar a Tina quien sin resentimiento aceptó.

- y...ya...li....libe..liberaron...a mi..pa...pa...país- dijo temblando.

- James, amigo estas bien? Me preocupas- dijo  Tina

- sí, es solo que estoy nervioso, las elecciones, la guerra...y...todo lo demás - cayo en su asiento llorando.

- Ey, ya todo se esta solucionando- contestó ella tratando de dar ánimos.

-Enserio?- dijo el francés con los ojos llorosos y una barba sumamente asquerosa.

Ella sólo pudo asentir.

Él se levantó y sonrió de tal manera que parecía un loco.

- Te daré todos los Aurores que nesecites -soltó de golpe .

Tina sonrió, había obtenido lo que quería sin siquiera hablar.

- Gracias- soltó ella .

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Estaba por primera vez en casi 3 meses en una habitación real, con cama y cuatro paredes reales.

Se dio una ducha y cuando salió se curo como era merecido.

Iba a sanarse las manos cuando unos golpes en la puerta la interrumpieron, bufo con enojo, término de vestirse con magia y abrió.

-Mami!!! - grito la pequeña Sophie.

- mi niña hermosa- dijo Tina alsandola en el aire ignorando el dolor de las manos.

La niña río y Tina la dejo en la cama no sin antes besarle en la mejilla.

Volteó y vio a su hijo mayor ella también le abrazó.

- ¿Qué tienes? Querido- dijo Tina.

- Es sólo que te extrañe mucho- dijo el niño llorando en los brazos de su madre.

Eso  Tina lo comprendido.

- Mi niño, nunca bajes la mirada, veme- dijo Tina.

El niño also la mirada con lágrimas en  sus ojos.

- Pronto, pero muy pronto acabara esta tonta guerra y yo me dedicara a ti, a tu hermosa hermana y a tu padre- dijo al niño en modo de consuelo.

Siguió abrazado de su madre.

Newt sonrió al escuchar a su bruja.

Apolo se quedo dormido en brazos de su madre y con un ligero paso de varita también la pequeña Sophie.

- Te extrañe tanto- dijo Newt besándola.

- Yo también, mi Newt- dijo Tina

Él le tomo las manos y sintió las heridas.

- ¿Qué te paso?- preguntó preocupado el inglés.

- Es una larga historia- dijo ella

- Tengo tiempo- contestó él.

Le contó toda esa tétrica historia.

- Quien se cree, como que....es esa...- dijo encolarizado Newt

- Ya paso- dijo Tina.

- ven conmigo- dijo Newt.

Ella camino hasta el y con un toque de varita sano sus manos y dejando un beso en ellas sonrió.

- ¿crees que pronto acabara?-preguntó indeciso el inglés.

- si yo creo que sí- contestó ella.

El sonrió y pasando una mirada a sus hijos, le beso el cual fue correspondido.

-uhmmm, ¿Quieres ir al baño y hacer el amor?- premio Newt.

Ella se seguía sonrojando ante esas proposiciones.

- Claro que si- dijo desabrochándose la camisa.

- Te amo- fue lo último que se escuchó al entrar al baño.

Ya  esta semana subiré el final.

Quería saber si quieren una historia puramente Newtina o una secuela.

Así que los escucho.

Los quiero y gracias por el apoyo a esta historia.

Tina Goldstein Donde viven las historias. Descúbrelo ahora