~ Man in the trap ~

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Día 21: Cambio de roles.


Peter sabía que el señor Stark no tenía muchas opciones y para ser sinceros buscarlo a él fue de sus últimos intentos por reunir gente para esta "guerra civil" contra el Capitán América. En su opinión diría que todos parecían niños tratando de echarse la culpa unos a otros, ¡por Dios! eran adultos y "camaradas" ¡eran los vengadores! Miles de personas confiaban sus vidas a ellos y ¿qué hacían éstos?, desarrollar una novela llena de drama digna de Hollywood en vez de sentarse a hablarlo y no guardar secretos para que todo este asunto se evitara. Aunque viéndolo bien, todo este rollo le había convenido a él puesto que había ganado un viaje gratis a Alemania y había conocido al "gran" Tony Stark, sumándole el asunto de haberle quitado el escudo al Cap y aunque no lo dijera, una parte de él se regodeaba de ello.

Había sido un arduo plan de un año desde que la araña lo picó, filtrando videos de él salvando el día, alterando algunos algoritmos para que cierta IA lo encontrara y cuando menos lo esperó, vio su oportunidad y la aprovechó. Como si el universo estuviera de su lado, la guerra civil le llegó como perlas y con ella cierto héroe visitó su humilde casa, «juego de niños» pensó al ver a Tony Stark platicando cómodamente con tía May en la sala, a pesar que su tartamudeo decía todo lo contrario.

Tuvo que hacer uso de su mayor arsenal de actuación y aunque debía aceptar que se le pasó un poco la mano cuando Stark le quitó el traje, todo tomó el rumbo planeado haciendo a Tony caer en su trampa. Y no es para que lo mal interpretaran, Peter no era un villano sólo era una persona con metas que planeaba cumplir y una de ellas era hacer caer a Stark por él ¿lo logró?, por supuesto que sí. Parker siempre cumplía sus metas y cuando tuvo al mayor comiendo de su mano debió de admitir que fue fantástico, más de lo que había imaginado ¿se arrepentía? por supuesto que no, había luchado él mismo por conseguirlo y cualquiera podría tacharlo de manipulador pero la verdad es qué tal vez estuvieran en lo cierto, el caso es que aunque él había estado tambaleándose en esa delgada línea entre lo inmoral y lo correcto, podía decir que no había cruzado hacia ninguna. El había jugado limpio utilizando lo que la vida le ponía a su alcance y nunca había obligado a nadie hacer algo que no quisiesen, ocultar parte de la verdad y ver por él no era un crimen hasta donde se había enterado.

De cualquier modo lo había logrado y ahora se encontraba en Wakanda con anillo en dedo disfrutando de sus vacaciones como fugitivo. Agradecía al Capitán por ser tan políticamente correcto y obligar a todos a firmar los acuerdos dividiendo al equipo, porque ahora es donde él entraba para ser el apoyo de Tony, quién de no haberse enterado que Barnes había matado a sus padres y que el gobierno estaba de acuerdo en absolver sus culpas siempre y cuando firmará los acuerdos, cosa que sí haría, también habría firmado y nunca habría ido a buscar a Peter. Qué podía decir, el universo definidamente lo amaba poniéndole las cosas en bandeja de oro.

Tony sabía que Peter era un chico muy tierno y torpe pero también sabía que su pareja tenía una personalidad calculadora y traviesa que muchas veces le ocultaba y sabía que estaba perdida e irremediablemente enamorado de ambas personalidades porque ambas eran Peter. Tony sabía todo de Peter porque era igual, también ocultaba algo, de hecho Vision solía decir que ambos eran tal para cual y el tomó eso como la bendición de su hijo no hijo, a su relación. Él ya conocía de su chico cuando éste empezó a alterar los algoritmos de su IA y de hecho lo agradecía porque de la nada sus pantallas se llenaban del castaño sin que él tuviera que buscarlo, entonces cuando Peter empezó a caer en su trampa todo fue más fácil y la estupidez de Rogers ayudó mucho, el chico cada vez se hacía más cercano a él. Y ahora ahí estaba, viendo a la persona que tanto buscó y que con tanto esmero pensaba cuidar y amar cuando ambos se unieran el próximo solsticio.

—Peter.

—¿Sí, señor Stark? —pregunto el menor solícito saliendo de sus pensamientos.

—¿Qué haces ahí? Shuri nos está esperando en su laboratorio.

—Oh, perdón lo olvidé, yo sólo... recordaba —dijo volviendo su vista al ventanal, odiaba los lugares selváticos y Wakanda no era la excepción pero su tecnología lo compensaba con creces.

—¿Extrañas a May? —preguntó Tony posicionándose a su lado.

—La extraño —contestó con sinceridad—, también extraño la ciudad —y no mentía, ahí en su ahora escondite no podía columpiarse como en Nueva York y ahora sí tenía que aprender a mantener los pies en la tierra—. Pero no importa, después de todo lo tengo a usted —dijo volteando a ver al mayor con una de sus sonrisas comerciales. Tony sonrió devuelta mientras le acariciaba la mejilla.

—Tienes el cabello rizado —comentó el mayor con burla tocando los hermosos bucles castaños.

—¡Qué! ¿enserio? —contestó exaltado Peter llevando sus manos a su cabeza—. Es la humedad del ambiente —resopló.

—Me parece que te ves encantador —dijo Tony sosteniéndolo por ambas mejillas—. Me encanta.

—¿A sí? Entonces creo que la humedad nos ha hecho un favor —susurró Peter sobre los labios de Tony. Ambos se besaron frente al gran ventanal con los rayos del sol brillando sobre sus rostros y el olor a hierba llegando a sus fosas nasales. Las partículas de polvo a la exposición del sol parecían brillar cuál estrellas a su alrededor y cualquiera que los viera sentiría envidia, estaban en su propio mundo. «Tan brillantes» pensó Shuri llegando por el pasillo.

—Planean seguir besuqueándose frente a la ventana para que todo mundo los vea o vendrán a ayudarme con sus trajes —soltó la chica detrás de ellos con las manos en la cintura.

Ambos hombres se separaron con una sonrisa y Peter abrazó a Tony por la cintura ocultando su "vergüenza". Tony le rodeó los hombros riendo, mientras el menor le daba una mirada furibunda a la menor de la familia real que sólo ella podía ver, rodó los ojos.

—Ya, está bien par de tórtolos. Tendrán toda la vida para disfrutarse pero no tendrán toda la vida mi tecnología, así que síganme —dijo Shuri riendo internamente «si supieras el diablillo que tienes en brazos Stark» pensó regresando por el pasillo.

—Vamos Peter —dijo Tony tomando la mano de su pareja y besando el anillo en su mano, después ambos siguieron a la chica.

Peter sabía que alguna vez Tony se enteraría que no era del todo el chico tartamudo y torpe que él pensaba, sino un chico listo y muy vivaz, pero creía que todos sus esfuerzos valían la pena y ¡diablos si no! valieron toda la pena del mundo si ese hombre sostenía su mano, la mano que lo hacía sentirse único y amado.

Starker Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora