Convivencia

1K 83 0
                                        

El…

Lo que compartimos es algo muy especial, aun me cuesta trabajo entender la manera en que esto funciona, mas no busco  más razones que la tranquilidad que me proporciona su compañía. A su lado el silencio deja de ser incomodo, todo salen sobrando y las causas se convierten en nada.

Es algo tan extraño y tan reconfortante a la vez que me es imposible desprender una sensación de otra. ¿Cómo explicarlo?¿Cómo entenderlo? No lo se, y para ser sincero no me importa. Hace mucho dejo de interesarme buscar una lógica razón de algo que probablemente no lo tenga.

¿Por qué estamos juntos? Es otra pregunta que me asalta con frecuencia y aunque son probablemente muchas las ideas que cruzan mi mente, llegue a la conclusión que solo se trata del destino que juega con nosotros de manera cruel.

Como buscar la razón de ser a algo que simplemente no lo tiene, a algo que va contra toda lógica o sentido. ¡Por Merlín fuimos enemigos! Me regodeé insultándola, gritándole, despreciándola en cada oportunidad que tuve, y ahora, simplemente ahora no concibo como salir de esto sin ella.

La siento temblar en mis brazos y llorar con amargura y yo a su vez no puedo parar las lágrimas que fluyen por mis ojos y me pregunto ¿Dónde quedo mi orgullo? ¿Qué a pasado conmigo que no me importa que me vean llorar como un chiquillo?

Nos estuvimos por largo rato solo abrazados en la intimidad de la cama que cada noche compartíamos, nos quedamos en silencio mientras solo se escuchaban los sozollos. Yo acariciaba su indomable cabello y ella jugaba de manera distraída con la tela de mi camisa del pijama.

Nos separamos cuando estuvimos más tranquilos y solo pudimos sonríenos mutuamente.

---o-o-o-o-o-o-o-o-o---

Ella…

Como un detonante fue ver sus ojos oscurecerse por la tristeza, escuchar su voz quebrada y ver como por su rostro corrían más y más lagrimas, como un torrente imparable de angustia y amargura.

Pero escuchar su voz emitir esas lastimosas palabras -No  has hecho nada malo, es solo que aun me duele hablar de ella, recordar que ya no está es difícil. -Hizo que todas mis barreras por mantenerme serena se rompieran.

Porque yo sabía perfectamente de que hablaba, yo sabía de ese dolor que consume día a día, yo se como es enfrentarse a la ausencia y tratar de sobrevivir sin éxito, sin poder morir y sintiendo como los rotos fragmentos de mi corazón aun siguen latiendo.

Y mis labios se abrieron sin mi permiso y comenzó a dejar que fluyeran palabras sin sentido, palabras que me habia negado expresar en voz alta, palabras que quemaban mi garganta dejando un ardor que me consumía, pero al mismo tiempo esa quemazón en mi garganta me proporcionaba una sensación de alivio pasajero.

-Duele tanto… que cuesta respira… -le dije y sentí como mi garganta se cerraba y me faltaba el aire, sentí un ahogo tan fuerte que apreté con mi mano su camisa y me deje caer sobre su pecho buscando calmarme para poder respirar, porque me estaba ahogando, mas no supe cómo y continúe.

-Duele tanto saber que se han ido… saber que no volverán… -Y hasta que termine de hablar me di cuenta que no solo hablaba de Ron, también hablaba de la madre de Draco, porque sabía que él se sentía igual que yo. Y buscando respuesta me perdi y llore con todas mis fuerzas haciendo que mis palabras se cortaran cada vez mas.

-¿Cómo olvidar? -Le pregunte sabiendo que él tampoco tenía respuestas.

Y después, solo después de esperar una respuesta que sabia no llegaría mis palabras siguieron saliendo y me maldije internamente por ello, porque por vez primera me atreví a recordar que yo lo vi morir y se lo dije, sintiendo por momentos que moriría al confesarlo, sintiendo como el ardor en mi garganta se incrementaba y el abismo en mi pecho me superaba.

Temblaba aferrada a su pecho, y el me abrazaba con fuerza, con mucha fuerza pero le agradecía en silencio porque quizás esa era la única manera de mantener unidas todas la piezas rotas y desquebrajadas de mi cuerpo.

Le hable de sus ojos, como los vi apagarse mientras lo tenía en mis brazos, mientras yo no pude hacer nada para salvarlo, mientras yo no pude despertarlo, mientras su vida se escapo dejando sus ojos sin luz.

Volví a peguntar  -¿Qué tengo que hacer para dejar de sentir el vacio en mi interior? El solo me abrazaba y lo sentía estremecerse por mi pregunta, su peco se agitaba buscando aire, porque el también lloraba y temblaba como yo.

Después de un rato solo me dijo que no tenia respuestas, eso ya lo sabía, pero lo que me sorprendió escuchar fue, que solo sabia me necesitaba. Y yo para ser sincera tenia que reconocer que lo necesitaba de la misma  manera.

Tarde mucho tiempo tratando de calmarme, el mismo tiempo que me protegió en sus brazos y acariciaba mi pelo para calmarme. Y cuando  por fin pude incorporarme vi sus ojos, y me vi reflejada en ellos.  

Limpiamos mutuamente nuestras lágrimas antes de sonreír ligeramente. Cuando me levante de esa cama me note ligera, ¿Sera que tantas lagrimas aligeraron mi cargo? ¿Sera quizás que hablar de ese día me ayudo? Y sin tener más respuestas que el obvio alivio que sentía y la ausencia del pesado dolor que llevo a cuestas, suspire aliviada.

---o-o-o-o-o-o-o-o-o---

La castaña se cambio con la ropa que le ofreció Draco, decidió no negarse al regalo con tal de no hacer sentir mal al rubio. Era ropa muy elegante para su gusto pero era muy bonita, se notaba lo fino de las prendas de tan solo tocarlas y contrario a lo que imagino no eran anticuadas.

Se puso un bonito vestido de seda roja por debajo de la rodilla, con un escote ligero y una caída ligera que le quedaba como guante al amoldarse a sus formas.

Desayunaron juntos en el comedor de la mansión, pero a penas terminaron decidieron ir al Londres Muggle para distraerse un poco antes de volver a aquel parque que para los dos representaba su más grande escape a sus penas.

Lo que no había notado ninguno de los dos jóvenes era que lejos de que fuera el parque el motivo de su tranquilidad, era su mutua compañía la razón por la cual comenzaban a sanar sus heridas.

De la misma inexplicable manera en que comenzaron su extraña relación, poco a poco y sin darse cuenta de lo que en realidad pasaba, Hermione termino instalándose en la mansión en el cuarto de Draco.

Primero había llevado un poco de ropa, para no tener que regresar a su casa a bañarse y cambiarse, después algunos artículos de limpieza, algunos libros y demás posiciones, a petición de Malfoy para que se sintiera mas cómoda.

Y así fue como Draco Malfoy y Hermione Granger convivían de tal forma que parecían un matrimonio, ya que incluso compartían la misma cama, aunque fuera solo para dormir.

Lo que estaban lejos de sospechar era que muy pronto alguien los aria regresar a la realidad.

El Dolor Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora