Se Mi Mujer

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Ella…

Draco dijo…Es mi mujer… y yo solo sentí como mi pecho se inflo de orgullo y una calidez me invadió por completo.

¿Eso soy? ¿Soy su mujer? Me pregunte y no tuve una clara respuesta, ya que vivo en su casa y duermo en su cama aun cuando no tenemos intimidad, estamos todo el tiempo juntos y hacemos una vida de pareja.

No sé porque me sentí protegida cuando se enfrento a Parkinson y me cubrió con su cuerpo, la manera en que me defendió, en la que hablo de mí, me hizo estremecer. Su abrazo protector, la preocupación en sus palabras al preguntarme si estaba bien causo en mi interior una detonación.

De repente me sentí como si acabara de despertar de un sueño, tuve que parpadear varias veces al ser consciente de todo lo que ha pasado en estas últimas semanas. No era algo que me incomodara en lo mas mínimo, pero me desconcertaba darme cuenta que estaba durmiendo bajo el mismo techo que mi antiguo enemigo, hasta ahora todo había resultado tan natural y sincero que no considere inapropiado vivir con Draco.

Aun cuando estaba confundida no quería perderlo, no quería separarme de sus brazos, no deseo perder lo que tenemos, sea lo que sea que eso signifique.

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El…

-¿Tu mujer? -Pregunto y yo no supe que contestar, no sé porque lo dije, será quizás que es algo que deseaba con todo el corazón, que Hermione fuera mi mujer en toda la extensión de la palabra.

No se porque reaccione así, solo quería defenderla, me aterro que Pansy pudiera dañarla, no iba a permitir tal cosas.

La abrace con fuerza en cuanto se fue Pansy maldiciendo y jurando vengarse de la humillación y tuve miedo, miedo por ella, miedo de que se atreviera a hacerle daño. No lo permitiría.

Pero no tengo una respuesta para contestarle, dije lo que sentí en el momento, sin detenerme a pensar si eso podría incomodarla.

Dije que era mi mujer, quizas porque así lo sentía, era mía, Hermione ya era parte de mi, y ano puedo concebir estar sin ella. Posiblemente no fue apropiado llamarla así, pero en verdad eso era lo que mas anhelaba que Granger fuera mi mujer.

No sabía que contestar, el silencio se prolongo y no pude hacer otra cosa que abrazarla, no deseaba romper el contacto, tenía miedo que mi declaración la hubiera asustado al punto de que deseara huir de mí.

  

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Ya habia pasado bastante tiempo, mas ninguno de los dos podia definir si habian pasado horas o solo minutos.

Estaban aun abrazados  en el comedor, sin atreverse a soltarse, sin querer enfrentarse al otro por miedo, temor a tantas cosas, pero quizás principalmente que se hubiera roto la burbuja de cristal que habían creado y en la que solo juntos podían ser felices.

-¿Estás bien? -Pregunto el rubio por fin.

Se escucho como la castaña contesto con un simple. -Sí.

-Lamento mucho lo ocurrido Hermione, te prometo que nada malo va a pasarte, voy a cuidar de ti. -El rubio se reprendió mentalmente, definitivamente hoy tenia desconectada el cerebro de la boca, porque decías exactamente lo que sentía sin razonarlos antes.

Hermione abrió los ojos con sorpresa. -Me vas a cuidar.

-Eres lo más importante que tengo, claro que te voy a cuidar. -Decidido acaricio su mejilla, quizás era precisamente lo que necesitaba hablar de lo que sentía, sin miedo, ni preocuparse por que fuera o no correcta. 

-No quiero causarte problemas. -Dijo con dificultad la chica un tanto apenada por la sinceridad del rubio.

-Tú no me causas ningún problema, por lo contrario gracias a ti puedo seguir adelante. Estaba tan perdido que si no fuera por ti, no sé en donde hubiera terminado.

-Soy yo quien tiene que agradecer, yo estaba igual o más perdida que tu. Eres el único que le ha puesto dar luz a mi vida. -Admitió con toda sinceridad.

-Entonces solo falta algo.

-¿Qué?

-Me encantaría que lo que le dije a Parkinson sea verdad, se mi mujer cásate conmigo.

Draco había puesto todas las cartas sobre la mesa, sabiendo el riesgo, sabiendo que de no resultar perdería a Hermione. Pero no tenía otra cosa que hacer, no podía seguir así ahora que se había dado cuenta que esa chica era su complemento, su otra mitad.

El Dolor Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora