CAPITULO 2

102 7 4
                                    


Cuando lo vi por primera vez, había salido de "fiesta" con mi compañera de departamento, así que habíamos acordado en ir a un club nocturno casi a las afueras de la ciudad, el cual a pesar de su ubicación prometía ser uno de los más exclusivos en un futuro.

Un shot de tequila, otro, otro y otro para ahora tener en mi mano el llamado "especial de la casa" llamado El elixir de la vida, pues sus ingredientes eran secretos pero sabía muy dentro de mí que consistía en una mezcla de todos los licores habidos y por haber; aun con la bebida en mano, deje de recargarme en la barra y me concentre en tomar la misma, fue ahí en mi tercer sorbo que lo vi a él.
Su rostro parecía haber sido cincelado con la más infinita paciencia para terminar pareciendo una escultura de esas que no te cansarías de mirar.
Pero lo que me atrajo fue su mirada penetrante ante esta sentí como si supiera todo lo que pensada de él.


De pronto los nervios me embargaron, y fueron en aumento por ende alce la bebida y la lleve a mis labios para ingerir el líquido azulado.


Y como si de una película se tratara mis ojos captaron unos pies enfundados en unos botines que al parecer eran negros, a pesar de no haber visto el rostro de aquel extraño supe que era él, y fue ahí cuando sin pensarlo dos veces alce mi vista lentamente recorriendo el cuerpo de ese hombre que me había cautivado con solo unos cuantos segundos.
Maravillándome cada vez más con el supe que me había tomado mi tiempo, un largo tiempo, en recorrer su cuerpo, al llegar a su rostro vislumbre una media sonrisa y para mis pensamientos impuros que se creaban en mi cabeza, escuché su voz.

-Espero no haberte incomodado hace unos segundos- Su voz resonó en mi cabeza.

En cuando pronunció esas palabras todo en mí se removió como si fuera alguien conocido y de esa manera despertara ciertas emociones que creí nunca sentir.


La voz, es uno de los atributos más grandes que, en mi opinión, un hombre debía poseer pues era el toque perfecto para cautivar a una mujer.


Tras mis pensamientos anteriores estos se vieron reemplazados por imágenes de él besando cada parte de mi cuerpo, pues para ser honestas, sus labios parecían el mismo fruto que te invitaba a pecar.
Tras varios segundos divagando mentalmente sobre sus labios, volví a escuchar su voz, sin embargo, mi mente captó su última oración:

-...beber- Fue tanto el ensimismamiento que no logré escuchar lo que había dicho, para mi sorpresa él pareció notarlo pues de inmediato replicó- Creo que no escuchaste a pesar de que la música ya bajo un poco de volumen- En ese preciso instante sentí que la sangre recorría todo mi cuerpo hasta llegar a agolparse en mis mejillas. De pronto me sentí como una niña pequeña quien era atrapada por sus padres haciendo algo indecente.


-Y-yo lo l-lamento- dios que estúpida, parece que es el primer hombre con el que hablo. Claro que no era el primero con el que habla, tengo amigos que precisamente son hombres, maestros y familiares, pero en realidad era el primero que se acercaba a mí para hablar; realmente ninguno se había interesado en mi porque pensaban que no era el prototipo de chica que ellos querían en su vida, otros llegaron a lastimarme pues sus palabras eran "Honestamente, ¿crees que yo podría fijarme en alguien como tú?".

Muchos opinarán que soy linda, o tal vez escogerán la palabra "atractiva" pero hace un tiempo no lo era tanto, o al menos es lo que yo siempre pensaba de mi cada vez que miraba en el espejo.

Así que después de todo si era atractiva para alguien o eso pienso ya que realmente aún no sé sus verdaderos motivos de su acercamiento hacia mí.

Había dos cosas que ocupaban mis sentidos en realidad, la primera era que mientras los recuerdos iban y venían en mi mente, la segunda era que mis ojos y demás sentidos, percibían todo del hombre parado frente a mí, tal como olfato que a pesar de estar en un club, donde existe el olor a sudor, cigarrillos y otras sustancias, podía percibir su fragancia, una que en verdad me era intrigante, pues parecía que ya la había "olido" con anterioridad, pero en si no sé de donde la identifico pues ningún conocido la utilizaba.

Así que sin darme cuenta mi boca había empezado a articular palabras que mi cerebro era incapaz de identificar, sin embargo, había dicho algo que impulsaba al desconocido a posar una de sus manos en mi espalda baja para guiarme a lo que parecía ser la entrada del club.

Al salir el fresco de la noche estaba empezando a calar los huesos, pero eso no parecía ser impedimento alguno para las chicas en vestido que aun esperaban su turno para entrar. Al poco tiempo sentía que posaban un abrigo en mis hombres ahí me había dado cuenta de que pertenecía a él, inconscientemente olfatee la chaqueta, pero mi acto se vio interrumpido por un carraspeo frente a mí.

- ¿Qué haces? - Su voz fue un detonante para que lo viera a los ojos e instantáneamente la sangre volvió a fluir por mi cuerpo para agolparse agresivamente hasta mis mejillas.

-Y-yo lo s-siento, es que... amm... m-me gusta el olor de tu chaqueta- ¡Dios! ¿en verdad lo dije en voz alta? -D-digo es que... ¿m-me recomiendas el enjuague que usas? - ¡vaya! Miss estúpida llegó.

Pero al parecer le gustó o yo le divertí pues solo lanzó una carcajada al aire y dijo:

- Me gustas - ¿Dijo lo que creo que dijo? - Me gusta tu personalidad, por cierto, soy David -

Y ese fue el momento en que todo empezó.

Y ese fue el momento en que todo empezó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
COVEN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora