Capitulo 6

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Abyss of Dreams



Lucy se apartó a empellones de la mesa y huyó hacia la puerta delantera. Él la atrapó allí, simplemente envolviendo sus brazos alrededor de ella desde atrás y sujetándola contra él. "Mi Dios, no tengas miedo de mí, " murmuró él dentro de sus despeinados rizos, con su voz ronca por la emoción. "Nunca te lastimaría. Confía en mí."

"¡Confiar en ti!" repitió ella incrédulamente, cerca de las lágrimas mientras forcejeaba contra su abrazo. "¿Confiar en ti? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cómo podría alguna vez?"

"Estas en lo cierto en eso, al menos, " dijo él, un tono duro bordeando las palabras. "Te has rebajado a dejarme tocarte, darte placer, pero nunca has confiado en que te ame."

Ella rió salvajemente, con creciente histeria. "¡Te conocí recién ayer! Estás loco... ambos estamos locos. Nada de esto tiene sentido." Arañó sus manos, intentando aflojar su abrazo. Él simplemente reajustó su agarre, atrapando sus manos y uniendo sus dedos a los de ella de modo que no pudiera hacerle ningún daño, y aún manteniendo sus brazos envueltos a su alrededor.

Ella estaba tan efectivamente doblegada que todo lo que podía hacer era patearle las espinillas, pero como ella vestía zapatos tenis y él tenía puestas botas, dudaba que le causara demasiado malestar. Pero aún sabiendo que era inútil, se retorció y forcejeó contra su fuerza superior hasta que quedó exhausta. Jadeando, incapaz de soportar el esfuerzo otro segundo, dejó que sus temblorosos músculos se aflojaran.

Inmediatamente él la abrazó más cerca, ladeando su cabeza para rozar su boca contra su sien. Mantuvo sus labios presionados allí, sintiendo su pulso latir contra la frágil piel. "No fue ayer que nos conocimos, " murmuró. "Fue hace una vida... varias vidas. He estado aquí esperando por ti. Sabía que vendrías."

Su toque operaba una insidiosa magia en ella; siempre lo había hecho. El presente estaba desdibujado, mezclado con el pasado de forma que no estaba segura qué estaba pasando ahora y qué había pasado antes. De la misma forma él la había sostenido aquella noche cuando se había deslizado dentro del campamento del ejército de su padre y entrado a hurtadillas a su recámara. El terror había palpitado a través de ella como las alas de un buitre, pero había estado tan indefensa como lo estaba ahora. Él la había amordazado, y cargado silenciosamente a través de la noche hasta su propio campamento, donde la había mantenido de rehén contra el ataque de su padre. Ella había sido virgen cuando él la había secuestrado. Cuando la había devuelto, un mes después, ella ya no era inocente. Y había estado tan estúpidamente enamorada de su en otro tiempo captor que había mentido para protegerlo, y por último traicionado a su padre.

La cabeza de Lucy volvió a caer sobre su hombro. "No se que está pasando," murmuró, y las palabras sonaron espesas, su voz drogada. Las escenas que estaban en su cabeza no podían ser recuerdos.

Los labios de él buscaron el pequeño hueco debajo de su oreja. "Nos hemos encontrado el uno al otro nuevamente. Lucy ." Como había hecho la primera vez, él pronunció su nombre como si lo saboreara. "Lucy . Me gusta este nombre más que todos."

"Es... es Lucila ." Ella siempre se había preguntado por qué sus padres le habían puesto un nombre tan pasado de moda, tan poco común, pero cuando había preguntado su madre solo había dicho, bastante atolondradamente, que simplemente les había gustado. Los hermanos de Lucy , por otro lado, tenían los perfectamente confortables nombres de Laxus y Sting .

"Ah. Me gusta ese incluso más." Le mordió el lóbulo de la oreja, sus afilados dientes tirando de él suavemente.

"¿Quién fui antes?" se oyó a sí misma preguntar, luego sacudió apresuradamente la cabeza. "No importa. No creo nada de esto."

En el abismo de los sueños; adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora