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Cada día parece la misma cosa a decir verdad es la misma rutina, no me quejo, me gusta estar así, sin tener que complicarme las cosas, tranquilo, si, todo es tan tranquilo.

Un ligero cóctel de frutas secas cortadas cuidadosamente en trozos pequeños, una botella de agua de limón es lo mejor que pude hacer como desayuno, al menos mejor que las porquerias que venden en la cafetería.

-Mis padres al fin de fueron de viaje así que está la casa- Dijo el castaño

-Ah! Bien hecho Tom, entonces ya está el plan- comentó con euforia el rubio sentado a mi lado.

Atrape con el tenedor un trozo de fruta, melón, lo lleve hasta mi boca... dulce, obtuve otro trozo, manzana, pero esta vez no pude probarlo, la pálida mano de un castaño sujeto con la que sostenía el tenedor llevando el bocado a su boca.

-Entonces a las 8?- agregó el síndico ladron aún masticando el trozo de fruta.

-Idiota- bufe por lo bajo arrebatándole el tenedor.

-¡Fiesta en casa de Tom!- Gritó el Moreno llamando la atención de las personas que se encontraban en la cafetería haciéndolo oficial.

-¡Están locos estamos en semana de exámenes! ¿Como se les ocurre hacer una fiesta?- dije para ambos

- Es vienes además si no quieres no vayas- Me contesto engreído el maldito castaño

-Cállate Tom, bien sabes que quieres que te ayude a recoger el tiradero, y hay estoy como tonta limpiando vomito de quien sabe quien ¿Para eso si no te ayuda Harrison?- le he he en cara molesta, si no fuera por mi y mi buena voluntad de ayudarlo después de cada fiesta ya hace mucho que sus padres lo hubieran cachado.

- Por eso yo me encargo de la organización y tú- dice el rubio apuntando con su índice hacia mi- De recoger, solo eso- Termino con una burla dejando ver sus dientes con cinismo.

-Pendejo- solté para continuar con mi ya no tan agradable desayuno.

Volví a tomar un trozo de fruta con el tenedor el cual de nueva forma me fue robado por el ladron.

-¡Maldicion Tom deja de robar mi fruta!- chills molesta provocando que el susodicho solo mostrara su lengua como acción de burla.

Tom Holland, a sus 20 años se cree todo un experto en placeres corporales, es lo principal sobre el, se dedica a seducir mujeres sin parecerle eso algo difícil, sabe cuando una mujer está dispuesta a tener un encuentro íntimo con el, y si no como por arte de magia logra tenerla en su cama, esa es una de sus mayores habilidades, se cree la gran cosa por eso, es atractivo lo acepto, tiene un gran cuerpo lo acepto,pero es un patan por el hecho de engañar a chicas inocentes que creen que el de verdad las toma enserio, cuando lo único que quiere es follarselas.

Presumido y orgulloso, sobre todo orgulloso, nunca lo he visto hacer la mínima cosa que vaya con su orgullo. Eso es lo que es Tom Holland, o mejor dicho mi mejor amigo.

-¡Comida gratis!- Gritó con un tono infantil hundiendo su mano en el recipiente donde se encontraba mi fruta.

-¡Hazza!- Gritó al ver como se llevaba entre sus dedos fruta que con tanto esfuerzo había preparado para tener un desayuno l, cosa que al parecer era imposible.

Harrison Osterfield, compañero de Tom, la persona que tengo que soportar porque se la pasa pegado como chicle a Tom, cualquiera pensaría que son novios a no ser por la reputación que se cargan, porque al igual que Tom, Hazza es un mujeriego, ya varias chicas han estado en su lista, incluso después de cierto tiempo o mejor dicho de usadas diría que las mismas que Tom. Es engreído, arrogante y obsesivo con su aspecto a pesar de eso es muy infantil. Eso es parte de lo que es Harrison Osterfield, o un conoció..... esta bien, también es mi amigo.

-Hola amor- se escucho in voz chillona tratando de soñar sensual siendo un intento fallido- Te estuve buscando.

Unas manos se vieron deslizar por los hombros de Tom rodeándolo por detrás hasta ese delgado cuerpo descanso sobre su espalda.

Continué el resto del desayuno mientras cada quien seguía en su mundo, esperando a que terminara el descanso, no puedo decir que mis días sean tranquilos con este tipo de personas a mi alrededor, pero si no fuera por ellos seguramente serían de lo más aburridos.

Tome un poco de agua después de al fin haber logrado terminar mi fruta, no sin antes ser robado varios trozos más.

-Hola chicos- Escuché una voz ronca, solo eso fue suficiente para ponerme nerviosa.

-Habrá una fiesta en tu casa- de inmediato le anuncio haz con euforia.

-Me alegra que me avisaran- Dijo en un tono de burla.

Maravillada por su belleza, admirándolo, cada una de sus facciones son perfectas, su carita bella, el..... Sam Holland, hermano menor de Tom, es un año menor que Tom. Es todo lo opuesto a Tom, gentil, amable, el tipo de persona que se preocupa por otro, cuando tiene la oportunidad de ayudar a alguien lo hace sin ninguna inconveniencia, solo por sentirse satisfecho por  hecho de ayudar al prójimo, la persona más dulce, tierna y considerada. El es Sam Holland, mi amigo y .... el amor de mi vida.

- Tu vas a ir?- Me preguntó harry.

Harold Holland el segundo hermano de Tom, el gemelo de Sam que para ser sincero no tienen nada de gemelos más que su cumpleaños. Es lo contrario a sus dos hermanas anteriores el es el aventurero le gusta el peligro y las bromas. Pero aún así tiene su lado tierno como por ejemplo, su amor a la fotografía, en la cual me utiliza como conejillo de Indias, el es de relaciones serias no de mujer tras mujer. Ese es Harry Holland mi otro amigo.

-Claro ahí estaré- sonreí mirando a Sam

-Pues no que los exámenes y no se que más mierda- Dijo Tom echándome en cara mi queja anterior.

-A ti que te importa!-

Maldito castaño mayor, solo esbozó una sonrisa como si hubiera logrado algo, hacerme quedar mal con Sam, eso era lo que quería, pero Sam no es tan malo como el.

La campaña sonó anunciando que el receso terminaba, después de todo no fue tan malo, pude estar con Sam unos minutos, lo cual significó mucho para mi.

———
La música era alta, bastante gente, gente que ni conocía, apenas y se podía caminar, tragos, alcohol hasta morir, este es el ambiente típico.

Estaba en medio de la sala, moviendo me al ritmo de la música, con un trago en mi mano, una mezcla de vodka y jugo de piña, ya llevaba varios tragos para sentirme fuera de mi.

Sentía el calor de una persona, estaba moviéndose a mi ritmo, baje en una especie de sentadilla para al instante subir con candencia restregando mi cuerpo con esa persona al llegar a su rostro, sin dudarlo siquiera me atrapo sujetando con posesión mi cintura, nuestras miradas encontradas lo único que reflejaban era locura y por supuesto... lujuria, nuestros labios a escasos centímetros, seguramente se moría por besarme, lo demostraba al relamer sus labios un par de veces, me acerque un poco mas incitándolo al punto en que podía percibir su aliento, alcohol, era lo único que se distinguía, al estar a punto de rozar sus labios, donde estaba a punto de arriesgarse. Sonreí con malicia y lo empuje un poco.

-¡Como si fuera posible!- Me aleje riendo a carcajadas.

-¡____ no puedes dejarme así!- Me gritaba el rubio desilusionado, pobre Hazza, me encantaba hacerle bromas de este tipo.

Fui a la cocina por otro trago y buscar algo para comer, pero, no me pareció tan agradable lo que vi al entrar, una chica de cabello rubio estaba siendo devorada por un... alto castaño, Sam se encontraba comiendo a besas a la chica, sometiéndola contra el lavaplatos, estrujándola, ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia... mierda, salí de ahí de inmediato, fue perturbador ver eso, me desilusione, me sentía horrible.

La noche continuaba mientras yo me veía como una triste despechada, desahogando mis penas en alcohol, patética, lo sé, simplemente deseaba desaparecer

Asfixia (Tom Holland) *Hot*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora