Asfixia (Tom Holland) *Hot*

17.

Cuando eres niño sueles tener ilusiones, soñar infinitamente y desear que todos tus sueños se vuelvan realidad, deseaba tanto ser feliz, vivir una vida pacífica, crecer y vivir satisfactoriamente al lado de la persona que amo, casarme, tener hijos, si, ese era mi sueño, ¿Era? Así lo deseaba, no es nada fuera de lo normal, nada imposible, tan solo, un inocente sueño

-Estás mintiendo –susurré.

Toda mi vida la he pasado a su lado, siempre siguiéndolo, estando con él, siempre viendo como lo rodeaban, siempre viendo incontable chicas anhelando estar con él, siempre viéndolo irse con ellas y ahora, así como así me dice que siempre me ha amado

-Todo lo que dije es cierto, siempre te he amado, siempre he querido ir tras de ti pero, tu solo hablabas de mi hermano, ver cómo te expresabas de él hacía que me muriera por dentro

-Mientes -susurre por lo bajo

-Me deje llevar por mis instintos, fueron más grandes mis bajos deseos cuando se me dio la oportunidad de estar con una mujer por primera vez, una mujer mucho más grande y experimentada, es el asqueroso sueño de muchos, siempre desee que fueras tu, cada vez que tocaba a otras siempre deseaba que fueras tu

-¡Cállate! -grite molesta -Eso no es verdad ¿Cómo puedes creer que me trague eso? Solo son mentiras, solo excusas para justificar el cómo me trataste, solo lo haces para evitar que me aleje de ti porque no puedes aceptar la idea de que sea una mujer quien te rechace ¿Por qué nunca me lo dijiste? Si tanto me amabas lo hubieras dicho, si tanto me amabas no me hubieras obligado a estar contigo de la forma en que lo hiciste.

Era horrible el dolor que sentía, no sabía si creer es sus palabras o no, podía ser verdad, que de verdad me amara, que todas esas cosas que dijo realmente fueran verdad. Mis lágrimas no cesaban, una a una caía sobre mis mejillas sin la mínima intención de detenerse, no podía controlar mi respiración, mi pecho pesaba, me sentía desfallecer

-Te amo

-¡Cállate! -grite histérica -¡Cállate, cállate, cállate!.

No era real, esas palabras que soltó sin más no eran reales, de eso me quería convencer pero, era tan especial, tan mágico, esas palabras que tanto ansiaba escuchar de sus labios, que me lo dijera solo a mí, que él fuera solo para mí pero, no era capaz de aceptarlo, era más mi enojo, mi decepción, mi irá, todas esas emociones juntas me cegaban y no me dejaban ver más allá de lo que realmente quiero

-No lo entiendes, como no enamorarme de la chica que siempre ha estado a mi lado, que siempre ha estado ahí, que me quiere por lo que soy, no solo una simple cara bonita.

Mis interminables lágrimas caían sobre mis mejillas, simplemente no podía controlar mi llanto, no era capaz de aceptarlo, tenía miedo de que no fuera verdad, que todo fuera una mentira, una farsa para lograr que no me aleje de su lado, que fuera peor que no creyera y al final terminara doliéndome más de lo que me duele ahora. Quise huir, escapar de esa vaga realidad, evitarla y escapar hasta que me sintiera capaz de aceptarlo. Limpie mis lágrimas rápidamente con mi antebrazo y con la poca fuerza que me quedaba para mantenerme en pie salí de ahí corriendo, mis pies se movían por pura inercia, creí que caería en cualquier momento pero lo único que tenía en mente era alejarme, escapar de él, escapar de todo. Logre llegar hasta mi casa, entre rápido cerrando la puerta tras de mi apoyando mi espalda en esta, no podía controlar mi respiración, cada vez era más difícil tomar aire, correr lo empeoro, acaso ¿Estaba hiperventilando? No lo sé, mi vista se nublo sentí mi cuerpo al límite y después de escuchar la voz de mi madre

-___, ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? -se escuchaba lejos, ya no sentía nada, ya no caía en cuenta de nada, en instantes me desvanecí, todo se volvió tan oscuro.