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—Auch, duele.

Se quejó, frunciendo el ceño. Jeongin, quién estaba de pie frente a él y sostenía el algodón, lo miró con desaprobación antes de volver a acercar el algodón a la herida.

—Eso te pasa por pelear —le contestó — ¿Era necesario llegar a los golpes?

—Si hubieras escuchado lo que dijo seguramente también lo habrías golpeado —se defendió —Nunca había escuchado decir algo así a Minho, ni siquiera cuando estaba borracho. Por eso me sorprendió y me enfureció.

—Nos dimos cuenta que te enojaste —rió levemente —Bastaba con ver como le dejaste la cara al pobre chico. Yo creo que te pasaste un poco con la fuerza de los golpes.

—Pero si a penas lo toqué, lo que pasa es que él es un exagerado, y un maldito —se quejó cuando sintió el ardor en su herida, pero no habló, se mantuvo con el ceño fruncido.

Seungmin observaba todo desde la puerta de la habitación, con la mente en todo lo que había pasado hace apenas unos minutos.

Todavía no creía que había vuelto a ver a Hyunjin y Minho, y que se habían peleado nuevamente.

¿Por qué la vida no lo dejaba ser feliz?

Le había dolido reencontrarse con los chicos, pero más le dolió el ver que seguían juntos, porque en el fondo de su corazón deseaba que aquellas dos personas sufrieran lo mismo que sufrió él por tantos meses.

Todavía sentía el tacto de la mano de Hyunjin sobre la suya, como también sentía la suavidad de su cabello entre sus dedos. Se había sentido tan extraño el volver a tocar a Hyunjin, como si su piel hubiera necesitado ese contacto.

Pero él no.

No necesitaba a Hyunjin.

— ¿Cómo te sientes? —volvió a la realidad y observó a Jisung, quién le sonreía a pesar de las muecas de dolor que hacía. Intentó sonreír, aunque solo consiguió hacer una mueca bastante rara.

—Agotado y con ganas de llorar —Respondió sincero, encogiéndose de hombros —Yo me iré a recostar un rato, necesito pensar en soledad.

—Está bien, pero no hagas nada malo —asintió, y se separó de la puerta, comenzando a caminar hacía su habitación.

Jisung siguió soltando un par de maldiciones algunos minutos más, hasta que su rostro estuvo completamente limpio, al igual que las heridas. Cuando Jeongin terminó de limpiar las heridas en el rostro del rubio, suspiró y se sentó en la cama, frente a Jisung.

— ¿Qué fue lo que dijo Minho? —Preguntó con tranquilidad, viendo como Jisung comenzaba a jugar con su cabello, clara señal de que estaba nervioso.

—Una estupidez, no te preocupes —se dispuso a levantarse, pero Jeongin le tomó la mano, impidiendo que se alejara. Jisung suspiró, y se volvió a acomodar en la cama — ¿De verdad quieres saber?

—Quiero saber que te enfureció tanto como para que lo golpearas —Jisung asintió, y dio un largo suspiro antes de hablar.

—Dijo que Seungmin era un idiota por haberse cortado y salir corriendo, también dijo que lo mejor era que me alejara de él para que no me contagiara su depresión y que Hyunjin estaba mejor a su lado que al lado de Seungmin —el rubio hablaba con seriedad, reviviendo cada palabra en su mente —Cuando lo oí quise matarlo ahí mismo, por eso lo golpeé.

—Es un desgraciado, espero que Hyunjin se dé cuenta y lo deje cuanto antes.

— ¿Sabes? Yo también opino lo mismo. Conozco hace muchos años a Hyunjin y sé que no es una mala persona, solo es alguien que prefiere ocultar los problemas en vez de resolverlos, prefiere fingir que los problemas no existen —Jeongin asintió, memorizando aquella información de Hyunjin.

ENGAÑO|| HyunMin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora