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Todo estaba tranquilo nuevamente, ya ninguno lloraba.

Seungmin terminaba de comer su media luna, bajo la atenta mirada de Hyunjin.

Estaban frente a frente otra vez, en silencio, cada uno pensando en distintas cosas y evitando decir palabra.

No todo había salido como lo tenía planeado Seungmin.

Él no quería discutir y gritar, él quería hablar con tranquilidad las cosas.

Pero no era capaz de hacerlo

—Lo siento —Dijo —Te golpeé muy fuerte.

—No, está bien —Hyunjin miró su brazo —No duele. Además, me tenía merecido el golpe.

—Bobo —Susurró, dándole un sorbo a su chocolate.

Hyunjin sonrió de lado, admirando a Seungmin.

Por qué no sabía si esta sería la última vez que lo vería.

Pensaba que había visto a Seungmin por última vez en la playa, por qué no se esperaba que el menor lo buscara para hablar las cosas.

Para aclarar todo.

Para poder dejar de sufrir.

Entonces se le ocurrió una idea.

—Seungmin, necesito que me acompañes a un lugar —El menor lo miró con duda —Es importante, por favor.

— ¿Tiene que ser ahora? —Hyunjin —asintió —No tengo ánimos, Hyunjin.

—Por favor —Pidió el mayor —Después te puedes ir si quieres, pero acompáñame.

Seungmin miró los ojos suplicantes del mayor, los mismos ojos que amaba con todo su corazón.

Suspiró, asintiendo.

—Te acompañaré un rato, luego me iré —Hyunjin le sonrió, haciéndolo sonreír también.

¿Cuánto había extrañado la sonrisa de Hyunjin?

Demasiado, y recién lo había notado.

—Entonces vamos, no perdamos tiempo.


[...]


Seungmin podía jurar que la temperatura había bajado mucho más, por qué ahora tenía frío, incluso con la chaqueta de Hyunjin encima.

Definitivamente tuvo que haberle hecho caso a Woojin.

A su mente vinieron recuerdos de los inviernos pasados, esos donde salía con Hyunjin a jugar con los niños y la nieve al parque, donde comenzaban a lanzarse bolas de nieve y a reír sin importarle si algún adulto los miraba raro.

Ellos estaban en su propio mundo.

También recordó las tardes en la que ambos se quedaban en cama todo el día, viendo películas o alguna serie entretenida, tomando chocolate caliente con galletas.

Tenía ganas de volver a repetir todos esos momentos.

Inconscientemente se fue acercando al mayor, buscando algo de calidez. No se dio cuenta cuando su brazo estaba pegado al de Hyunjin y su cabeza apoyada en el hombro contrario.

—Si tienes mucho frío te puedo prestar esta chaqueta también —Cuando escuchó la voz de Hyunjin, fue consciente de lo cerca que estaban, así que se separó un poco.

—Si me das tu chaqueta quedarías expuesto al frío y tú te resfriarías —Le respondió —Estoy bien, así que no te preocupes.

Siguieron caminando en silencio, un poco más separados.

ENGAÑO|| HyunMin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora