La historia de Conejitoblanco, la loba aventurera

Capítulo 4: Hoguera de Greely

Narra Conejitoblanco

Aburrida, en mi casa, leyendo un libro sobre fantasmas, vi en la TV una noticia. Parecían muy preocupados.

Noticiero: Atención, Jammers! Un volcán parece que hará erupción, por favor busquen un refugio!

Me sorprendí ante esa noticia. Luego salí afuera y vi que era real. A lo lejos del Municipio, un volcán muy alto echaba humo morado. Al rededor de él, había muchas nubes del mismo color, y se veía que llovía pringue fantasma. Se sentían apenas los terremotos. 

Para poner a prueba mi aprendizaje, fui corriendo hacia la base del volcán, donde había nieve. Los temblores aumentaron y emprendí a subir hacía la cima. Lo vi más cerca, parecía peor.

En mi camino había fantasmas y también, lluvia de fantasmas, envueltos en llamas. Logré esquivarlos, apenas.

Seguí el camino hacia el volcán, donde la nieve se iba acabando y tenía que saltar sobre las rupturas con lava, donde los temblores se hacían mas fuertes y creaban terremotos. Logré llegar a la cima, donde encontré una tuerca. Entré al volcán y habían circuitos como de máquinas de luz, que debía completar para abrir puertas. Los hice y logré pasar a una parte que había un emblema naranja en el suelo, y vi que había caños fantasma contaminando la lava. Raro, ¿no?

Encontré cristales de lava que debía poner en los agujeros del emblema, me costó bastante. Pero lo logré y avancé sobre unos pisos de caño violeta sobre la lava. Unos fantasmas me emboscaron en el camino, pero con semillas explosivas logré derrotarlos. Subía escaleras y llegué al agujero del volcán. 

Hacía un calor tremendo y los terremotos eran gigantes. Caían fantasmas en llamas y por poco me caigo en el hueco. A lo lejos, estaba el Municipio de Jamaa. Decidí apurarme, o todo mi hogar sería destruido por el volcán. Fui a otra entrada y entré en el volcán otra vez. 

Para colmo, había máquinas fantasmas que creaban a los enemigos y se ponían a perseguirme. Son muy molestos.

Pasé rápido y llegué a una parte en la que había rocas que cada tanto ardían. Me quemé los pies a pesar de que tenga los guanteletes fantasmas. Había máquinas fantasmas (como me tienen estas máquinas, dios) y llegué a una isla de roca que tenía una cara gigante de un lobo con ojos naranjas y lava cubriendo su entrada. Y apareció Greely. Por fin lo veía en persona.

Greely: ¿Un jammer? ¡YA LES HE DICHO QUE YO PUEDO SOLO! Y ahora como estás aquí, el rey fantasma adelantó la erupción. Mas vale que lo destruyas, yo trataré de detener esto. Aunque seguro llegarás arrastrándote pidiendome ayuda.

Esto último me enojó un poco, pero Greely usó una luz para dejarme pasar. Entré a la cara del lobo, y lo vi.

Me lo imaginaba diferente, pero ahí estaba, gigante, envuelto en electricidad y su fuerza, el Rey Fantasma.

Este golpeó el suelo fuertemente causando más terremotos.

No se imaginaban el calor que hacía, el campo de batalla estaba rodeado de lava y en el centro había lava, igual.

Recordé lo que me había dicho mi padre tiempo atrás, que debía ponerme debajo del rey para que golpee el suelo y se aturda, y le lance semillas explosivas. Hice esto, el rey creó un aura  morada debajo de él, se levantó y lo golpeo, ocasionando mas terremotos. Se aturdió, y le lancé semillas explosivas, y le dí.

Mi corazón latía al mil, era la primera vez que lo enfrentaba y temía de que no volviera, pero tomé valor. Al segundo golpe, hice lo mismo y este se enojó, invocando a fantasmas. No les dí importancia, a pesar de que me molesten y me golpeaban con sus tentáculos dándome electricidad, pero seguía aguantando.

Me quedé muy débil por la electricidad y el calor, aturdida, pero con mis últimos esfuerzos logré que el rey golpeara el suelo y le lancé una semilla explosiva. Este escapó hacia arriba. Creo que lo vencí!

Pero la cosa no terminaba ahí.

Los terremotos aumentaron y Greely apareció.

Greely: Vaya, nunca había visto algo igual. Se dice que solo los jammers más valientes pueden vencer al Rey Fantasma. Te juzgué mal. Pero me temo de que todo no es bueno por ahora, el rey se sintió amenazado y aumentó aún mas la erupción! Por favor, te pido algo. VETE de aquí, yo te cubriré y trataré de detener la erupción.

Me quedé sorprendida al oír eso, le dije que yo podía ayudarlo y que no quería dejarlo ahí, que solo Zios sabe que le pasaría.

Greely insistió.

Greely: Será PELIGROSO, pero sé que podrás hacerlo. VETE de una vez, ¡y NO MIRES ATRÁS!

Yo me preocupé.

Greely: Por favor... ve, estaré bien.

Confié en él y me fui corriendo, esquivando las piedras que caían.

Pasé por todos los lugares que pasé antes, todo se había roto y las piedras no paraban de caer. Tenía que tener cuidado.

Pero todo explotó a mis espaldas y logré salir por una entrada, y salí volando, casi muero por los pelos.

El volcán hizo erupción, pero antes de que caiga, la lava inesperadamente se congeló, rompiéndose. No podía dudar de que Greely había echo eso.

Al lugar de donde vine, los alfas aparecieron junto con mis padres y mi tía, y me empezaron a hacer todo tipo de preguntas, y me preguntaban si estaba bien. Les conté lo de Greely, y se sintieron muy apenados.

Sir Gilbert: Vaya, Greely nos salvó a todos y a Jamaa! Espero que esté bien... quisiera haberlo podido saludar.

Liza: Espero que siga vivo.

Y tenían razón, él nos había salvado de la erupción. Que mal que no lo pude ayudar, pero aún sigo pensando de que está bien.

De pronto, un fantasma envuelto en llamas cae sobre mí, tirándome al suelo, y me desmayé debido a lo débil que estaba.