Dulce Pecado (Camren G!P)

Epílogo

Tiempo después...

Hace mucho tiempo que no me sentía tan impaciente y con tantas ganas de dejar un lugar. Quería terminar todo de una vez e irme a casa o largarme del país de una vez. Quería estar allí, por supuesto, ¿pero cuál era el propósito si ella no estaba conmigo?

No solo era un encuentro casual en el que ella no aparecía. Camila se había ido. Me había dejado como lo había hecho tantas veces y ni siquiera se había despedido. Sentía que si cualquier persona me mirara de ahora en adelante se reiría de mí, sabiendo lo que había sucedido. Sabiendo que me había tomado de idiota una vez más. Una vez más le abrí mi corazón y la dejé entrar... ¿A quién estaba tratando de engañar? Camila nunca había salido de mi corazón. Desde el momento en que reconocí que estaba enamorada de ella, ese sentimiento nunca había cambiado. Habíamos pasado por tormentas, por supuesto, durante ese año que estuvimos separadas, pero al final todo había funcionado. Camila me había tentado de nuevo, haciendo que yo me rindiera una vez más a sus encantos y aceptara que nuestro amor simplemente era más fuerte que cualquier adversidad.

Pero aquí estaba yo, sola otra vez, después de que Camila obviamente me dejó una vez más. Pasaron casi dos años después de aquel día en que me visitó en el hospital con el pretexto de llevar mi almuerzo, y que terminó en mi casa, cuando la llevé allí, solo dejándola salir para organizar su mudanza.

Mientras aceptaba el hecho de que todo había terminado de nuevo, me vinieron a la mente los recuerdos de los últimos años.

Había sido difícil para que las personas aceptaran a Camila como mi novia, todos pensaban que estaba interesada en mi dinero, hasta que gradualmente, con el pasar de los meses, mis amigos y compañeros fueron aceptándola cada vez más. Andrea fue una de las sorprendidas al enterarse de nuestra relación, por supuesto, pero con la ayuda de Normani y Mark, pronto nos apoyó.

La reacción de los padres de Camila no me sorprendió más que la de Josh, cuando se enteraron de nosotras. Sus padres me criticaron bastante al principio y hasta hoy no me aceptaban por completo. Incluso la prohibieron que me viera y amenazaron con denunciarme a la policía, aunque no existía ningún crímen. Pero todo lo que hizo Camila, en lugar de pelearse con ellos, fue emanciparse y mudarse conmigo. Sus padres trataron de impedir que Camila fuera emancipada, alegando que ella no estaba en condiciones psicológicas para tomar tal decisión y que yo le había lavado el cerebro. Fue entonces cuando Josh apareció, sorprendiendo a todos. Su testimonio hizo que el juez decidiera que Camila estaba bien para tomar esa decisión por su cuenta, sin ninguna influencia.

(Emancipado es aquel que es menor de edad pero ya puede tomar sus propias decisiones, es independiente, y ya no depende de las decisiones de sus padres. Camila depende de ellos hasta los 21 años, pero ya fue emancipada)

Por supuesto que una parte de mí quería creer que Josh lo había hecho por pura bondad, pero en el fondo sabía que había algo más. Después de confrontarlo sobre el motivo que lo llevó a hacer eso, él simplemente dijo que Hanna estaba embarazada y le había dicho que sacara a Camila de la ciudad, o nunca vería a su hijo. Confieso que no fue fácil recibir la noticia de que sería abuela, al mismo tiempo que veía que nada de eso cambiaría algo en la relación con mi hijo. Seguía sin querer hablarme. La única noticia que recibí sobre mi nieto, que ahora tenía un año, fue a través de una amiga de Camila que mantenía el contacto con él, y me pasaba algunas fotos e informaciones.

Pasada las adversidades de aceptación de las personas que conocíamos, todo iba perfectamente bien en mi relación con Camila. Vivíamos juntas en mi casa, donde ella había terminado sus estudios, hasta que nos mudamos a Massachusetts hace unos meses, después de que Camila fue aprobada en Harvard.