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La noche anterior, cuando me preparaba para dormir, pensé que me despertaría al día siguiente e inmediatamente me arrepentiría de haber cedido a los avances de Camila. Pero cuando me levanté para ir a trabajar, la primera cosa que pasó por mi mente fue la idea de ir allá y despertarla sólo para darle los buenos días.
Por supuesto que yo aún tenía miedo de todo esto, pero la idea cada vez me parecía menos complicada y más placentera. Camila, a pesar de ser una niña y tener un pequeño cuerpo, pensaba y actuaba-la mayor parte del tiempo-como una mujer adulta. Y ella no se molestó en dejar nítida su atracción por mí. Y ahora yo no podía ocultar que también me sentía así.
Algun día yo podría mirar atrás y ciertamente vería cuán equivocado era esto, pero en este momento no le estaba dando mucha importancia a las cuestiones morales.
Resistí al impulso de despertar a Camila y bajé las escaleras, siguiendo el olor a café recién hecho hasta la cocina, donde Normani estaba de espaldas, cortando algo sobre el mostrador.
-Buenos días, Normani - saludé con una sonrisa yendo directo a la cafetera.
-Buen día, Dra. Jauregui. ¿Desayunará en casa hoy? - ella preguntó pareciendo sorprendida por verme allí.
-Sí. Pero no te apures. Leeré un poco el periódico.
A pesar de prolongar el máximo tiempo para poder ver a Camila antes de ir al trabajo, cuando vi que tenía que salir rápido o llegaría tarde, me contenté solo con dejarle un recado a Normani pidiéndole a Camila que me llame cuando despertara.
Y yo ya estaba la primera ronda cuando mi teléfono vibró en el bolsillo de mi bata de laboratorio y respondí solo para decirle que devolvería la llamada en diez minutos. Terminada la ronda, fui hasta mi oficina y llamé a casa, sonriendo cuando Camila atendió.
-Duermes demasiado, ¿sabes? - comenté después de saludarla.
-Pasé toda la noche soñando. No quería despertar - ella argumentó.
-¿Y qué soñaste? ¿Puedo saber? - pregunté, recostándome en mi silla de cuero, sintiendo una sonrisa surgir en mis labios.
-Soñé que entrabas a mi habitación solo con tu bata de laboratorio, con nada más, y decías que querías jugar al doctor. Hum... Y debes estar usando esa bata ahora, ¿verdad? Podrías venir con él hoy y cumplir mi sueño. ¿Qué piensas?
-Nunca llevo la bata a casa, Camila. Y por favor, ¿podemos cambiar de tema? Estoy en el trabajo y no puedo estar hablando de estas cosas.
-¿Entonces tampoco puedo decir que estoy chupando una paleta?
Bajé la cabeza golpeandola sobre el escritorio y cerré los ojos, respirando hondo para apartar esos pensamientos de mi cabeza.
-¿Qué vas a hacer hoy? - pregunté tratando de cambiar de tema.
-Leer un poco o rasgar algunas hojas más de un cierto libro. ¿Vas a llegar tarde hoy?
-No. Debo llegar un poco más temprano que ayer. Y deja a mi libro en paz.
-Es muy interesante. Encontré un poema perfecto aquí. ¿Quieres que te lo lea?
-De ninguna manera - dije apresuradamente.
-Está bien. Pero te leeré otra.
-Creo que mejor no.
-Relájate. No es de ese libro. ¿Puedo? -. Pensé un poco antes de murmurar un "sí", preparándome en caso de que ella estuviera mintiendo, pero no lo estaba. -"Demasiada locura es el juício más divino. Para una mirada perspicaz, demasiado juício, la más severa locura. Y la mayoría que en esto, como en todo, prevalece. Con tu consentimiento. Dices que es muy peligroso. Estás encadenada".
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Dulce Pecado (Camren G!P)
Fiksi PenggemarDespués de ser traicionada por su novio Camila Cabello busca consuelo en los brazos de su suegra, Lauren Jauregui. (Traducción del portugués) (Lauren G!P)