「Capítulo siete」

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Ji Yong trabajaba hasta las dos en su oficina, entonces guardaba todo y salía hacia la estación Itaewon. Llegaba después de las tres. Caminaba sin rumbo, veía la universidad y las calles por las que pasaba, se tomaba un descanso en una famosa cafetería hasta que faltaban diez para las cuatro.

El restaurante cerraba miércoles y jueves, así que sentía que había pasado mucho tiempo desde que había visto a todo el mundo.

— Hola.

— Ey, ¡estás aquí!

Ji Yong levantó la vista hacia la persona que lo saludaba y se quedó asombrado.

— Seungri, tu cabello...

— Lindo, ¿no es así?

— Sí, es lindo, pero...

El cabello de Seungri era rubio platinado brillante y en pequeñas trenzas hasta los hombros.

— Es punk, ¿no es así?

YoungBae salió del cuarto del vestidor de atrás, su chaleco todavía desabotonado y se anudaba el delantal, suspiró profundamente.

— ¿Qué quieres decir con eso? YoungBae, a todo el mundo en la escuela le gusta.

— Estás en una escuela de arte.

— Eso es discriminación.

— No, no lo es. Es sentido común. ¿Has visto a un mesero que se vea tan bizarro?

— Apuesto que se ven así en Francia.

— Bien, esto es Corea.

— Ey, ¿piensas que es raro, Ji Yong-ssi? — preguntó Seungri con los ojos muy abiertos.

— Bueno, no es extraño, pero se...

Pero Ji Yong veía a lo que se refería YoungBae.

— No voy a meterme en esto, mejor espera a ver qué dice el chef cuando lo vea.

— Él dice que se ve lindo.

— ¿Cuándo vio esto?

— Esta mañana lo vi cuando estaba reabasteciendo y dijo que se veía lindo.

— Bien, me rindo.

La cara de póker de YoungBae desmoronó ante la cándida cara de Seungri. En ese momento Seungri era el victorioso.

[...]

Ya habían pasado tres semanas desde que Ji Yong había llegado a trabajar al Individu.

La primera semana le devoró mucha energía acostumbrarse al restaurante, al trabajo y a la gente, por lo que realmente no recordaba lo que había hecho. La segunda semana finalmente pudo ver alrededor y saber lo que necesitaba hacerse sin que se lo dijeran: había limpiado las copas de vidrio y entendía el rol que desempeñaba y la relación del personal un poco mejor.

SeungHyun era el propietario y chef en jefe, su rol estaba en la cima de la pirámide. La imagen de él como arrogante y terco que Ji Yong se había formado en un primer momento había desaparecido completamente. Más bien, tenía una variada personalidad, excitante y metódica, eso lo hacía ser rígido, y parecer terco.

Durante las horas del trabajo, se quedaba en la cocina con Daesung, y dejaba el salón para YoungBae, expulsando a quien entrara en su cocina.

Una ventana comunicaba a la cocina con el restaurante, de donde ellos tomaban los platos de comida cuando estaban listos para ser servidos. El personal del salón se comunicaba con la cocina por la ventana y Ji Yong encontraba la dedicación que vislumbraba cautivante.

『 Eat or be Eaten 』 » GtopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora