Parte 5: La semilla

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5-La semilla

**Ginrei**

Reconozco que soy un hombre difícilmente impresionable pero desde que tenemos esta nueva vida estoy viendo cosas que me dejan más que patidifuso.

-¡¡Yylfordt ven aquí!!! ¡¡Te he dicho que vengas aquí criajo!!!-

-¡No!!! ¡¡Eres feo papá!!! ¡¡feeeoooo!!!!- observo con disimulo como mi buen y querido amigo Genryusai Yamamoto, renacido al igual que todos y con unos cuantos miles de años menos, empieza a cabrearse tanto que las venas se abultan en su reciente calva.

-No sabes lo que es el miedo hijo mío....voy a tener que demostrártelo....-

-Yamamoto- agarro el brazo de mi amigo que enseguida desconecta de su enfado para mirarme algo avergonzado por su comportamiento ante mí. Es extraño que seamos amigos y él no recuerde nada de la otra vida porque murió antes de tiempo. Creo que en el fondo es mejor así porque este hombre se merece una vida relativamente tranquila después de estar al frente del Gotei durante tantos siglos. Lo que no me esperaba es que hubiera juntado tantos hijos, y no solo shinigamis, sino también niños de otras razas.

-Mm...lo lamento Ginrei, mis hijos pequeños son un quebradero de cabeza. Siento estar retrasando nuestra hora del té-

-No te preocupes, aprovecho esta visita también para ver cómo están tus hijos ¿puedes hacerles llamar?-

-Por supuesto ¡¡Jushiro, trae a todos!!!- sonrío nostálgico al ver al antiguo capitán Ukitake Jushiro convertido en un joven de veinte años como mi hijo Soujun, con una sonrisa tan radiante que ilumina la estancia con su presencia. Yamamoto adoraba a Ukitake y me alegro de que aquí hayan renacido como padre e hijo.

-Es un placer verle de nuevo, Ginrei-dono-

-Lo mismo digo, Jushiro.- el muchacho me hace una reverencia antes de llamar a todos sus hermanos. Dioses...son demasiados críos para Yamamoto, me recuerda un poco a la familia de Yhwach en estos instantes. De derecha a izquierda y con Jushiro en medio, puedo ver a dos niños rubios de la edad de mis nietos que están cogidos de la mano jugueteando, otro rubio algo más mayor y el último de cabello cobrizo que se mantiene sereno como su hermano mayor.

-Ya conoces a mis gemelos, Yylfordt y Calius. Luego está Jugram, de un año más, mi hijo Shinobu de quince años y Jushiro, el mayor-

-¿Por qué tenemos que ponernos en fila, papá feo?-

-Por kami...voy a terminar quedándome con un hijo menos- Yamamoto fulmina con su mirada a uno de los gemelos. Es un arrancar, puedo sentir su presión espiritual, igual que la de su hermano Calius y distinta a la de Jugram, el Quincy...que fue mano derecha de Yhwach en el pasado. Menos mal que este último está muy entretenido con sus "coyotes" como para descubrir a sus antiguos camaradas para hacer un ejército. Shinobu y Jushiro son shinigamis por lo que no me preocupan.

-Dime ¿Cómo los ves?- Yamamoto me ofrece tomar asiento a la vez que ha despachado a sus hijos para dejarnos solos. -¿Notas algo diferente en ellos?- tuve que contarle a mi amigo que tuvimos una vida pasada y que aunque él no lo recuerda, se ha comprometido a cuidar a sus hijos y vigilar sus poderes a medida que crecen. Yamamoto no es tonto, siempre ha sospechado que esta vida es diferente y tengo la esperanza de que en un futuro termine recordando el gran shinigami que fue antaño.

-Están creciendo fuertes, Yamamoto. Deberías estar orgulloso-

-¿De qué me llamen calvo bigotudo u otras tonterías? Van a acabar con mi paciencia-

-Mis nietos también son muy revoltosos y demasiado pequeños para entender lo que es el respeto-

-Unos buenos azotes harán que nos respeten. Van a salirme canas prematuramente-

"Kazoku"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora