"Kazoku"

Parte 11: La doble noticia

11-La doble noticia

**Byakuya**

Siento el cuerpo demasiado pesado como para obligarme a levantarme. Esta debilidad...ah kami... ¿otra vez?.... ¿hace cuanto tuve la sensación de que podía estar mejor? Los síntomas de mi acostumbrada debilidad habían desaparecido para dejar paso a la soledad....pero ahora....

Me incorporo un poco para ver como Renji está vistiéndose de espaldas a mí. Observo detenidamente su fornida espalda tatuada hasta que la camisa cubre su cuerpo negándome más vistas.

-¿Estás bien?- le miro algo confuso y simplemente asiento con la cabeza. No tengo fuerzas ni para respirar. Siento nauseas.

-¿Dónde...trabajarás hoy....?- modulo mi voz cansada para llamar su atención y de nuevo Renji me mira mientras termina de atarse el cabello en una coleta alta.

-En la pizzería y luego en la construcción. Me temo que llegaré algo tarde, ya sabes cuál es mi móvil por si me necesitas-

-Deberías...mejorar tus habilidades con el kido...-

-¿A qué viene eso? no soy tan malo-

-Eres...pésimo....- resoplo al recordar lo malo que era con el kido en la otra vida y lo sigue siendo. De solo pensar en el otro Renji que seguirá con su vida lejos de aquí, hace que mi estómago se revuelva aún más.

-Tengo que irme.- le miro nervioso cuando se aleja para salir de la habitación y me incorporo lo más rápido que puedo para andar tras él y verle irse por la salida principal. No sé porqué...siento tanto sueño....

**Renji**

Ni siquiera puedo agarrar el picaporte de la puerta principal del dojo cuando un golpe seco en el suelo me hace girarme para mirar horrorizado a mi amante tirado en el suelo totalmente inconsciente. Abro los ojos de par en par y corro a su lado para cogerle en brazos intentando reanimarle.

-¡Sen!!- le zarandeo algo abrupto viendo que no despierta y le levanto sujetando su cabeza para apoyarla en mi hombro. –Byakuya.....oé....por favor despierta...- susurro su verdadero nombre con temor y aprieto los dientes después de maldecir mientras llamo al teléfono de un médico de confianza, el que siempre ha estado velando por la salud de Byakuya desde que era niño.

El doctor Ishida Souken no tarda mucho en llegar a casa y observo como explora a Byakuya con semblante serio. Me cruzo de brazos algo nervioso e intento no hablar hasta que el hombre suspira metiendo el material médico en su maletín.

-¿Es...su enfermedad?-

-Los síntomas son distintos esta vez. – veo como el doctor se levanta y sale de casa un momento para ir al coche y regresar con una máquina cuadrada que deja en el suelo al lado de Byakuya.

-¿Qué es eso?-

-Una máquina para detectar reiatsus a través del gigai. No quiero usar el transformador para sacar el auténtico cuerpo de Byakuya, por si acaso...- trago saliva por tanto misterio mientras el doctor pone unos cables sobre el pecho y abdomen de Byakuya. Ni siquiera pasan unos segundos cuando la máquina empieza a pitar escandalosamente.

-Tal como me temía. –

-¿Es grave?-

-¿Lo oyes?- el doctor me hace centrar la atención en la fuerza espiritual de Byakuya a través de la máquina. Su reiatsu pita intermitentemente pero acelerado, como si estuvieran mezclándose varias fuerzas espirituales. ¿Qué está pasando?

-Por la cara que has puesto no sabes de qué te hablo. ¿Nunca usáis vuestro cuerpo de shinigami para tener relaciones sexuales?-

-No....nunca....para eso no...-