02; El Niño Que Vivió

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Todo empezó esa noche.

Severus Snape, profesor de magia contra Artes Oscuras, entró en lo que quedaba de la casa de los Potter. Se acercó a la habitación del pequeño Harry, para saber si alguien quedaba vivo. Al ver a Lily tirada en el suelo, se echó a llorar. El niño pequeño que estaba en su cuna también lloraba. Snape lo recogió y lo llevó a Howgarts, junto a Dumbledore. Les comunicó que Lily y James Potter habían fallecido a causa del Señor Tenebroso. A Albus Dumbledor y a Minerva Mcgonagall no les quedó remedio, asique lo llevaron junto a su única familia, sus tíos, Los Dursley. Una familia de muggles, que se creían los mejores. Estaba la señora Dursley, Petunia, bastante delgada, rubia y tenía el cuello muy largo por espiar a sus vecinos por detrás del seto; estaba el señor Vernon Dursley, que a diferencia, tenía el cuello hundido de lo gordo que estaba, siempre tenía la cara roja, y sólo estaba feliz si ganaba dinero con su empresa de taladros o si su hijo estaba contento; por último estaba el pequeño Dudley Dursley, que era igual que su padre tanto en carácter como físicamente. Es un niño caprichoso que siempre consigue lo que quiere.

Ese justo día, por la mañana, en casa de los Dursley, Privet Drive número 4, el señor Dursley se levantó con buen humor. Se fue a la cocina, donde Petunia estaba preparando el desayuno para el pequeño y sobado Dudley. Mientras se comía el bacon, el señor Vernon, miraba las noticias.

-Bienvenidos, hoy tenemos noticias de última hora. Las lechuzas están cambiando su forma de comportamiento, salen de día a pleno sol.

[...]

Ese día, a partir de ese justo nomento, todo empezó con sucesos extraños, el cielo estaba negro, nublado, y los animales en vez de invernar, salían al mundo. El señor Vernon cada vez estaba más nervioso, ¿y si pasaba algo que no le gustase, como, cosas raras, personas que andaban por la calle con capas y cuchicheando entre sí?

Cuando iba en el coche a su trabajo, la empresa de taladros Grunnigs, le pareció ver a un gato que leía el cartel de "Privet Drive", estaba nervioso. Los Dursley habían perdido el contacto con los Potter, la familia por parte de Petunia. Cuando estaba en un stop, escuchaba decir a gente rara con capas "-¡El señor tenebroso se ha ido!"

Eso aún lo ponía más nervioso de lo que estaba.

Al llegar a su oficina, se tranquilizó.

-Todo esto es un sueño, es un sueño. -Susurraba mientras intentaba pensar que era mentira. Todo fue bien en la oficina. Pero al volver a casa...

¡El gato seguía ahí! Ese gato no era normal. Se hizo de noche y los Dursley se fueron a dormir.

El gato rondaba por la calle de Privet Drive, hasta que se posó en el banco de la casa de los Dursley, número 4. Estaba petrificado. Parecía que estaba esperando a alguien. A las pocas horas, apareció un hombre con capa, no se le veía la cara. Se sentó en el mismo banco que el gato.

-Buenas noches, profesora MCgonagall .

El gato se transformó en una mujer de mediana edad con un sombrero acabado en punta.

-¿Buenas Noches? ¿A usted se lo parecen? James y Lily Potter han muerto...

-Lo sé, lo sé... Pero Voldemort se ha ido. Su hijo está vivo.

-Como se atreve Dumbledor, a pronunciar su nombre. -La mujer se quedó atónita.

-No le temas, temerle a un nombre, sólo incrementa el valor de lo nombrado.

-¿Y Hagrid? -Dijo la mujer del sombrero.

-Llegará de un momento a otro. Tenga paciencia.

En unos instantes un hombre corpulento y más alto de lo normal, llegó en una motocicleta con un bebé. La mujer y el hombre de la capa se levantaron del banco a coger al bebé en brazos.

-Tiene los ojos de Lily... -Dijo el de la capa.

-Es hora de despedirse... Hasta dentro de diez años pequeño... -Dijo la mujer del sombrero.

-Eres un niño valiente, Harry Potter. -Se escuchaba llorar al corpulento.

-No llores Hagrid, le volverás a ver. -Intervino el de la capa otra vez. El hombre lo dejó en el felpudo. El corpulento se volvió a montar en su motocicleta y se veía al hombre de la capa bajar calle abajo abriendo un pequeño portal de luz. El gato volvió a su sitio, en el banco. Cuidando del pequeño.

Por la mañana...

-¡Petunia! -Gritaba el tío Vernon al salir por la puerta cuando estaba dispuesto a ir a trabajar, pero se encontró al pequeño obstáculo en el camino. Petunia salió a fuera y vio lo ocurrido.

-¡Oh dios mío! No crees que... -Dijo mirando al Dursley.

-Sí. -Dijo temeriento éste.

Y así fue cómo el pequeño Potter acabó con sus tíos, los Dursley. Aquí comienza su historia...

La hermana de PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora