18- Sólo mío

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- Jungkook.

Todo lo que estaba en la encimera fue a parar al suelo cuando las embestidas comenzaron. Las manos de Jimin fueron hacia la espalda del mayor, clavando sus uñas cada vez que tocaba ese punto sensible en él. Sus piernas, alrededor de la cintura de Jeon, temblaban debido al placer provocado. Sus labios hinchados después de habérsela chupado, sus nalgas rojizas gracias a las nalgadas que recibió hace sólo unos minutos mientras Jungkook lubricaba su entrada con su lengua y dedos.

Jeon lo miró a los ojos, una de sus manos siguió presionando la cintura del chico mientras que la otra la llevó hacia su cuello, rodeándolo y presionando, dificultándole la respiración pero enviándole un escalofrío por todo su cuerpo. Jimin soltó un largo gemido cuando su próstata fue torturada repetidas veces, y el que estuviera ahorcándolo mientras era follado con tanta brutalidad, los ojos de jungkook ardiendo en deseo, hizo que se viniera sin siquiera haberse masturbado. A Jungkook no le tomó demasiado tiempo, pues cómo su polla fue deliciosamente apretada fue lo suficientemente excitante como para acabar casi junto con el chico.

El mayor se retiró de él y acomodó su ropa para luego dirigirse al baño, todo sin dirigirse la palabra. Jimin estaba acostumbrado, era usual que ninguno de los dos dijera gran cosa después de follar, estaban haciéndolo durante días y la verdad es que no le molestaba. Él también tomó la ropa que antes había sido arrojada al suelo y se vistió. Era casi el medio día, así que se decidió por hacer algo de comida.

Fue minutos después, cuando metió la lasagna al horno, que su celular sonó. Suspiró cuando vio de quién se trataba.

- Hola, Tae- dijo, contestando la llamada.

El asunto con Taehyung seguía igual a como había comenzado. Salían un par de veces, el rubio lo trataba siempre cariñosamente y la verdad es que se divertía con él, pero nada se comparaba a la emoción que sentía cuando estaba con Jungkook. Todavía no habían follado, y eso era algo que frustraba a Taehyung, pero con una mamada lo solucionaba rápido.

- ¿En dónde estás? Vine a tu casa, pero tu hermano me dijo que no vuelves desde anoche.

- Estoy con Jin- fue lo primero que se le ocurrió mientras se apoyaba en la encimera y observaba cómo Jungkook volvía duchado, con su cabello mojado mientras se abrochaba la camisa- ¿Por qué preguntas?

- Tenía pensado que podríamos salir. Es sábado, y no tengo mucho para hacer, ¿qué dices?

Su amigo siguió hablando, pero no podía prestarle mucha atención cuando Jungkook comenzó a besarle el cuello, su mano metiéndose debajo de la playera para acariciar su piel.

- No creo que hoy pueda- le respondió, tratando de reprimir un gemido cuando el mayor lo mordió- Tengo que... ayudar a Jin con algo.

- ¿No puedes hacer algo de tiempo para tu novio?

Rodó sus ojos al escucharlo, quería decirle que no era su novio, sólo folla amigos, aunque no sea una verdad absoluta. Pero no pudo articular palabra alguna cuando Jungkook llegó hasta sus labios y comenzó a besarlo, chupando su labio inferior y adentrando su lengua. Fue ahí que tuvo que cortar la llamada, siempre los besos de Jeon eran demasiado y lo dejaban sin aliento. El hombre lo besaba como si fuera lo más preciado que tuviera, con tanta intensidad que hacía que sus rodillas temblaran y siempre pidiendo por más.

Cuando el mayor presionó su entrepierna tuvo que pararlo. Por Dios, hacía sólo unos minutos que habían follado y él quería más.

- Eres insaciable- se quejó el menor, intentando poner una expresión seria en su rostro y fallando en el intento. Jeon se alejó justo cuando sintió el olor a quemado y Jimin se apresuró a abrir el horno. Quitó la lasagna del mismo, mirando con horror cómo había acabado- Por tu culpa nos quedamos sin almuerzo.

- Eres tú quien estaba cocinando- contestó el hombre mientras se sentaba en una de las butacas- Deberías haber prestado atención.

- Lo estaba haciendo- murmuró mientras intentaba alcanzar una cacerola para preparar ramen, lo odiaba pero también moría de hambre- Es imposible hacerlo cuando tengo a un ninfómano al lado mío. Tienes que controlar tu inarmonía.

Jungkook se quedó en silencio, tecleando algunas respuestas a sus empleados en la empresa, pero no pudiendo concentrarse con todo el ruido que estaba haciendo Jimin en su cocina. Dejó su celular sobre la mesa y lo miró. El chico estaba luchando por alcanzar otra de las cacerolas, ¿cuántas necesitaba para cocinar un simple ramen?

- ¿Jimin?- llamó el mayor, el nombrado hizo un sonido para darle a entender que lo escuchaba- ¿Realmente sabes cocinar o estás experimentando en este momento?

Jimin suspiró con alivio cuando encontró el recipiente adecuado y procedió a llenarlo con agua para hervirla en el fuego- Sé cocinar. Pero no soy un maldito experto. Intenté hacer lasagna, pero se quemó por tu culpa. Ramen es la única otra comida que sé hacer.

- Y aún así lo detestas- opinó Jungkook, una sonrisa curvando sus labios. Jimin se dio vuelta, mirándolo extrañado porque no recordaba cuándo le había dicho al mayor aquello- Cada vez que intento ordenar ramen, me convences de pedir otra cosa- dijo segundos después, como si le hubiera leído la mente.

- Vaya, realmente me conoces. Sólo no te enamores de mí, ¿de acuerdo?- intentó bromear, y de hecho le había parecido algo gracioso porque dejó escapar unas risitas, mas el rostro serio del mayor le dio a entender que no era gracioso para nada- Por cierto, deberías ocultar las marcas que hice en tu cuello. Tu esposa podría molestarse.

- No creo si quiera que las note- Jungkook dijo, pero no dio ninguna otra explicación. No iba a decirle al chico cuán arruinado estaba su matrimonio, así que lo único que hizo fue tomar su billetera del bolsillo y sacar unos cuantos billetes para dejarlos en mesa- Es tu paga del mes.

Jimin se inclinó a tomar el dinero, contándolos felizmente porque podría comprarse unas cuantas cosas que había visto recientemente. Guardó los billetes y negó con la cabeza divertido- Parezco una prostituta.

No estaba muy lejos de la realidad. Le estaban pagando por acostarse con alguien, y tampoco se diferenciaba demasiado a su trabajo actual. La diferencia era todo lo incorrecto en la situación, y todavía no sabía muy bien cómo es que seguía con todo eso. Debería haberse negado cuando escuchó la propuesta del mayor y conservar la amistad con Taehyung.

- Por cierto, Tae me llamó para salir hoy...

- Sabes que eres mío, ¿verdad?- la cercanía entre ambos lo sorprendió, y soltó un jadeo cuando Jungkook lo acorraló, chocando su espalda baja con la encimera y los brazos del mayor apretándolo contra él- Puedes salir con Tae, pero nunca le pertenecerás a él- Jungkook lo tomó fuertemente del mentón para que lo mirara- No le permitas hacer a él lo que yo te hago, ¿entendido?

- Me pagas para que me acueste con él, y ahora me dices que no lo deje follarme- murmuró Jimin con confusión- ¿Qué quieres que haga, entonces?

- Manténlo contento, no me importa cómo. Pero no dejes que te folle, tu cuerpo es sólo mío.

Y el ramen también se quemó cuando volvieron a follar en la cocina.











Capítulo kk, pero teníamos que actualizar

Nos salió el Jungkook posesivo porque estamos planeando un nuevo fanfic de ese índole jeje

Daddy Issues // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora