Daddy Issues // Kookmin

6- Primera vez

- ¡Vamos, Jimin. Despiértate!

El pelinegro abrió sus ojos bruscamente al escuchar aquel grito. Se incorporó sobre la cama, mirando confundido en dónde se encontraba mientras se frotaba los ojos. Esta habitación sin dudas no era la de él.

Encontró a Taehyung ya vestido con el uniforme del instituto, sus manos sostenían la mochila y guardaba unos cuantos libros.

- Olvidé programar la alarma- dijo el rubio- Y ahora estamos llegando tarde. Pero por obra del destino, o magia negra, mi padre se ofreció a llevarnos al instituto.

Aquello pareció despertarlo lo suficiente como para levantarse y buscar sus cosas. Entró al baño y se vistió con el uniforme en tiempo récord. Se maquilló y pronto se encontraba nuevamente en la habitación.

- ¿Y mi desayuno?- preguntó desilusionado. Se había imaginado que los sirvientes de su amigo le traerían un desayuno digno de un rey a la cama. Pero allí no había nada.

Observó al chico rebuscar entre algunos cajones y luego se acercó a él para darle una barrita energética- Lo siento, es lo único que tengo.

Jimin bufó, pero aún así tomó aquella barra. Era mejor que desayunar el ramen que siempre compraba su hermano.

.

.

.

.

Jimin intentaba encontrarse con la mirada del señor Jeon a través del espejo retrovisor, pero este no lo había mirado ni siquiera cuando se subieron al coche.

Taehyung estaba sentado a su lado, en la parte trasera del coche. El mismo se detuvo al llegar al instituto, y su amigo estuvo a punto de bajar hasta que se escuchó un carraspeo provenir de su padre.

Jeon se giró y miró al rubio, su rostro duro e inexpresivo- ¿No te olvidas algo?

Taehyung miró a Jimin de reojo antes de volver a mirar a su padre- Vamos, no me hagas esto...

- Taehyung.

Un gruñido profundo salió de su garganta, haciéndole pensar a Jimin que pronto se convertiría en Hulk. Finalmente volvió a mirar a su padre y le sonrió, forzadamente claro- Adiós, papá. Ten un buen día.

Los labios de Jeon se curvaron apenas en una pequeña sonrisa, pero despareció tan pronto como apareció. Le asintió a su hijo, como si estuviera tratando con uno de sus empleados, y Taehyung bajó con rapidez del vehículo.

Jungkook volvió a encender el motor, dispuesto a marcharse. Llevó sus ojos al espejo retrovisor para asegurarse de que nadie pasaba por detrás del coche; se encontró con unos ojos observándole, provocándole que dijera algunas maldiciones por lo bajo.

- ¿Por qué no te has ido aún?- Jungkook presionó el puente de su nariz, se giró cuando no recibió respuesta del niño. Se lo encontró sonriendo. ¿Por qué mierda siempre sonreía? Lo peor era que tenía una hermosa sonrisa. Sacudiendo ese pensamiento lejos, volvió a hablar- Deberías bajarte si no quieres llegar tarde.

- Ya estamos llegando tarde- contestó el chico. Ladeó su cabeza, mirando al hombre con curiosidad- Sólo te faltó que le pidieras a Tae que te besara para morir de la vergüenza.

- Jimin.

El rostro del pelinegro se iluminó- ¿Sí?

- Ya vete.

Lo miró por unos segundos, negando con la cabeza y sonriendo. Finalmente se deslizó por el asiento, abrió la puerta y, antes de salir, se giró hacia él y se mordió el labio- Adiós, señor Jeon.