Capítulo 1: Un recuerdo muy lejano

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Podría pasarme el día entero observándole... Una vida completa si fuera posible... Tan silencioso, imperturbable, inmenso y misterioso... Así es el océano. El mismo desde mucho antes que cualquier registro de gobierno... Mucho antes de la mismísima humanidad. Como es de hermoso, es de peligroso... Tan solo los más fuertes son capaces de sobrevivir a sus mayores amenazas... Y es mi deber acabar con todas y cada una de ellas. He de imponer la justicia absoluta, castigar a aquellos que rompan la ley y eliminar cualquier tipo de peligro para el Gobierno Mundial... Sólo de esa forma podré proteger a quienes lo necesiten.

—Almirante Sakazuki. No hemos recibido reporte alguno de piratas en las cercanías de la base. ¿Alguna orden?— Pregunta un joven marine que acaba de dar su reporte de turno.

—Si no traes noticias, no te aparezcas para darme tu patético reporte.

—E... Entendido, almirante—. Sale casi trotando.

Nuevamente tranquilidad. Las gaviotas revolotean por las cercanías de la base, esperanzadas de encontrar algún tipo de alimento para llevar a sus crías. Pero aquí no hallarán nada de eso. Este es un lugar donde he de imponer autoridad y un gran respeto para que no vuelva la época de anarquía y terror a las invasiones... Aún lo recuerdo.

—(Realmente ha pasado mucho tiempo...)—. Aquella frase hace eco en mi mente, una y otra vez.

Definitivamente han pasado décadas desde que decidí entrar en la marina. ¿Por qué había sido...? Ah... Ya lo recuerdo. Quería proteger y hacer cumplir la ley y la justicia de la que se me habló cuando era un simple crío. ¿Fueron mis padres los que me enseñaron aquello? No estoy seguro. Mis memorias son difusas y esquivas, pero entre esa niebla del olvido hay una imagen tan clara como el agua: Trajes blancos con el estampado de la marina en sus espaldas.

—(Eran unos débiles.)

Por más crudo que suene, así fue. Eran débiles pero valientes. Murieron cumpliendo su deber, tal y como lo deberían hacer todos los que se enlistan en la marina... Tal y como lo hizo esa mujer. "___"... Hacía mucho que no pensaba en ella. Si me viera ahora mismo, ¿estaría decepcionada u orgullosa? No podría decirlo, su mente era un enigma tan grande como el océano mismo. No era precisamente fuerte, pero su vitalidad, alegría y voluntad eran superiores a cualquiera de los de su generación.

—(Debí de haber ido con ella. Si hubiera estado allí...)— La culpa vuelve a mí una vez más.

Si hubiese estado a su lado en aquella misión, seguramente ella seguiría viva y posiblemente todo habría sido mejor para la marina. Tal vez hubiese evitado mi pelea con Kuzan o incluso cambiado para bien el sistema del gobierno mundial... Era insistente, muy persuasiva, positiva, ingenua y enérgica. Al principio me molestaba mucho su actitud despreocupada y su amabilidad tanto con los civiles como con sus asesinos.

¿Por qué siempre tuvo esa pequeña simpatía con los piratas? Es algo que no me explico... ___ también había perdido a los suyos gracias a esos malditos asesinos que vagan por el mar en busca de un tesoro que, según ellos, vale más que cualquier vida humana... Ni siquiera Zephyr pudo perdonarles por lo que ellos le habían quitado... Y ella siguió defendiendo aquellos que no habían nada malo, incluso si significaba ir en contra del gobierno mundial.

—"¿Por qué castigar a los piratas que no hacen nada malo en lugar de castigar a los que sí lo hacen? Mira a los Shichibukai, Sakazuki. ¡Muchos de ellos hacen más daño que los piratas comunes!"— Oigo su voz haciendo eco en mi memoria como si me acusara de algo.

No viviste lo suficiente, ___... No viste como aquellos que defendiste por ser "inofensivos" terminaron volviéndose crueles bastardos con capacidad de matarse entre ellos mismos con tal de conseguir poder, riquezas o fama. Incluso tuvimos que detener al "pirata" Z... Todo para evitar que se volviera un genocida que terminara por destruirnos a todos. Acabamos con su vida a cambio de salvar la de todo el mundo... Estoy seguro que habrías llorado más que nadie su muerte si hubieras estado viva para verlo... O si hubieras tenido que pelear contra él.

Sueños CenizaWhere stories live. Discover now