Capítulo 5: Una última noche

294 30 10
                                    

—¡Firmes, cadetes!— Oigo gritar al capitán, provocando que todos nosotros nos paremos derechos y pongamos atención.— ¡Hoy tengo un anuncio! ¡Seguramente el más importante de sus vidas!

—¿Acaso van a empezar a servir comida en serio? Eso sería lo más increíble del mundo...— Oigo que ___ susurra detrás de mí, provocando un ruido casi imperceptible por parte de Borsalino, seguramente aguantando la risa.

—¡Mañana llegará a la base un buque del cuartel general, se hará una revisión única de todos los cadetes para llevarse a los mejores como posibles candidatos al título de "Almirante"!— Noto que ___ se detiene en seco con sus susurros.— ¡No me decepcionen! ¡Eso es todo! ¡Rompan filas!

Una vez que el oficial se retira, oigo a los demás cadetes comentar con emoción lo entusiasmados que se encuentran al tener semejante oportunidad para llegar aún más lejos de lo que habían soñado. Algunos de ellos admiten saber que no serán elegidos por su falta de fuerza en comparación a otros, por lo que simplemente ríen y dicen conformarse con ser un marine normal, sin un alto cargo y sin tantas obligaciones. Al recorrer el lugar con la mirada, veo a Borsalino y ___ hablando, ella se ve bastante seria.

—¡Sakazuki!— Un brazo pasa por sobre mi hombro, como un abrazo amistoso. Conozco bastante bien esa voz... Es uno de los pocos cadetes que decidió acercarse a mí y ganarse mi amistad... Jonathan.— ¡Apuesto a que serás escogido!

—Me aseguraré de serlo, pase lo que pase.— Respondo ante su comentario.

—Pues... Las apuestas están divididas, la verdad.— Dice sonriendo, provocando que me concentre totalmente en sus palabras.— Tú, Borsalino y ___ son los favoritos... Y como ustedes tres están bastante igualados en fuerza ahora mismo, pues... Están empatados.

—¿Están apostando por quién de nosotros será elegido? ¿Acaso son imbéciles sin ápice de dignidad o qué?— Pregunto, molesto ante su confesión.

—Bueno, los de menor fuerza no tenemos más opción que conformarnos con rangos menores... Yo sólo apunto hasta vicealmirante, comandar mi propia base y que respetar la hora de la comida sea la regla más importante.— Se levanta de hombros sonriendo, despreocupado de la vida.— Así que hay que ver si puedo convencer a los oficiales de ser elegido... Aunque eso lo dudo.— Suelta una risa bastante sonora.

—Te faltan aspiraciones. Se supone que el deber de un marine es hacer cumplir con la justicia, y la justicia es terminar con los piratas, obedeciendo al gobierno mundial.— Respondo, mirándolo con molestia.

—¿Me faltan aspiraciones? Pues no, realmente. Cada uno decide hasta dónde quiere llegar y qué tipo de esfuerzo está preparado para hacer a cambio de sus sueños. Mírate a ti mismo como ejemplo.— Sonríe, observándome de frente.— En estos dos años has estado entrenando como loco y ahora mismo tú, Borsalino y ___ están bastante empatados en fuerza. Yo... Yo estoy más dedicado a cumplir con mi entrenamiento hasta llegar al nivel que me satisfaga y me complete. No necesito ir más allá si no quiero hacerlo.

Me quedo en silencio ante sus palabras... ¿Por qué nadie querría ir más allá de sus aspiraciones? Es algo tonto... Una vez que alcanzas tu objetivo, te aseguras de cumplirlo a como de lugar y seguir avanzando para que nada se venga abajo. ¿Por qué demonios conformarse con ser un vicealmirante cuando puedes convertirte en un almirante o líder de la flota? Es algo que todo marine debería de tener como objetivo principal para exterminar a los piratas...

—¿Realmente crees que todos aquí siguen ciegamente al gobierno?— Su pregunta me toma por sorpresa.— Una de las mayores razones para NO volverse un almirante son los superiores directos...— Deja su sonrisa de lado, mostrándose más serio.— La mayoría nos convertimos en marines para proteger a las personas indefensas, no para permitir que imbéciles con poder hagan lo que quieran con ellos sin que sufran consecuencias algunas... Puede ser que esos bastardos sean descendientes de los que crearon el gobierno mundial, pero jamás serán algo más que basuras que se creen dioses.

Sueños CenizaWhere stories live. Discover now