Sí, soy yo aquí apareciéndome después de un siglo xD le gané la batalla a la universidad. Aquí les dejo una historia Markson dedicada a Aloisito por su cumpleaños 🤗
-Oh, mierda... sólo 5 minutos más...-masculló cuando la alarma y el sonido de la vibración del teléfono lo despertaron
-Recordatorio: cita en el aeropuerto a las 7-habló la voz metálica del teléfono
Mark salió disparado de su cama, se alistó de inmediato y se dedicó a revisar minuciosamente que no olvidara nada para el viaje a quiénsabedónde. Metió su documentación en el bolsillo del hoddie que portaba y recibió un mensaje en el teléfono.
Gyeommie
Hyung, ya estoy en el garaje :3
Bajó de inmediato con equipaje en mano. El maknae le ayudó a meterlo en el maletero del auto y a paso tranquilo lo llevó al aeropuerto, fracasando Mark en tratar de obtener información o siquiera una mínima pista. En el lugar pactado con Jackson, intercambiaron palabras y les deseó un feliz viaje con una radiante sonrisa para después irse por donde había llegado.
De repente Mark se sintió tímido. Como si no conociera a Jackson de toda la vida, como si no llevaran tres años saliendo, como si jamás hubieran intercambiado algo más que un beso. Todo eso pasaba por su mente mientras documentaban su equipaje y se identificaban.
Se encogió en su sitio y se encontró con la firme mirada del chino que le escudriñaba con dulzura. Jackson invadió su espacio personal, entrelazó su brazo con el suyo y lo guió hacia una cafetería donde bebieron un chocolate caliente en silencio. No se tocaban, no se hablaban, pues temían ser descubiertos y que ese viaje que tenía a Mark con el alma en un hilo, se arruinara. Las miradas dulces y coquetas lo decían todo.
Pasajeros del vuelo 1401 con destino a París, favor de pasar a abordar
Jackson se puso de pie y Mark revoleó los ojos, perplejo, limitándose a seguirlo mientras asimilaba la sorpresa. A paso tranquilo llegaron a la puerta de abordaje y tras identificarse y mostrar los pases de abordar, Mark siguió a Jackson hasta el final del avión, donde estaban sus asientos. Tomaron su lugar y permanecieron en el mismo silencio durante el vuelo hasta salir del aeropuerto y tomar el taxi al hotel. Finalmente, cuando les entregaron la llave de la habitación y entraron al elevador, Jackson tomó a Mark por los hombros y lo besó ni bien cerraron las puertas
-He estado queriendo hacer esto desde que Yugyeom te llevó conmigo...
-Y-Yo igual-respondió reponiéndose-París... no me lo esperaba...
- ¿Te gusta?-preguntó saliendo del elevador y parándose a medio pasillo para verificar en qué dirección estaba la habitación, girando hacia la izquierda comenzando a caminar-Vi que te gustó cuando venimos con los chicos y pensé que era perfecto para la ocasión-se detuvo frente a la habitación y pasó la llave por la cerradura automática-Después de todo, París es la ciudad del amor...-añadió abriendo la puerta de par en par y entrando
Mark le siguió el paso mientras examinaba con la vista la habitación. Un mueble donde se ubicaba la televisión de plasma y el mini bar los recibía, junto con un sofá caqui alargado con tres cojines en forma de esfera, color rojo, blanco y marrón respectivamente y una mesa de centro color negro. Los muros eran blancos y pulcros, decorados con un cuadro abstracto en tonos grises y enmarcado blanco; había una pequeña decoración rústica en la esquina, justo detrás del sofá, que finalizaba con un florero de tronco con un ramillete artificial de flores blancas. Desde ahí se apreciaba el resto de la suite al fondo.
El baño era lo más peculiar, pues no era nada similar a lo que ellos estaban acostumbrados, pero eso le daba un toque... erótico a la estadía. A plena vista estaba la bañera, y detrás de ella unos durmientes donde estaban dispuestas las toallas y batas de baño; encima, el lavabo con los accesorios de baño y un espejo de extremo a extremo. La ducha y el retrete se encontraban separados, en cubículos a ambos lados del lavabo. No tenía ninguna clase de privacidad, pues había puertas en ambos extremos, las cuales conectaban con la sala y con la habitación respectivamente, y si éstas estaban abiertas, se podría ver absolutamente todo.
