-Feliz aniversario, pajarita...
Después de un año, no podía entender su afán por decirme de esa manera. Según él, porque era alguien demasiado libre, pero aun así, estaba a su lado, sin necesidad de una jaula, sólo porque siempre volaba hacia él. Amaba estar con Yugyeom. No era un chico popular en el salón, pero su sonrisa de bebé y su timidez tan adorable, habían puesto mi atención en el muchacho del rincón del salón por ser demasiado alto. Recuerdo que con un lindo sonrojo me pidió le explicara unas lecciones de inglés, ya que estaba por reprobar y sus padres lo matarían si eso pasaba.
Eso fue motivo suficiente para encontrarnos después de clases en la biblioteca, repasando lo que me pedía y ayudándolo a prepararse para el examen. Al estar en el mismo salón, servía de repaso para mí también, y conocí a un muchacho de último grado que hizo que nos echaran un par de veces de la biblioteca por su delicada risa. Youngjae, amigo de Yugyeom, a veces nos hacía compañía, después de que una vez nos descubrió estudiando mientras buscaba una novela para otro amigo suyo. Su inglés era tan malo que causaba risa, pero sólo fingía, ya que nos ayudó algunas veces. Asistimos a su graduación, y ese día... sucedió...
Youngjae pertenecía al club de música de la escuela, y decidió deleitar a su generación con su maravillosa voz, añadiendo que esa canción tenía una dedicatoria especial. No obstante, después del primer estribillo, esa, definitivamente no era su voz, y definitivamente, yo la conocía
"Tú que me apoyas cuando estoy paralizado, a ti quien me dio fuerzas cuando yo no tenía ninguna. Estoy muy agradecido, muy, muy agradecido. Puedo reír gracias a ti"
Yugyeom estaba cantando, parado detrás de mí. De inmediato, las personas a mi alrededor se hicieron a un lado y me miraron emocionadas. Youngjae acompañó el estribillo mientras era guiada arriba del escenario
"Todos los días pienso que te veo, todos los días mi corazón da un vuelco. Por favor, quédate siempre conmigo."
Recuerdos de nuestras tardes divertidas pasaron frente a mis ojos. Cuando reía por su mala pronunciación, cuando nos volvimos amigos y comenzamos a salir algunos fines de semana. Cuando Yugyeom sonreía y se sonrojaba porque lo abrazaba, y mi corazón se derretía. Cuando Yugyeom comenzó a gustarme...
"Me pregunto todos los días qué hice para merecerte. Tú que siempre tomas mi lado"
Yugyeom picó mi hombro con ese sonrojo tan dulce y señaló la pantalla que se encontraba a nuestras espaldas. Me volteé lentamente cuando los gritos del público se hicieron presentes
"Ximena, ¿quieres ser mi novia?"
Lo miré atónita, y él prosiguió con la canción
"Todas estas cosas que no podía decir antes, a través de esta canción lo haré. Gracias por hacerme feliz. Quiero hacerte sonreír todos los días, todas las noches.
Siempre estaré a tu lado, así que no te preocupes. Te prometo que siempre seré tu bebé, y tú, tienes que ser mi dama. Sólo quiero quedarme así para que no me dejes..."
Youngjae puso delante de mí una rosa blanca, asintiendo hacia Yugyeom, pidiendo mi respuesta.
"Sea cual sea las dificultades que haya, contigo puedo luchar a través de todas ellas"
Tomé la rosa y asentí lentamente si poder reprimir la gran sonrisa que tenía. Él me abrazó y yo correspondí, escondiendo mi cabeza en su pecho. Todos aplaudieron y gritaron, mientras Youngjae repetía el estribillo y finalizaba la canción.