STOCKHOLM SYNDROME

Tareas

Louis salió del baño y fue a su cuarto por sus cosas de la escuela para hacer la tarea que tenía pendiente desde la semana pasada. Y es que él tenía la mala costumbre de dejar todo al último y por eso, ahora, en vez de tener libre hasta el lunes, tendría que acabar su reporte de Literatura, su investigación para Química, las series de Cálculo y estudiar para Derecho.

- Oh, here we go. - murmuró al sentarse en la mesa y expandir todo su material de trabajo. No sabía ni por dónde empezar. - Mmm, lo mejor será hacer lo más fácil. Allá vamos, celdas galvánicas.
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Después de tres horas de trabajo intenso, Louis acabó la investigación para Química.

En realidad, no era una gran investigación, se había limitado a  transcribir a sus hojas blancas lo primero que había encontrado en internet hasta llenar las quince cuartillas que les había exigido su maestra. Y sabía que con eso tendría su diez en la materia porque la maestra no se tomaba ni siquiera la molestia de leerlo, se limitaba a rayar cada una de las hojas, contándolas, para luego plasmar la calificación.

Se levantó y se estiró. Por hoy había sido suficiente trabajo.

Ahora iría a ver de nuevo a su madre y luego a Harry.

Subió las escaleras y notó que estaban llenas de pelusas y basura. Ya le tocaba hacer limpieza. Mañana en la mañana lo haría, lo bueno es que no tenía que ir a la escuela.

Abrió la puerta del cuarto de su madre y la encontró con su lámpara de lectura encendida mientras leí un libro. Al parecer era una buen día porque se sentía mejor.

- ¿Mamá?¿Cómo estás?¿Cómo te sientes?

- Mejor, Loui, gracias por cuidar de tu vieja y cansada madre.

- Yo no tengo una madre así. La mía es joven y llena de vida, hermosa y, definitivamente, la mejor madre del mundo.

- Oh, mi precioso bebé, ven, acuéstate un rato conmigo. - Le dijo su madre, moviéndose a un lado para que Louis se pudiera acostar. - Dime, amor, ¿Cómo te fue hoy en la escuela?

- Mmm, a mí, bien. Pero desapareció un chico de la escuela, má. Y no tendremos clases hasta el lunes. Voy a poder quedarme para cuidarte todo el día, como me gustaría hacer diario.

- ¿Y no saben que le pasó al chico? - le preguntó su madre, preocupada.

- No, creo que no. Es que, la verdad, no nos dijeron gran cosa. Lo que nos enteramos fue por escuchar a los policías. Ah, y la madre del chico. Estaba muy alterada.

- Me imagino... No es cualquier cosa perder a un hijo. - le dijo su madre, mientras bostezaba.

- Si, lo sé, má, duerme otro rato, tienes que descansar. Después te subo la cena. - dijo Louis, levantándose de la cama y arropando a su madre, antes de apagar la luz. - ¿Está bien?

- Si, Loui, gracias. Ojalá pudiera estar más contigo.

- No te preocupes por eso, mamá.  Sólo descansa. Te quiero. - le dijo antes de cerrar la puerta.

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Capítulo un poco mierda, pero tienen que conocer a la mamá de Louis.

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