Haruno Sakura, Había soñado, una vida perfecta, pero un dolor intenso, hay en su alma vacía.
-por un momento sola quisiera estar.- eran las palabras de esa chica de cabellos rosados.-quiero tener una vida normal.
-no me haré cargo de ese Niño.
🌼🌼�...
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Mi mente, se había bloqueado. Teniendo la idea de que alguien había ocupado mi lugar. Ese temor... que alguna vez fue felicidad con ella, se había acabado por completamente.¡¿ si la amaba?!, claro que la amo, solo que creo que me tendré que perdonar y tener amor propio.
Yo manejaba a toda velocidad, para llegar a ellas y fue si. Estaba en donde Naruto me había dicho, pero... al ya no me gustaba de ese lugar.Me crucé de brazos, acomodándome mejor y bien en esa viviendo. Algo...no me gustaba,¡Hmp!, pero si...a ¿Sasuke Uchicha que le gusta?.
Salí del carro, me fijé si no venía ningún automóvil por ambos lados, me coloqué me chamarra y me propuse a dirigirme hacia esa la casa. Me coloqué en la puerta de la entrada dando uno pequeños golpes, nada. Esto quería decir que ambas se había ido.
—llegaste tarde.
Una voz desconocida, jamás la había escuchado, volte para ver la persona que se encontraba a mis espaldas.
—¿se le ofrece algo?
No quería decirle más, no era de su incumbencia.
— creo que no me reconoces, total... no tiene mucho que se fueron— alzo los hombros.
La estaba visualizando mejor y claro como no acordarme de ella Tsunade.
— Hmp.
—¿solo dirás eso?— se cruzó de brazos y se recargó el la pared.— ¿no preguntarás por tu hija?,¿porque me imagino que por eso estás aquí?.
Escindí mi asombro, no quería involucrar a nadie más.
—ahora veo por que mi sobrina se quejaba de ti, no tienes sentido— agacho su cabeza poniendo sus dedos en la frente, cerrando un momento los ojos.— ven,vamos a mi casa.
Me hizo una señal con su cabeza, separándose de la pared y así caminar a su dirección.
Pensé algunos momento, viendo como la mayor se retiraba, al final la seguí. Caminamos hasta llegar a su casa, no le tome importancia, quería saber de Sakura y de mi hija y largarme de ese lugar. Se detuvo en su sala, pude ver ya que estaban sus sillones, ella tomó asiento al igual que yo, se cruzó de brazos y cerró unos momentos sus ojos.
—¿que te parece si empezamos?— frunció su frente abriendo sus ojos.
—no se de que habla señora a usted no le debo ninguna explicación.
— tal vez a mi no, pero si a ella... pasa corazón.
Mis ojos se abrieron un poco,¿si estaba sorprendido?, era claro, puede esconder bien mis nervios y eso fue lo que me ayudó.
