Always Is Not Forever • The Originals

22 - Mi otra mitad, libre

Correr por la ciudad buscando a Hope sin tener ningún indicio de quien podría haberla raptado o donde podría estar, era un tiro a ciegas.

Klaus no podía contar las horas que llevaban buscando a la menor de las gemelas, el clima lluvioso no acompañaba, al contrario, solo aumentaba la desesperación de Aishla. Al igual que Klaus, llevaba la ropa mojada y su pelo se pegaba a su cara, los rastros de maquillaje habían sido casi completamente corridos exceptuando por unas cuantas manchas negras bajo sus ojos.

Suspiro casi queriendo llorar por la impotencia y se dejó caer en el piso de cemento, sin importarle mojarse más de la cuenta, faltaban dos horas para la luna llena y ellos no tenían nada. En un gesto desesperado llevo las manos a su cara y se apartó el pelo, Klaus no podía decir a ciencia cierta si las gotas que recorrían su cara eran producto de la lluvia o eran lágrimas. Estaba casi seguro de que eran lágrimas.

- Vamos a encontrarla – apoyo una mano en su hombro casi desnudo, cubierto solo por las tiras de un top.

- Intentar ser optimista no va a servirnos de mucho – refuto enojada – ha pasado casi un día completo y mamá tampoco sabe nada. ¿y si nunca la encontramos? –

- No seas tan pesimista, hermana – la voz de Hope le respondió casi con burla.

Con miedo de que solo fuera su imaginación jugándole una mala pasada, Aishla miro a Klaus preguntándole si era real, su sonrisa le confirmo lo que suponía. Su hermana estaba a salvo con ellos.

Sin perder tiempo se dio vuelta y se lanzó a sus brazos, todo el rencor hacia ella parecía haber quedado en el olvido. No quería continuar con peleas estúpidas y luego arrepentirse, disfrutaría a su hermana el tiempo que pudiera, era una Mikaelson y como siempre, para ellos la felicidad no parecía ser algo que merecieran.

- Eres una estúpida – le dijo sin soltarla – te odio –

- Me amas – se rio Hope – sino no estarías aquí toda mojada muriéndote de frio. Me amas y por eso viniste a buscarme –

Aishla se separó de golpe y la recorrió más detalladamente, había sangre en su ropa y en sus manos, no había que ser un genio para saber que no era sangre suya. Era de sus enemigos.

- Preguntaría que paso pero… sé que puedes manejarlo y que no necesitas que este encima tuyo todo el tiempo – con pesar se apartó de ella – me alegra que estés bien y no preguntare nada más. Confió en que hiciste lo que era necesario –

Hope sonrió asintiendo y miro a Klaus, el hibrido parecía explotar de felicidad, sus dos hijas se habían reconciliado y estaban sanas y salvas. Y eso era lo único que importaba.

- Siento interrumpir pero… la luna llena se acerca – rodeo los hombros de ambas y para su sorpresa y alivio, ninguna se apartó – tenemos que ir a casa –

Ambas gemelas asintieron y emprendieron el camino de vuelta.

- Es solo dolor, es completamente manejable –

Hope sonrió y asintió hacia su hermana, a pedido de ella estaban ambas solas a unos metros de la casa, casi internándose en el bosque.

- Creo que tu estas más nerviosa que yo - sonrió.

- Creo que siempre pensé que yo sería la primera en activar el lado licántropo - admitió con pesar – no estoy envidiándote nada, eh. Que mis huesos se rompan y convertirme en un lobo gigante no está en mi lista de deseos –

- ¿Siquiera tienes una lista de deseos? – pregunto ilusa recibiendo una mueca de su hermana. Borro su sonrisa y pensó muy bien lo que iba a decir, aún tenían una
conversación pendiente – Aishla, no importa cuanto lo posterguemos. Tenemos que hablar – la mayor negó sin mirarla y continúo caminando en círculos - Aishla… -

- No tenemos que hacerlo ahora –

- Si. Tenemos – relamió sus labios y suspiro mirando hacia el cielo, faltaban minutos – lo que dije antes no era del todo cierto –

- Lo sé –

- Déjame hablar – insistió – siempre pensé que de alguna forma tu eras mejor que yo –

- Sabes que eso no es cierto – susurro por lo bajo.

- Ese es el punto, que si es cierto – admitió sin problemas – siempre tienes las cosas más fáciles y de alguna forma la gente te admira por eso, o al menos yo siempre lo vi como admiración. Pero luego me di cuenta que no era así, las personas te temen, te respetan porque tienen miedo, porque saben de lo que eres capaz. Y yo no quiero eso. Creí que era lo que quería pero luego me di cuenta que no, porque tarde o temprano eso… - callo porque sabía que lo que diría iba a dolerle.

- Me terminara destruyendo – termino por ella – lo sé, y no me importa. No mientras tu estés bien con eso –

- Entonces… ¿estamos bien? –

- Lo estamos. No tenemos por qué ser iguales, Hope. No mientras nos aceptemos como somos – sonrió y se sentó a su lado para tomar su mano y entrelazar sus dedos -¿siempre y para siempre? –

- Siempre y para siempre -

Soltó su mano y se encorvo hacia adelante gritando, Aishla miro el cielo y vio la luna en su más grande esplendor, supo que había empezado y se apartó de ella. Klaus y Hayley llegaron en un segundo a su lado y la hicieron retroceder, observo embelesada como el azul verdoso de los ojos de su hermana cambiaba a un dorado brillante. Cerro los ojos cuando sus huesos comenzaron a romperse, un dolor en su pecho la hizo quejarse por lo bajo acatando la atención de sus padres.

- Estoy bien – los calmo – estoy bien, solo fue un poco de dolor –

- Eso no es normal – insistió Hayley.

- Si lo es para mí. Es mi hermana, mi gemela, prácticamente es mi otra mitad – sonrióintentado que entendieran – es la unión que tenemos, cuando algo le pasa a una, la otra lo siente – sonrió cuando con un grito sordo Hope callo convertida en un lobo de pelaje claro – es el lazo irrompible que tenemos –

Sonrió e ignorando las advertencias de sus padres, se acercó al lobo enorme en que se había convertido su hermana. Con cuidado se arrodillo a su lado y acaricio el costado de su pelaje con admiración.

- Estoy orgullosa de ti – susurro, casi pudo jurar que vio los ojos brillosos del lobo. Y luego Hope corrió y desapareció por el bosque.

Era libre, su hermana había conseguido su libertad antes que ella.