Asami mantenía el pequeño papel arrugado entre sus dedos, lo había leído, o descifrado, un par de veces antes de entender por completo el mensaje, aunque quizá para su jefe era un mensaje sencillo, para ella había sido toda una odisea buscar entre sus recuerdos el lugar al que la nota se refería.
Finalmente, su subconsciente se apiadó de ella y liberó un recuerdo peculiar.
Asami era muy pequeña cuando conoció por primera vez a quien es su jefe actualmente, recordaba vagamente aquella ocasión dentro de un café urbano a las orillas de la cuidad. Recordaba la lluvia y a las personas tratando de refugiarse de ella, también recordaba la mano suave de su madre sosteniendo la de ella y recordaba pisar cada charco en su camino con sus preciadas botas amarillas para la lluvia.
Era extraño como esos fragmentos, quizá poco importantes, se habían mantenido en su memoria.
Recordaba el olor del local, era dulce y el ambiente era cálido, perfecto para refugiarse del frío del exterior. Recordaba a su madre preocupada por algo que Asami no lograba comprender, y también recordaba que días después su madre fue a prisión y su padre se ausentó de su vida.
Increíble, como un buen recuerdo pasaba a uno malo en un instante.
Suspiró.
—Leil-chan— Momo se acercó a la chica que parecía ensimismada en sus pensamientos.
Asami elevó la mirada encontrándose con una amplia sonrisa de su compañera de clase.
— ¿Qué pasa? — le devolvió la sonrisa.
—Estaba por ir a la cafetería ¿Vamos juntas?— juntó las puntas de sus dedos y sonrió.
A Asami siempre le pareció excesivo que las chicas tuviesen ese gesto, parecían 'demasiado' amables para su gusto, pero al final del día quizá solo sí existían las personas amables.
—Claro, vamos—
El día pasó sin mucho que resaltar, las clases fueron aburridas y la comida insípida, pero a todos excepto a Asami parecía agradarles el platillo del día.
La chica de ojos púrpura balanceaba su mochila escolar mientras caminaba por las calles de Musutafu, había mentido a Nezu, cuando este la detuvo en la entrada principal de la academia, diciendo que iría a comprar algunas cosas y a pasar el rato con algunos de sus compañeros de clase.
Asami admitía que era buena mintiendo, después de todo ella misma era una mentira, un prototipo bien elaborado para cumplir con cualquier objetivo que se le impusiera.
Las afueras de la ciudad nunca se vieron tan llenas, había muchas personas yendo y viniendo con sus parejas o amigos, incluso solitarios que parecían bastante cómodos al detenerse a apreciar alguna vitrina de un negocio particular.
El negocio en el que entró Asami le parecía lo suficientemente familiar para sentirse cómoda, el ambiente era ligera como el aroma dulce en el aire.
En una mesa alejada con una sonrisa y una mano agitándose en el aire, Beteleur esperaba a Asami.
— ¿Lleva esperando mucho? — Asami se sentó justo al frente.
—Acabo de llegar, ¿Quieres ordenar algo de tomar? Te recomiendo el latte frío—
—Estoy bien por ahora, pero ¿Qué ocurrió para llamarme tan repentinamente? —
La persona frente a Asami era pequeña, probablemente no llegaba a los 1.60 y su cabello estaba recogido en dos bollos adornados cada uno con un listón dorado. Lao Feng, mejor conocida como Beteleur, líder de Riso-Teki y muy probablemente la persona con el quirk más deseado.
—Tengo órdenes, sólo para ti— explicó rápidamente— Tengo que encontrarme con alguien en este lugar en una media hora, para entonces debes estar lejos, escóndete hasta que Chariot te llame—
Asami asintió procesando y guardando la información.
—Escucha atentamente esta cinco órdenes precisas, no las repetiré—
—Espere, eso significa...—
—Todo comienza aquí Asami, y eres la única que puede ayudarme ahora—
— ¿Por qué yo? Ni siquiera soy tan fuerte, Chariot es...—
Beteleur asintió con la cabeza mientras volvía a sonreír.
—Escúchame atentamente y vete—
Suspiró, estaba cansada y memorizar no era su fuerte, pero si todo estaba comenzando en ese preciso momento, entonces no era tiempo para flaquear.
No pasó mucho para que terminara de dictar las instrucciones, Asami se levantó de su asiento y se preparó para marcharse.
—Adiós Asami-chan ¡Cuídate! —
Asami caminó hacia la salida sin mirar atrás, se escabulló entre la gente que estaba paseando por las aceras hasta llegar a la parada de autobús, cuando llegó a su destino el sol ya estaba escondiéndose en el horizonte.
Entró por una puerta de madera con una pequeña campanilla en la parte superior, el olor a alcohol y cigarrillo entró de inmediato en sus fosas nasales hacia sus pulmones.
—Hace mucho que no venías a este sombrío lugar— una voz rasposa habló desde la barra del lugar.
—Estoy de paso— se sentó en uno de los bancos altos.
—Tengo jugo de piña y agua simple para ti— un hombre delgado estaba detrás de la barra.
—Agua esta bien— Asami se recostó por algunos segundos en la madera fría.
Tres personas estaban dentro de aquel lugar, Asami quien bebía tranquilamente su vaso de agua simple. Un hombre de aspecto tosco, con barba prominente y varias cicatrices en la cara que bebía cerveza y fumaba su cigarrillo a la par y finalmente un tipo delgado con cabello perfectamente peinado y ojos grises que mantenía su vista en el tarro vacío que limpiaba con un pequeño trapo blanco.
Tres miembros de Riso-Teki.
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Antihéroe [BNHA]
Fanfiction❝Matar es fácil, lo difícil es vivir con la culpa.❞ No son villanos, pero definitivamente tampoco son héroes. El bajo mundo les teme, los héroes los repudian. La U.A. podría estar en peligro, cartas amenazantes han llegado hasta el director; con los...