Capítulo 4

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El gran día había llegado. Mi despertador sonó y el de Jacob también, lo pude escuchar a través de mi ventana que daba directo a la suya; el despertador sonó exactamente a las 6:00 a.m.

Jacob se asomó por su ventana aún adormilado y gritó mi nombre, yo aún acostada en mi cama me tuve que parar a abrir la mía.

—Buenos días Evie, ¿lista para hoy? —dijo Jacob con toda la flojera del mundo, tenía su cabello alborotado y muy lindo.

—Hola J, yo lista ¿y tú? —dije también, un poco adormilada.

No tenía idea de cómo lucía mi cabello en ese momento, pero no me importó. Jacob ya me había visto muchas veces recién levantada e incluso dormida. Es lo bueno de que te guste tu mejor amigo, con el que has compartido momentos desde niños.

—También listo, con ganas de aprender y... —él iba a seguir hablando hasta que lo interrumpí con mis carcajadas.

—¿¡Tú!?¿Ganas de aprender? Por favor no me hagas reír. —dije secándome las lágrimas que me había provocado la risa.

—Perdóname por intentar cambiar, pero gracias por quitarme las ganas, tú vas a ser la culpable de mis próximas materias reprobadas. Aunque... nunca reprobé ninguna.

— ¿Yo? A mí no me estés echando la culpa de tus calificaciones, mejor cierra la ventana y ya cámbiate que se nos va a hacer tarde.

—¿Cómo podríamos llegar tarde si el autobús va a pasar por nosotros? Pero está bien, uno que quiere hablar contigo y no lo dejas.

—Ay, pobre de ti, ya vete a cambiar.

Cerró su ventana y yo hice lo mismo. "Intentando cambiar", eso nadie se lo cree, pensé. La verdad tiendo mucho a quedarme hablando conmigo, es entretenido a decir verdad. Luego me quedo horas y horas hablándome y respondiendo a todo.

Me empecé a quitar mi pijama para poderme meter a bañar, mientras esperaba a que el agua se calentara busqué una de mis playlist con el título "Evie Shower", tenía mi nombre porque Jacob y yo compartíamos la misma aplicación para escuchar música, y cada quien teníamos nuestras playlists, además de toda nuestra música en otra carpeta.

Cuando me salí de bañar escuché cómo mi mamá me hablaba por la ventana para decirme que ya se iba a trabajar, así que, se subió a su auto y eso hizo.

Ya con la ropa lista en mi cama, me empecé a cambiar. Me puse una playera azul muy bonita que me había comprado ayer para usar hoy, unos pendientes en forma de búho, un pantalón de mezclilla y unos Converse blancos. Como la vanidosa que llego a ser, me quedé dos minutos viendo mi outfit en el espejo grande que hay detrás de la puerta de mi baño.

Bajé las escaleras corriendo y me senté en la mesa de la cocina para desayunar. Olía súper rico. Mi papá y mi mamá hacían unos postres deliciosos, yo ya les había dicho que si llegaran a abrir una pastelería en Blueseason, la gente se moriría por probar sus postres.

Ese día a mi papá le tocaba hacer el desayuno, hizo unos hotcakes con chantilly y una fresa cortada en forma de flor en la punta, acompañada de malteada de vainilla.

—Mis felicitaciones al chef. —dije dando el primer bocado.

—Gracias, mi amor. —contestó mi padre.

—Es enserio, está delicioso.

—Lo sé, yo lo hice. — Sí, así es mi papá. Mi carácter salió todo a él.

Me estaba terminando mi desayuno cuando tocaron el timbre de la puerta, corrí a abrir aún con el bocado en la boca y era Jacob. Venía vestido con una playera gris, unos pantalones de mezclilla y sus Vans grises con negro. Traía en la mano su chamarra de piel negra y su mochila gris, se veía tan... ¡Concéntrate Evelyn! ¿Saben? Me estoy dando cuenta que es una frase que me repito mucho.

¿Novio Imaginario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora