¿Novio Imaginario?

Capítulo 1

Me llamo Evelyn, pero todos me dicen Evie. Sinceramente no comprendo el porqué los padres se esmeran tanto en buscarles un nombre a sus hijos, si cuando sean más grandes sus amigos y conocidos se los van a cambiar, ya sea por uno más corto o un apodo.

Toda esta historia comienza cuando yo tenía seis años, en un lugar llamado Blueseason. A decir verdad, es un lugar muy hermoso. Se ve el mar desde mi casa y a pesar de que la civilización es notoria gracias a la infinidad de casas, calles, edificios, etc., no deja de ser un lugar muy verde.

Un día como cualquier otro, mi madre, llegó con una "gran" noticia, resultaba que una nueva familia se mudaría a la casa de al lado. ¿Cómo se dio cuenta? El letrero de SE VENDE ya no estaba ahí. Yo ya no recuerdo a la antigua familia que habitaba la residencia. Según mi padre, la familia era muy creída y no les gustaba ningún tipo de acercamiento o contacto con los vecinos; pero mi madre, como siempre, opinaba todo lo contrario, ella decía que sólo eran muy tímidos o que probablemente padecían algo parecido a la antropofobia, que no creo, después de todo, para hacer una familia, debes de convivir mínimo con tu esposo antes de casarte y tener hijos.

Al día siguiente llegó desde temprano un camión de mudanza. Mi madre me hizo arreglarme muy bien para causar una buena impresión a la nueva familia vecina. Ay mi madre, siempre preocupada por lo que las personas a quien se les quiere acercar, piensen. La amo con todo y eso, claro, pero es molesto a veces. Aunque creo que ya lo dejó de hacer desde entonces.

Como sea, ahí estaba yo, con un vestido rosa pastel floreado, y un moño rojo en el cabello. Me veía como una de esas muñecas muy lindas que mi mamá tiene como adorno en el mueble de la estancia. Tengo muy presentes recuerdos míos de más bebé jugando con ellas.

Luego de que me vistiera, bajamos a la pequeña isla que hay cocina, por costumbre, y caí en cuenta de que olía delicioso. ¿Ella en serio había preparado un pastel sólo para la nueva familia? Sabía que era de chocolate, porque es el pastel que siempre hace para mi cumpleaños, es el pastel de las "fechas importantes". Qué de éso tenían los nuevos vecinos, que hasta papá había cancelado sus citas en el trabajo para poder estar presente en aquel acontecimiento, al que obvio, mi madre lo había obligado a asistir. Y yo, sin tener opción alguna, igual que papá, al parecer, me tuve que quedar y dejar que me arreglaran para algo que la verdad a mí no me interesaba. Mi vida a los seis ya empezaba a ser muy injusta. ¿No lo creen?

Y así, arreglados y con hambre, esperamos en el jardín a que la nueva familia llegará. Tardaron bastante en realidad. Cuando mi madre ya se había cansado de esperar y mi padre estaba desesperado por meterse a casa, la familia llegó. Los vi bajarse de su carro a cada uno, sólo que... me di cuenta que esta familia era un poco distinta a la mía, no era de tres integrantes.

¿¡Quién es él!?