Capítulo 7

10 0 0
                                    

Su respuesta me tenía muy impresionada, no sabía si estar feliz, nerviosa, enojada o preocupada. Estaba feliz porque escuchar decir a Jacob eso era un sueño. Pero también estaba enojada porque fue una decisión que él tomó sin consultarme antes.

—¿¡Por qué no les dijiste la verdad Jacob!?

—No lo sé, ya me tenían harto y dije que sí para que se callaran. Perdóname.

—Nada de perdóname. ¿Qué rayos vamos a hacer para que no se siga esparciendo tu "si"?

—Nada, no podemos hacer nada. Lo sabes, pero es un chisme, o bueno... Ahorita ya no que está confirmado no, pero... Perdóname, por favor. No fue mi intensión que te molestaras.

—Y estoy segura que no J, pero es que. No sé.

—Espero que ya teniendo confirmado el rumor se callen y lo olviden.

—¿Ya me perdonas?

—No, estoy molesta —. Jacob hizo un puchero como en el autobús y mierda, a esos ojos no me puedo resistir— Está bien, te perdono.

—¿Cambiemos de tema si?

—Mejor cómprame ese café que dijiste.

—Claro —. Se levantó de la banca y me tendió su mano. Cuando la tomé me acercó a su cuerpo y me abrazó —De verdad lo siento Evie.

—J, te creo, ya olvídalo —. Confirmé mientras le correspondía el brazo y lo apretaba un poco. —Pero si quiero el café.

—Vamos —dijo mientras caminábamos hacía una de las expendedoras de café.

Una de las ventajas de que sea un campus tan grande es que hay máquinas expendedoras y de café por todas partes. Otra ventaja es que hay como tres cafeterías. Se me hace una gran idea. Así la gente ya no se amontona en una sola, que era lo que pasaba en la de mi escuela.

—¿Te puedo preguntar algo?

—Está bien, ¿de qué quieres hablar?

—Del porqué no estás atiborrada de gente, me refiero a mujeres, porque los hombres que ni se te acerquen —Me echó una mirada de padre celoso que no deja salir a su hija con chicos o que llegue antes de las 9 a casa. Me hizo sonreír.

—No lo sé, la verdad. ¿Por qué la pregunta?

—Porque se me hace muy raro, tú y yo sabemos que eres una chava súper linda, inteligente, carismática y con características únicas.

—Wow, mmm, gracias...— Y sí, me sonrojé.

—Sin olvidar que físicamente eres perfecta para cualquier estúpido adolescente hormonal. Tienes unos ojos azules que te cambian de color dependiendo de lo que traigas puesto; tu cabello, siendo castaño claro se te ve muy rubio y eso sin hablar de tu cuerpo que...

—Ya ya ya. Por favor, no sigas, no quiero que llegues a más detalles innecesarios, ya sé que soy perfecta en todos los sentidos J, gracias —dije interrumpiéndolo y con una sonrisa bastante tímida. No lo dejé seguir no porque siguiera dando detalles, lo hice porque de verdad me sentía muy colorada.

Dios mío, ¿qué acababa de pasar? Jacob me acababa de describir de una manera tan... distinta. Estoy muy segura de que parezco caricatura asiática. De esas que tienen la cara muy blanca pero que cuando se avergüenzan se ponen totalmente rojas.

—Sólo digo que eres una persona que puede volverse popular fácilmente, sin mover un dedo. Ya lo hemos sido antes Evie.

—Tú sabes que ser popular es algo que nunca me ha importado...

¿Novio Imaginario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora