Capítulo 5

8 1 0
                                    

Cuando Jacob subió, tomó mi mano, como siempre lo hace cuando llegamos a subir a un autobús, ambos somos malos en eso de mantener el equilibrio con un transporte avanzando. Entonces si alguien lo pierde, nos ayudamos para que nos caigamos y quedemos en ridículo. Pero era obvio que las demás personas no sabían eso. Cuando me di cuenta, ya teníamos a más de medio autobús con la mirada fija en nosotros, evidentemente notaron cuando él tomó mi mano. Escuchamos risas y algunos comentarios muy tontos como "ya viste la nueva parejita, son lindos", "uy, los novios", "lástima, tan guapa y con novio", "tiene novia, ni modo". Y más comentarios así que ni al caso.

¿Qué rayos pasaba con estas personas? Nunca vieron a dos amigos tomarse de las manos, supongo. Pero me gustó lo que dijeron, eso quiere decir que nadie se le va a acercar a Jacob.

Rayos, qué posesiva y tóxica Evie, es sólo tu amigo. Puede hacer lo que se le pegue la gana, nada lo ata a ti.

Recapacitando un poco, buscamos un lugar donde sentarnos. Nos tocó sentarnos juntos hasta atrás. En cuanto nos sentamos empezó a sonar mi celular. El identificador de llamadas decía "Casa Williams", le mostré el celular a Jacob y contesté con un poco de preocupación.

—Si diga... ¿Quién habla?... Sí ¿por?... Ok, yo le digo no te preocupes... Yo también, adiós. Cuídate.

—¿Quién era? ¿Era Martha? ¿Mi hermana está bien? ¿Qué pasa? ¿Qué pasó? ¿Quién te habló? ¡Evie habla!

—Tranquilo, tranquilo. Formulas muchas preguntas, no te alteres. Era tu hermana y dice que te fuiste sin despedirte de ella, que quién te crees para no avisarle.

—Ah mi hermana... Alto. ¿Mi hermana?—Fue ahí cuando su ceño se frunció y lo noté un poco molesto. — La próxima vez que te marque le dices que sí me despedí y que en lugar de despedirse me corrió de su cuarto aventándome una almohada en la cabeza.

—Jajaja ¿es en serio? Yo le digo cuando marque.

—No te rías. Me dolió, tiene la mano pesada y era una almohada de esas que tiene sólo para que su cama se vea linda, estaba dura. Y pensar que cuando la conociste era tan sólo una bebé.

—Ay sí, era tan tierna, extraño a esa niña pequeña.

—Yo más, créeme, pero tiene que crecer. —dijo quitándose una lágrima falsa. Y digo falsa porque Jacob sabía hacerse llorar además de que el tono era claramente sarcástico.

—Ay pobre J. —dije dándole un abrazo—. Ya, ¿quién lo quiere?

—Mmm... No lo sé. ¿Quién podría ser? —dijo soltándome y colocando su mano en su barbilla.

—Menso, que mal plan. Ábrete. —dije empujándolo y dándole un leve golpe en el hombro.

—Uy, ya perdón. Sabes que yo también te quiero.

—¿Tú quién eres? ¿Te conozco?

—Creo que sí, pero si no lo recuerdas, soy tu mejor amigo, ya perdón. ¿Me perdonas?—. Y ahí fue cuando hizo uno de sus pucheros más tiernos. Se ve tan tierno cuando hace eso.

— Perdonado —. ¿Cómo no hacerlo?

Llegamos a la escuela y pasó exactamente lo mismo que cuando subimos al autobús. Sólo que ahora si nos aseguramos de no tomarnos de las manos, no había necesidad ya. Pero obviamente, de toda esta gran escuela, a las únicas personas que conocíamos, era a nosotros. Y sólo estábamos caminando nosotros dos.

¿En serio nos veremos como novios Jacob y yo, o por qué razón todos nos miran tan raro? Es que en serio, si trataban de que no se les escuchara lo que "susurraban" no lo estaban consiguiendo en absoluto. Yo sólo espero que esto se pase rápido, no me gusta estar en boca de la gente. A nadie le gusta, creo.

¿Novio Imaginario?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora