Araña sonrió para si. Así que un novato, ¿eh?
Este definitivamente iba a ser un buen día.
No lo fue.
Empezaron a avanzar por el pasillo gris y sucio de esa forma. Cuatro guardias a la cabeza, el chico detrás de ellos con Rumlow a su lado, dispositivo siempre en mano, y cuatro guardias más a en la zaga.
Después de venir a buscarle, Rumlow y sus hombres le escoltaron por los pasadizos de las instalaciones.
Eran estrechos pero altos, iluminados por fluorescentes, no había una sola ventana, si la había, Araña nunca la había visto. Las paredes estaban sucias de moho, y tenían manchas de humedad. Las cañerías que había en el techo estaban oxidadas, muchas goteaban. La mayoría de los fluorescentes funcionaban, pero muchos parpadeaban o no se encendían. Había puertas aquí y allá, todas eran de hierro, estaban blindadas y eran más gruesas que las paredes mismas. Estaba claro donde enviaban todo el presupuesto. Las puertas importan. Aunque también estaban bastante sucias. Había varios restos de sangre y... bueno, de otras cosas. Generalmente no estaban marcadas pero había unas cuantas excepciones. Por ejemplo, la celda de Araña tenia un pequeño símbolo que la identificaba, el dibujo de una araña de color rojo. Original.
Algunos pasadizos eran más largos, otros más cortos, algunos daban a otros pasadizos y otros eran callejones sin salida. Además estaban desiertos. El sitio era un maldito laberinto, porqué todos eran exactamente iguales, excepto por la disposición de las puertas. Aunque después de tantos años, el chico había llegado a conocer hasta el último rincón de ese laberinto.
Llegaron a una puerta algo menos blindada que las demás, y mucho más sucia. Rumlow le lanzó una bolsa negra que uno de los guardias le había dado. Araña la cogió sin vacilar.
-Tira -dijo Rumlow señalando la puerta con una brusca inclinación de cabeza.
Él obedeció y entró en la habitación. Era un baño sencillo y, como no, estaba sucio. Las paredes eran iguales a las del pasadizo, las mismas luces y tuberías. Había un orinal, una manguera y un espejo tan viejo que los bordes ya ni siquiera reflejaban nada. Pero tenía suficiente.
Soltó la bolsa y empezó a quitarse la camiseta sin mangas gris, después los pantalones del mismo color, que le llegaban hasta las rodillas. No llevaba zapatos. Cuando se encontró completamente desnudo usó el orinal. Una vez había satisfecho sus necesidades, utilizó la manguera empapando toda su cuerpo, después la cara, intentando lavar toda la sangre, y finalmente su pelo.
Después de eso se acercó a la bolsa y extrajo de dentro unos calzoncillos, unos pantalones largos y una camiseta. Todas las prendas eran negras. Una vez se las puso, cogió unas botas (negras), se sentó en el suelo mientras se las ataba. Luego cogió un trozo de tela negra, que tenia unos cordones. Se la ató en el brazo izquierdo y observó brevemente el símbolo bordado en rojo que había en ella. Una calavera de la cual salían seis tentáculos que estaba rodeada por un circulo, el símbolo al que sus amos rendían tanto respeto. Seguidamente sacó de la bolsa una venda de color azul, aunque tenía varias manchas secas de sangre. Observó su antebrazo derecho, donde había una mancha negra que parecía esparcirse a través de sus venas, y que dejaba la piel a su alrededor de un tono grisáceo. Suspiró y se encogió de hombros mientras envolvía la zona delicadamente con la venda. Luego cogió unos guantes negros sin dedos. Finalmente, encontró una goma para el pelo que, sorprendentemente, era rosa.
Es coña. Era de color negro.
Se levantó y se acercó al espejo, el cual había estado evitando durante todo el proceso. Evitó mirarse directamente e intentó peinarse, pasando los dedos entre el pelo mojado que le llegaba hasta los hombros y que aún goteaba. Cuando estuvo satisfecho con el resultado, usó la goma para atarse el pelo en una coleta baja, y observó frustrado los pequeños mechones que no eran lo suficientemente largos y se le pegaban en la cara y obstaculizaban su visión. Intentó pasárselos por detrás de las orejas, pero sabia que sería inútil, con el más mínimo movimiento volverían a estorbar.
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Deadly Caged Mind ||HYDRA's Spider|| [Castellano]
FanficAraña era un activo. Un soldado con un único trabajo: seguir ordenes, nada más. Si le ordenaban que matara, mataba. Si le ordenaban que muriera, moriría. Él no tenia derecho a decidir sobre su propio destino, solo sus amos lo tenían. ¿O no era así...