Capítulo IV.- Lux et Tenebrae

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Mi mirada recorre las filas buscando a la nombrada.

¿No se va a levantar o qué?

-Psst, Evka, deberías ir...-Murmura Gustav mientras me toca el hombro.

¿Yo?, ¿Evka Petrov?

Mierda, soy yo.

¿Dónde tengo metida la maldita cabeza?

Maldito idiota, ¿por qué de entre todas las mujeres presentes me escoge a mí?

Yo ni siquiera levanté la mano.

Demonios...

Me levanto con lentitud de la silla y me acerco a paso tranquilo al escenario. Escucho algunos murmuros, pero los ignoro.

Subo al escenario y miro a Hunter con molestia.

Maldito...

-Quédate quieta.

Asiento con la cabeza.

Él frunce el ceño y forma fuego con sus manos.

El fuego empieza a bañar mi cuerpo por completo, de pronto, me encuentro envuelta en llamas.

Me recuerda a la escena de Los Cuatro Fantásticos. "Llamas a mí".

No siento dolor, solo un poco de calor.

El fuego comienza a desaparecer, hasta que de pronto, aparece una bola de fuego gigante arriba de mi cabeza.

Me quedo completamente quieta.

Si algo he aprendido, es a no interrumpir las presentaciones de compañeros.

Siempre sucede algo malo cuando alguien lo hace.

De la nada, la bola de fuego cae encima de mí y empieza a quemar mi ropa.

Hijo de puta.

Me deja sólo en ropa interior frente a todos los presentes.

En ropa interior.

Ropa interior de encaje de color negro.

Maldita sea.

Hunter forma una esfera de luz con sus manos y la arroja sobre mi cuerpo. La esfera de luz va formando un vestido hermoso. Es largo y cae como una cascada dorada y brillante.

Finalmente, Hunter saca metal de su bolsillo y empieza a formar una corona con él.

La corona es alta y hermosa, aunque se ve fría y calculada.

La coloca sobre mi cabeza y sonríe con suficiencia.

-Linda ropa interior.-Murmura antes de alejarse y hacer una reverencia al jurado y al público.

Pudo haber quemado su ropa, ¿por qué quemó la mía?

De seguro a las chicas les hubiese gustado más verlo a él en ropa interior.

Me empiezo a alejar del escenario pero la voz de la secretaria me detiene.

-Por favor, señorita Petrov, haga su demostración de inmediato.

Me doy la vuelta hacia ella con una sonrisa forzada.

Asiento y me dirijo al jurado. Hago una reverencia. Luego me dirijo al público y hago otra reverencia.

Retrocedo unos pasos y dejo escapar un suspiro.

Bien, les mostraré.

Tú puedes hacerlo, Evka. Confía en ti.

La oscuridad empieza a brotar de mis manos y lentamente dejo desplegar a mis alas, esas negras alas que tanto asustan a Nastia.

Dice que prueban mi maldad interna.

Quizá tiene razón.

Me elevo del suelo y empiezo a acercarme al techo.

Luego me dejo caer en picada al suelo y antes de llegar, me elevo.

Doy giros en el aire, abro y cierro mis alas.

La oscuridad sigue brotando de mis manos y finalmente, la tiro.

La siento en mi interior.

Somos uno.

Yo soy oscuridad.

Me dejo caer despacio en el suelo y empiezo a dar vueltas, la oscuridad comienza a cubrir el vestido de luz que me hizo Hunter.

Puedo sentir la batalla que tienen. Luz contra oscuridad.

Mi oscuridad gana terreno y empieza a formar un nuevo vestido, cubriendo y deshaciendo el anterior.

Hago un vestido grande, ancho, grueso y negro. Completamente negro.

Mis ojos empiezan a cambiar de color, esto ocurre cuando estoy ocupando por más tiempo mi poder.

Mis ojos se vuelven negros, completamente negros.

Finalmente, termino de crear mi vestido y hago que plumas negras caigan sobre mí.

Extiendo mis alas y miro al público.

Esto es sólo una muestra de mi poder.

Me agacho, guardo mis alas y hago desaparecer la oscuridad. La neblina negra que estaba a mi alrededor se esfuma. Mis ojos vuelven a su color normal y solo quedo yo, con un vestido completamente negro.

Con un vestido

hecho

de

o s c u r i d a d.

N

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N. A: Quiero agradecer a todas las personas que se han dado el tiempo de leer.
XOXO

SilentiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora