Los próximos días me dejaron tranquilo, de vez en cuando me hablaban en clase o se sentaban a comer conmigo pero no me hacían nada, uno que otro calzón chino, pero empezaba a acostumbrarme. Para el jueves de la otra semana volvieron a llevarme a la guarida.
-¿Has visto que no somos tan malos Yuki? Puedes considerarnos como tus amigos –Yo asentí con una leve sonrisa.
-Es por eso que este viernes iras a quedarte en mi casa, hasta el domingo, le dirás a tus padres que iras con tus mejores amigos bien? Si no te dan permiso te colgaremos del hasta de la escuela, pero por delante Y eso no es todo, pero esa tortura no te la diré.
Yo trague saliva y asentí nuevamente.
-Ahora como muestra de lo que te espera si no cumples... -menciono sentándose en un neumático mientras dos de sus amigos tomaban mis boxers por delante y por detrás empezando a jalar como si fuese un sube y baja, le levantaban desde atrás y luego desde adelante.
-Está bien Billy, entiendo te prometo que iré a tu casa –me dejaron en el piso nuevamente.
Billy asintió dejándome ir. Ese día llegue a casa y a la hora de la cena, aprovechando que estaban mis dos padres y mi hermana simplemente lo deje caer con una enorme sonrisa.
-¿Mamá, te acuerdas de mi amigo Billy, del que te he estado hablando?
- ¿Ese con el que te la pasas todos los días? –menciono mi hermano mientras comía.
-Eh si ese...
-¿Qué pasa con el hijo?
-M-me invito a su casa y me preguntaba si podía ir...d-dijo que será una pijamada desde mañana hasta el domingo. –eran muchos días, temía que me dijeran que no. Vive cerca de aquí, como a 20 minutos caminando...m-me portare bien...
El silencio cubrió la habitación así que volví a comer para aligerar la tensión.
Mi madre me sonrió.
-Estoy tan feliz de que tengas amigos cariño, por supuesto que tienes permiso siempre desee que fueras a jugar con ellos.
-g-gracias mamá eres la mejor!
- No te molestan Yuki? –pregunto mi padre algo serio.
-No papá son increíbles.
-Supongo que le creeré a esa sonrisa.
-Si papá, siempre los veo juntos y Yuki se ve feliz –menciono mi hermano desinteresadamente, el corazón me latía a mil, yo era un buen mentiroso, eso seguro.
El viernes al salir de clase, Billy me tomo de la mano y me guio hasta su casa, yo tenía mucho miedo, pero era imposible que pasara mucho ya que sus padres debían estar en casa, eso me tranquilizaba.
-Ven Yuki, por aquí. –me jalaba de la mano y me invito a pasar a su casa, era enorme con muchas cosas, mucho más que la mía, mi familia era algo más modesta.
-Tengo muchas cosas para ti, nos vamos a divertir, los demás vendrán el domingo así que tendremos la noche solo para los dos. –yo me puse rojo, sentía que todo lo decía con otro sentido y la verdad era que no me desagradaba estar con él, así fuera a la fuerza.
En la noche su madre nos llevó unos bocadillos y nos quedamos jugando video juegos.
-Hagamos una apuesta Yuki, si me ganas en el juego, te dejare hacerme lo que quieras, pero si yo gano, no te negaras a nada de lo que te haga hacer hasta el domingo, ¿Qué dices? –yo le mire fijamente, el juego era de carreras, el mismo que solía jugar en casa contra mi hermano y a decir verdad yo era realmente bueno, me la pasaba siempre jugando solo en las vacaciones, así que naturalmente estuve confiado.
-Lo que yo quiera?
-Así es.
-Incluso patearte los huevos hasta que llores? –mencione como con esa rabia contenida por todo lo que me habían hecho.
-No tengo quien me defienda así que tienes mi palabra.
-Acepto. –sonreí confiado y empezamos a jugar.
Debo admitir que Billy jugaba increíblemente bien y a juzgar por su actitud el tampoco creía que yo fuera tan bueno, fue la partida más difícil que tuve en toda mi vida, pero justo al llegar a la meta, Billy me chocó ganando por apenas milímetros, lo que maldecí golpeando el brazo de Billy con fuerza tal y como hacía con mi hermano, no era un buen perdedor, Billy se quejó sujetando su brazo y me lanzo una mirada seria.
-lo siento, lo siento, lo siento, perdóname por favor e-es que eso lo hago con mi hermano y yo..n-no quería... -trague saliva esperando lo peor, Billy me hizo acostar en el piso y se sentó sobre mi cara, creí que me golpearía directo al rostro pero Billy solo se rio.
-No soy un monstro, eres demasiado bueno, casi me ganas y para que veas que no soy tan malo, te dejare patearme una vez si así quieres, pero no te atrevas a decírselo a los demás, está claro?
-¿Enserio? –pregunte sin creérmelo.
-Yo no miento. –no iba a desaprovechar esa oportunidad, no se volvería a repetir.
-Acepto. –ambos nos pusimos de pie, Billy tomo algo de espacio y separo sus piernas.
-Pero hazlo de una vez que me pongo nervioso. –no podía creer que estuviera tranquilo si a mí me hicieran eso estaría muerto de miedo, me pare frente a él y tome todo el impulso que pude y lancé la patada más fuerte que pude hacia sus testículos, tanto así que le hice saltar cayendo directamente al piso cubriéndose sus genitales, pude ver lágrimas en sus ojos, quizá me había pasado.
-T-tú no tienes piedad verdad? ...quien lo diría con esa carita...-yo me quede inmóvil sin saber qué hacer.
-Al menos ahora no me sentiré culpable de lo que haremos mañana..
Continuara...
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El pardillo. +18
Teen Fiction*Otra historia cliché entre un Bully y Su victima* ¿Pero puede algo cliché llegar a atraparte? Te invito a leer la historia de Yuki, un joven de 16 años intentando sobrevivir en su nueva escuela. Esta historia es NSFW contendra contenido sexual y g...