La casa de Billy 3

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A las 11 se pusieron a jugar video juegos, pero querían divertirse un poco antes.
-Bien Yuki, hoy tendrás tu primer calzón chino colgante. Hasta ahora solo habías tenido atómicos y por el frente, pero nunca uno colgante de verdad. Seremos buenos y será colgante por detrás, te quedaras ahí hasta que nos cansemos de jugar video juegos.

¿Querían que me quedara colgado por más de 2 horas? Me partirían en dos...

-Hagámoslo más interesante –menciono uno de los amigos de Billy. El que gane cada partida tendrá derecho a molestar a Yuki, puedes darle una nalgada, jalarlo hacia abajo, hacerle un calzón chino corto por el frente o lo que se les ocurra. –escuche a todos estar de acuerdo y eso me helo la sangre.

Henry, que era aquel sujeto enorme con sobrepeso me levanto por la cintura, mientras que echan, todo de sus amigos, se subió al camarote y jalo el elástico de mi bóxer, amarrándolo firmemente al filo del camarote, yo traía unos boxers realmente resistentes porque no quería que los rompieran, pero pensándolo bien fue una decisión horrible, ya que me quedaría ahí por horas. Cuando terminaron de afirmar mi ropa interior Henry me soltó de golpe, haciéndome un increíble calzón chino de golpe, gemí y grite mientras me balanceaba, sentía como el bóxer se metía cada vez más dentro de mi trasero, cargar con mi propio peso de solo mi bóxer era increíble, llevaba a lo mejor un minuto y ya sentía que me partían en dos.

-mira como lo tiene de metido. –menciono Alexis girándome para que vieran mi trasero.
-Y mira por delante se marca muy bien su paquete
-Bueno ya, a jugar idiotas –menciono Billy dándoles los controles de la playa.

Me quede colgando y sufriendo, intentaba afirmarme del camarote levantándome todo lo que podía con la fuerza de mis brazos, pero cuando me cansaba el dolor punzante regresaba, incluso intente apoyar mis pies en el tubo pero cuando resbalé vi estrellas por el dolor al caer nuevamente de golpe, hundiendo más mi bóxer en mi trasero.

Cuando termino la primera partida Henry era el que había ganado, se acercó a mí y me cargo alto para luego soltarme y dejarme caer.
-Ahhhh!!! –grite apretando los dientes. Me van a partir en dos –lloriquee.
-Es la idea –rieron.

30 minutos pasaron desde que me colgaron, agradecía que mis manos estuvieran libres, hacia pesas intentando levantarme a mí mismo para no sufrir más, pero había algo especial y es que entre más tiempo pasaba ahí colgado, mas pensaba que me gustaba, esa sensación en mi trasero, aunque dolorosa me gustaba, estaba profundo pero me producía placer de alguna manera, si yo también me regañaba a mi mismo por pensarlo.

El siguiente en ganar fue Alexis, el fue mas cruel y con toda la mañana leche me hizo un calzon chino frontal, era la primera vez que me lo hacían sin pantalón, asi que vieron como mis testículos se salían por los lados, lo que les hizo reir mas mientras yo me retorcia de dolor.
-El próximo que le haga un atomico por el frente –rio Alexis.

En las próximas partidas me nalgearon, se colgaron de mis piernas y retorcieron mis pezones, consiguieron rasgar mi calzon pero no se rompió, habían pasado 2 horas, yo ya sentía que me iba a desvanecer, billy no había ganado ni una, por lo que empezaron a molestarlo.

-Hazle el atomico por el frente! –empezo a decir a modo de coreo.
-Ok pero callense. –yo me prepare para el color más infernal de mi vida, mientras él se subía al camarote para poder subirlos más fácil ya que era bastante alto el camarote. –tomo el elástico y lo subió lentamente hasta mi cabeza, mis boxers eran bastante elásticos, pero con la tensión de estar colgado, fue demasiado, Billy jaló hasta tenerlos encima de mi cabeza y al sentir que se rompían jalo con más fuerza, grité y el bóxer se rasgó.

Caí al piso desnudo, con mi trasero rojo y la marca del bóxer, me quede llorando mientras todos se iban a dormir.
-vamos juguete –Billy me jalo del brazo. A darte una lección por llorón –sus amigos le ayudaron a llevarme al baño, pero Billy los saco.
-Me encargaré yo, les cerro con pestillo y me obligo a meter en la regadera.
-Billy ya no más, te lo suplico... -Billy ato mis manos con una corbata de su padre a una baranda de metal y tomo la manguera de la ducha y con agua helada empezó a darme en mis partes, yo intente quitarme pero me pego con fuerza a la pared, empecé a sentir alivio, el agua helada ayudaba con el dolor, hizo lo mismo con mi trasero. Creo que ya me había acostumbrado a que me viera desnudo.

-Nos pasamos, lo siento, creo que tienes un pequeño corte aquí –paso su dedo por en medio de mis glúteos haciéndome gritar, luego abrió la ducha y me dejo ahí dejando que el agua fría me cayera, salió del baño y regreso unos 5 minutos después con una cubeta de hielos, nuevamente atado empezó a frotar el hielo con delicadeza en las zonas lastimadas, yo no dejaba de gritar, dolía y aliviaba al mismo tiempo.

Dormí toda la noche como un bebe hasta el mediodía, había quedado molido. Todos se habían ido a excepción de Billy, obviamente.

-¿Cómo estás? –me pregunto al ver que despertaba.
-Duele un poco pero es soportable...-al sentarse sentí algo extraño en mi trasero, mi primera reacción fue llevar mi mano y saque arco blanquecino con mis dedos.
-Es crema, de la puse esta mañana para que sanes más rápido
-Que hiciste que...
-se me salió de las manos, no quería dañarte tanto
-Hablaba de manera sincera pero...creo que el solo se deja llevar por sus amigos.

El pardillo.  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora