Conforme a mi voluntad de que estaba enamorado, deje atrás mis berrinches chamuyeros hacia otras mujeres. Decidí que por fin debía mantenerme hombre y afrontar lo que ocurría en mi corazón.
Al volverla a ver, me arrime hacia ella y solté una palabras -- Hola, ¿gustaría ir al cine conmigo?-- ¿ustedes creen que me intereso que estuviera rodeada de amigas que ni siquiera se esforzaban a omitir su risa burlesca? Pues si, las odie. Que más da, Lucrecia era mi meta.
Después de varios segundos, eternos segundos y un vibrato entre mis piernas contestó -- si, me encantaría -- Me sentí Maradona unos segundos, eso si, ahora debía ganar el mundial.
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Lascivia Por Lú
Fiksi RemajaUn deseo y una mujer. ¿Que puede salir mal? No involucrarse en el querer...