Ha pasado una semana desde que inicié en esta nueva escuela, ha ido de maravilla, excepto por el percance con Ted, pero vamos, no es tan grave como creíamos que sería.
Durante estos últimos días no he podido separar mi vista de Samantha y el evitar pensar que ya la había visto antes, sin embargo, solo son suposiciones nada de preocupar.
Es el primer fin de semana en New York como una familia feliz, y a mi papá se le ocurrió llevarnos a un restaurante que amabamos de pequeños.
Si mal no recuerdo el nombre de ese restaurante era " Les étoiles sur le ciel ", recuerdo que es un título francés que significa las estrellas sobre el cielo, creo que es un nombre muy cursi, pero bueno, la comida que sirven ahí es magnífica.
Al llegar me topo con un Marcus como anfitrión para asignarnos un lugar.
Papá de Arthur: Buenas noches joven, mesa para 5 por favor.
Marcus: Buenas noches señor, claro, en seguida le consigo una mesa (Marcus hizo una seña para saludarme)
Arthur: *Susurra* Hola Marcus.
Pero al parecer no fui al único que le llegó el saludo, pues David e Isi también lo saludaron.
Marcus: Síganme por aquí por favor.
Marcus con un movimiento impecable y con unos modales muy perfectos nos guío a nuestra mesa, ahora veo porque es tan cortes.
Arthur: Gracias Marcus.
Marcus: No agradezcas, es mi trabajo *Se dirige a la familia* Muy buen provecho y buenas noches.
Todos tomaron asiento en la mesa, y papá comenzó la típica conversación al fijarse en las personas.
Papá de Arthur: Vaya ese chico si que es educado, ojalá ustedes fueran así de educados.
Mamá de Arthur: Si, pero imagínate, nuestros varones no serían hombres, si saben a lo que me refiero.
Después de este comentario Todos menos David empezamos a reír, el prefirió retirarse de la mesa para ir al baño.
David: Disculpen familia, jaja, voy al baño.
Arthur: Espera, voy contigo.
Decidí acompañar a David al baño, pues me pareció un tanto rara su reacción.
Arthur: ¿Que demonios pasó ahí?
David: Pasar... ¿Dónde?
Arthur: Tu siempre solías ser el que empezaba esos chistes, ¿porqué ahora solo te retiraste?
David: Por que necesitaba ir al baño, es algo simple, si es que piensas que soy Gay, por favor ubica tus ideas hermanito, el que en realidad parece de ese tipo de gente eres tú, no haz conseguido ni una sola novia.
Aunque quería golpear a mi hermano en ese mismo lugar, no podía negarlo, durante mucho tiempo la gente pensó que era Gay, pues no he tenido una sola novia en toda mi vida.
Pero, si bien es cierto, jamás había visto a mi hermano tan alterado por el tema, tal vez solo le molestó que mis pensamientos se cruzarán con algo simple como una comparación.
Al llegar a la mesa de nuevo, pareciera que el ambiente familiar ya era cómodo y sin problema alguno, después una mesera llegó a tomar nuestra orden.
???: Buenas noches, ¿puedo tomar su orden?
Esa voz, una voz dulce, me sonaba tan conocida, al momento de percatarme quien era.
Arthur: Samantha...
Samantha: Oh, eres tú, buenas noches, ¿puedo tomar tu orden?
Pareciera que mi presencia no la impresionó, solo lo convirtió en alguien común, como si eso pasará a diario, pero por alguna razón, me congelé, no sabía que hacer, solo me quedé callado.
Miéntras este momento vergonzoso pasaba toda mi familia ordenó lo que quería y mis hermanos ordenaron por mi.
Justo después de que Samantha se retiró de la mesa regrese a este mundo.
Papá de Arthur: Oye, pareciera que conoces a esa chica.
Mamá de Arthur: Acaso ¿Ella será tu nuevo conquista?
Una risa familiar se hizo presente en nuestra mesa, todos reían de mi momento congelado junto a esa chica.
David: Creo que alguien por fin se enamoró
Arthur: Hey, sin presión, hace una semana que me enteré de su existencia.
Papá de Arthur: Esa chica se me hace algo conocida
Mamá de Arthur: Tienes razón, parece ser la hija de los fallecidos familia Vuregard, ¿no?
Papá de Arthur: Si cielo, pero recuerdo que todos murieron en ese accidente.
Mamá de Arthur: Fue un incendio, ¿Cierto?
Arthur: ¿Qué?, ¿Cuando pasó eso?
Papá de Arthur: A los pocos meses que nos fuimos a Texas, recibimos llamadas comunicándonos eso, pero no tuvimos el tiempo de venir.
David: Y ¿Porqué no dijeron nada?
Isi: Los niños de esa familia eran nuestros amigos.
Mamá de Arthur: Ustedes eran unos niños, no necesitaban saber eso.
Después de esa charla miente se fue por un rato, pues se me hacía muy raro el pensar que tal vez Samantha es parte de mi pasado y no lo recordaba.
Sin embargo cuando la comida llegó, todo en la mesa se apaciguó, y platicamos sobre las cosas cómicas que han pasado en la familia, como toda una cena tranquila.
Como siempre es de verse, suelo comer un poco más rápido que los demás, así que tome unos minutos pasa salir del restaurante a unas bancas que están para los clientes.
Al salir me topo con una chica solitaria en una de las bancas, con un cigarrillo, el cabello suelto y de una manera muy agotada con un traje de mesera elegante.
Intenté huir de ese lugar para que no me notará, pero mi torpeza lo evitó.
Samantha: Oh, chico raro, ven siéntate un rato.
Arthur: ¿Chico raro?, ¿Porque ese sobrenombre? *Tome aciento a su lado*
Samantha: Pues eres un chico raro que desde el primer día ya estabas causando problemas *Sorbe de su cigarrillo para después expulsarlo*
Arthur: Vaya, mi objetivo era pasar desapercibido, pero veo que no lo logre.
Samantha: Esa táctica no te funcionó al parecer *tuvo una pequeña risa sarcástica*, cierto, ¿Gustas?
Samantha extendió su cigarrillo hacia mi, habría aceptado, pero como siempre, había un pequeño problema, no he bebido ni fumado jamás, me sentí un niño indefenso a su lado.
Arthur: Yo...
Samantha: Ya veo, no eres ese tipo de chico *Agachó su cabeza* Eso me parece perfecto *Se levantó* creo que más chicos así de simples hacen falta en el mundo.
En cuento escuché la palabra "Simple" todo mi mundo se fue abajo, pareciera ser que no soy ni un poco interesante, este es el típico escenario donde la chica linda humilla al protagonista, donde todo se pone en blanco y negro mientras el chico busca una explicación.
Justo después de la humillación sentía la necesidad de preguntar algo a Samantha, pues la plática de mis padres me había dejado dudas.
Arthur: Hey Samantha... Yo... Ehhh
Por un momento tartamudeé sin saber que decir.
Samantha: Si tú plan es invitarme a salir, ¿porque no vienes a mi casa a una cena familiar mañana?, trae a tus hermanos.
Sin dejar que yo dijera algo, Samantha se fue, pero hey, conseguí una cena en su casa, cuando solo quería preguntar si nos conocíamos de antes, pero creo que tendré que esperar.
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"La guia del amor propio"
Roman d'amourEl era Arthur un chico común con una vida común, llena de cosas tranquilas, una vida feliz hasta que conoció a Samantha una chica rebelde, distraída y perseguida por los problemas. Juntos formaron el mejor dúo de la ciudad explorandola y descubriend...