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Sonrío al ver el inmenso mar frente a mis ojos. Estiro un poco mi cuerpo, y mientras miró a Shikamaru a mi lado, quien bostezaba con suma flojera. Yo era el único que me había cambiado de los dos. Teníamos solo veinte minutos de haber llegado, los demás se encontraban igual de dispersos por ahí. 

Iré por una silla y tomaré algo ¿tú que harás?

A nadar hombre.

Y corro hacia el agua.

Y no sé por cuento tiempo estuve en eso, pero lo disfrute. Al final cuando me cansé solo me quede flotando, con mis ojos cerrados y moviéndome levemente debido a las pequeñas olas.  Creo que me quedo meditando. Pienso en el pasado; observo a un joven solitario. Pienso en el presente; y veo a Shikamaru apoyándome junto a su familia. Luego es inevitable y pienso en mi futuro; y solo puedo imaginarme que Hinata esta en el apoyándome y somos felices juntos.  

Un futuro incierto y solo en mi imaginación. 

Es cuando choco contra alguien que me obligo a enderezarme. Al quedar de frente con esa persona, mis mejillas adquieren otro nivel de rojo seguramente al ver quien era. Él también me mira sorprendido para luego sonreirme. 

Y es inevitable no quedarme viendo su torso.

¿Hinata hacia ejercicio?

Naruto ¿cuando llegaron? se acerca más a mi, y yo miro aun lado sonrosado . Oh ¿llevas mucho tiempo bajo el sol? Estas super rojo.

Toco mi rostro con ambas manos y mis colores seguro suben de nivel.

Sí, eso debe ser miento. 

Mejor salgamos sugiere y yo solo siento.

Al llegar a la orilla, llegamos a su pequeño espacio. Me pasa una toalla y le agradezco para secarme un poco.  

Hacía tanto que no me daba un buen baño de playa.

Cuando iba a decir algo los compañeros del trabajo se acercan y nos invitan a un partido de voleibol. Hinata acepta y yo me niego al no tener muchas ganas.  Al irse, me dirigí a donde Shikamaru. Este seguía recostado en la silla bajo un tordo, una cerveza en la mano y escuchando música. 

Me siento en la arena y miro hacia el improvisado partido. 

Sonrío. Hinata se veía tan genial jugando. 

De lo mucho que miras a Hinata, lo vas a desgastar.

Yo miro a Shikamaru contrariado por la broma. Pero no digo nada, no quiero decir nada. 

Solo vuelvo a apreciarlo desde lejos. 




Quería irme en el mismo bus que ustedes, pero mi abuelo me sugirió llegar con él  nos comentaba Hinata mientras devora un plato de tostones. Los tres nos encontramos en un pequeño fogón almorzando y tomando cerveza a la vez . Y como nuestra relación ha mejorado, no quise perder la oportunidad ¿Se divirtieron en el camino?

Kiba y Kankuro pintaron el rostro de Kabuto cuando este se quedó dormido — le cuenta Shikamaru . Debes imaginarte el grito que pegó cuando despertó.

Hinata ríe.  Su risa me eleva y hace sonreír como tonto. 

Entonces me mira de improvisto, y yo solo disimulo tomando de mi cerveza. 

Hace un año, en otoño - [NH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora