Capítulo 7

51 5 0
                                    

Capítulo 7
Cuando Dinah Jane llegó.

-...pero entonces la niña de dos coletas no quería que tomara prestado sus pinceles, y me los quitó, y le dije a la prrofesora pero ella no me hizo caso, así que le enseñé la lengua y sólo la empuje, pero no muy fuerte porque no tengo mucha fuerza como tú, pero ella se cayó y lloró y la prrofesora me gritó y entonces yo lloré pero...- la pequeña Camila de ocho años tomaba fuertes y largas respiraciones para seguir contando apresuradamente lo que había vivido en el colegio.

Sinuhe, la sirvienta de la casa, estaba sembrando algunas rosas, podando los arbustos y regando las plantas. Mientras sonreía y escuchaba atentamente los relatos de la pequeña.

- ¿Y qué pasó después?- preguntó cortando algunos tallos con espinas.

Camilla se puso de pie y se cambió de lugar, estaba sentada a unos centímetros de Sinuhe sobre una pequeña almohada para no manchar su vestido.

- Pues en receso, yo le pedí disculpas, porque siempre me has dicho que no debo hacer sentir mal a las personas. Y ella me dijo que estaba bien, y que ella no quería prestarrme sus pinceles porque se los había regalado su hermano, pero dijo que ahora está con los ángeles, no lo sé- fruncio un poco el ceño, no entendía eso, pero se encogió de hombros.- Y entonces nos hicimos amigas. Su nombre es Dinah.

- ¿Sólo Dinah?.- pregunto interesada, le parecía gracioso que la pequeña morena recordara todo su día.

- Me dijo muchos nombres, no sé si sea verdad o me estaba mintiendo, pero sé que se llama Dinah porque la maestra así le dice.- sonrió mostrando sus dientes, con uno blanco faltando debido a que se le había caído.

Sinuhe revolvió el cabello se la pequeña cuando se levantó, librándose de los guantes de jardinería.
La latina mayor se aguantaba las ganas de cargarla y llenado de besos como si fuera un momento madre e hija, pero no tenía permitido hacerlo.

A ella le encantaban los relatos de la más pequeña, pues sólo a ella se los decía, y a veces a Marcus, porque sus padres nunca tenían tiempo de escucharla.

- Mañana le llevarás un sándwich, para que vea que sí quieres ser su amiga.- Le recomendó Sinu, ella misma los prepararía.

- Pero no sé de qué le gustaría, todavía no la conozco bien.- su mirada se perdió por unos minutos, pensando seriamente en no equivocarse.

- Tú no te preocupes por eso, cariño...- hablaban mientras se adentraban a la casa de los Cabello, por el patio trasero.-...los de jamón con queso nunca fallan.

Camila asintió completamente feliz, subió corriendo las escaleras a su cuarto y bajó con dos muñecas, para jugar con Sinuhe en su hora libre.

Y a la mañana siguiente, mientras Camila terminaba de cambiarse para volver al colegio, Sinuhe tenía preparado dos almuerzos, uno para su pequeña latina, mas unos cuantos pedazos de fruta picada, y otro para su nueva misteriosa amiga.

Marcus subía la mochila a la parte trasera del auto, y Sinuhe persinaba la frente de su pequeña, subiendo y esperando a que abrocharan su cinturón. La seguridad nunca faltaba.

El joven de apenas 20 años, ponía en marcha el auto para seguir su rutina y llevar a la latina al colegio, claro, los Cabello no le pagan lo suficiente para mantener a su novia y en unos ocho meses, a su bebé en camino.

- ¡Buenos días, miss Hasiel!- saludo muy animada Camila, entrando al colegio con una vibra positiva, segura de sí misma y feliz por hacer una nueva amiga.

MISSING» camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora