capitulo 9

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—¿Tu follamigo es LeeTeuk?

(TN) abrió mucho los ojos, sobresaltada. Hacía tan solo un instante habían llamado al timbre y por la mirilla había podido ver que se trataba de su amiga Susana. Nada más abrir la puerta, le había soltado aquello.

(TN) miró hacia atrás para asegurarse que sus padres no estaban cerca y salió al rellano,
entornando la puerta tras ella.

—¿Cómo dices?
—¿Tu amigo con derecho a roce es LeeTeuk?
—No... yo... ¿cómo te has enterado?
—¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Pero tía, está muuuy bien!
—Deja de gritar, loca. Te van a oír mis padres y todo el edificio si me apuras.
—Vamos, te invito a un helado y me lo cuentas todo.
—Pero...
—Si quieres lo hablamos en tu casa.
—Vale, vale. Déjame al menos que me ponga zapatos.

Salió instantes después de su casa, metiéndose la llave en el bolso. Susana comenzó a interrogarla nada más comenzar a bajar las escaleras, pero (TN) se giró hacia ella y le hizo una exigencia:

—Responderé a tus preguntas, lo prometo, pero primero tienes que decirme cómo te has enterado.
—Por Facebook.
—¿Cómo que por Facebook?
—LeeTeuk te ha etiquetado en una foto superchula. Sales debajo del agua, con unas aletas, unas gafas y un tubo. Detrás de ti se ven peces y todo. ¡Chulísima!
—Lo mato.

—Tampoco es para tanto. No tiene porquéé darse cuenta más gente. Yo es que os tengo a los dos y me he dado cuenta de que salía la misma foto en los dos perfiles, y al mirarla he visto que tú eras la de la foto y él la había subido. Solo he tenido que atar cabos y...

—Lo mato —(TN) sacó su móvil del bolso y buscó en su agenda el número de LeeTeuk.
—Bueno, no ha sido muy hábil por su parte, pero pobre chico, seguro que lo ha hecho con la mejor intención —intercedió por él Susana.
—¿(TN)? —interrogó la voz de él al otro lado de la línea—. Ahora mismo no puedo quedar.
Trabajo, ¿recue...?
—¿Has subido una foto mía a Facebook?

Él se quedó un instante en silencio. Se había dado cuenta de que el tono de ella era de enfado, pero aun así optó por dar una respuesta jovial, por si así conseguía calmarla.

—Sí, ¿la has visto ya? Es espectacular, ¿no crees?
—No, no la he visto. Pero tienes que quitarla ya mismo.
—¿Por qué?
—¿Cómo que por qué? Dijimos que seríamos discretos. No debía enterarse nadie de nuestro trato.
—¿Y se van a enterar por una foto? Venga, (TN), no creo que la gente se ponga a mirar esas cosas y a pensar si estamos juntos o no.
—¿Ah, no? Pues Susana te manda saludos. Se ha pasado a preguntarme si me estoy acostando contigo.
—No me jodas.
—Te jodo.
—Pero eso será porque tú le has dicho algo de que te estabas viendo con alguien y ella estaba al acecho de cualquier pista.
—Tú quita la foto ya mismo.
—Vale, ahora en cuanto termine mi turno.
—¡Ya!
—Que sí, que sí.

(TN), furiosa, colgó el móvil sin despedirse de él. Susana, que no se había perdido detalle de la
conversación, se rió.

—Menuda pelea de enamorados.
—¿Qué enamorados ni qué ocho cuartos? Este muchacho es tonto.
—La foto es muy bonita, que conste. Mira, te la he traído, para que la veas —trasteó su
smartphone durante unos segundos y después le enseñó la pantalla, donde se la veía bajo las aguas transparentes de la playa en la que habían estado días atrás.

(TN) no la miró en detalle, no quería verla, y siguió escaleras abajo, seguida por Susana, a quien
parecía divertirle enormemente la situación. Para cuando llegaron a la heladería, seguía cabreada con LeeTeuk pero parecía más calmada y dispuesta a hablar.

—Entonces, ¿cómo empezó todo? —le preguntó Susana.
—No le puedes contar a nadie lo que te cuente, ¿vale?
—Claro.
—Prométemelo.
—Te lo prometo.
—¿Seguro?
—¡Tía! Eres mi mejor amiga, lo que me cuentes se queda entre tú y yo.
—¿Y Marga?
—¿Qué pasa con ella?
—Estuvisteis saliendo juntas durante varios meses, ¿no? He visto algunas fotos. No quiero que se lo cuentes a ella.

follamigos  Leeteuk y tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora