Pasaron tres semanas sin que volviera a saber nada de su pretendiente a follamigo. LeeTeuk no la llamó ni intentó ponerse en contacto con ella. (TN) ni tan siquiera se guardó su número de teléfono, aunque tampoco lo borró del registro de llamadas de su móvil.
Muchas noches, tumbada en la pequeña cama que había ocupado como adolescente y que ahora se veía obligada a usar de nuevo, pensaba en LeeTeuk y su propuesta. Al principio le había parecido completamente descabellada, pero lo cierto era que cuanto más lo pensaba, más razonable lo veía.
Eran dos adultos sin pareja estable que vivían en una ciudad cuyos habitantes tenían como afición principal el chismorreo, como en todos los pueblo. Si intentaban ligar con cualquier persona de su ciudad o incluso de pueblos de alrededor, el rumor correría como la pólvora y hasta el último mono del pueblo se enteraría en menos de una semana. Por ello (TN) se había ido a una discoteca de una ciudad a casi una hora de distancia y mucho más grande. Estaba segura de que allí nadie la conocería, pero de entre todos los hombres de la disco había tenido que tirarse a un viejo compañero de clase. Y ahora él le venía con aquella propuesta que sonaba a anuncio de prostíbulo de calidad: «le ofrecemos buena compañía y la máxima discreción». Solucionaba buena parte de sus problemas: no tendría que gastarse un dineral en gasolina para conseguir sexo de una noche y podría satisfacer las necesidades que su vibrador y sus manos a veces no llegaban a cubrir.Más de una vez se encontró mirando el teléfono de LeeTeuk en su registro de llamadas y mordiéndose las uñas, pero no llegó a llamarle.
Era ya junio cuando su amiga Susana volvió a la ciudad tras acabar el curso en la universidad y quedaron para tomarse un café. Las dos amigas, que se conocían desde parvulitos, solían hablar por las redes sociales y WhatsApp, pero (TN) no le había contado lo de LeeTeuk ni tenía intención de hacerlo en breve. Su amistad no se había roto tras el instituto pese a que cada una se fue a estudiar a una universidad distinta y dejaron de verse, pero la confianza no era la misma, y menos desde que (TN) sabía por fotos de Facebook que Susana salía con Marga. Aquella puta había intentado quitarle a DongHae y le había hecho la vida imposible durante su último año de instituto. Jamás se lo perdonaría.
No obstante, las reticencias que tenía para hablar de ciertos temas con su amiga Susana no le impidieron sonsacarle información sobre cómo les iba la vida a sus compañeros de colegio, prestando especial atención a LeeTeuk.—Creo que ahora mismo está trabajando con su padre en el restaurante que tenían, el Firol.
Ese que está en la plaza donde los viejos juegan a la petanca por las tardes. Me parece que lo despidieron hace un año de la empresa en la que estaba. Pero ha cambiado bastante, ¿sabes? Lo vi hace unos meses y estaba todo buenorro. También es cierto que hacía unos meses que había roto con su novia y se había puesto super cachas en el gimnasio. Ya no sé si habrá dejado de entrenar después de poner un poco celosa a la ex o qué.Aquella información satisfizo la curiosidad de (TN), al menos por el momento. Sin embargo, siguió sin decidirse hasta el principio de verano. El 21 de junio, al volver de correr, buscó el número en su móvil y, tras dudarlo un instante, lo llamó. Él tardó cuatro tonos en descolgar.
—¿Sí?
—LeeTeuk, soy (TN). ¿Tu oferta sigue en pie?Un largo instante de silencio.
—Sí, claro que sí.
—¿Podríamos... quedar?
—¿Cuándo?
—Ahora.Él pareció dudar un momento pero en seguida preguntó:
—¿Dónde?
—En mi casa.
—Estoy allí en cinco minutos —y colgó.Se retrasó un poco, tardando casi el doble de lo que había previsto, pero cuando (TN) le abrió la puerta de su casa, lo recibió envuelta en una pequeña toalla que apenas llegaba para cubrirle el pecho y el trasero a la vez. El pelo, húmedo, le caía suelto por la espalda.
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follamigos Leeteuk y tn
RomansaTras un encuentro fugaz en una discoteca, un viejo amigo de (TN) le propone que sean follamigos. Ella no está del todo convencida pero acepta la proposición. ¿Qué daño puede hacerle tener encuentros sexuales consentidos con un chico que no está per...