*Esta fue mi primera historia, así que cuidado con el cringe :) *
Bella Hargrove, la chica nueva en el instituto de Hawkins.
Al contrario que su hermano, Billy Hargrove, siempre pasaba desapercibida, igual que su hermanastra Max Mayfield. Pero cier...
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Steve, Max y yo empezamos a preparar lo que íbamos a necesitar para cuando llegaran los demogorgons, o cómo se llamaran. De mientras Lucas y Dustin estaban detrás de un coche hablando, hasta que Steve les llamó la atención.
—¡Eh, caraculos! ¿Por qué las únicas que me ayudan son una desconocida y Bella? ¡Se hará de noche en cuarenta minutos! Venga, espabilad.
Escuche las quejas de los chicos mientras que Max y yo seguíamos preparando el entorno. Incluso echamos gasolina para quemar al monstruo y preparamos un bus viejo para no morir. Digo... Para protegernos.
***
Pronto se hizo de noche. Estábamos todos metidos dentro del bus. Estaba rodeado de placas de hierro, tenía ruedas en el techo y dentro había una escalera, para asomarse por la escotilla.
Lucas estaba subido en el techo, para avisar si algo llegaba. Los demás estábamos dentro. Steve y yo sentados juntos en el suelo, Dustin estaba de pie, dando vueltas por todos lados y Max estaba sentada en uno de los asientos. La chica seguía igual que yo, sin poder creerse lo que estaba pasando y por eso estaba asegurándose de todo.
—Joder, no seas idiota ¿Vale? — dijo Dustin. Los tres que estábamos abajo le miramos. —No era un oso ¿Por qué has venido si no nos crees? Vete a casa.
Max pasó de todo y sin contestar, subió por las escaleras para ir con Lucas. Yo miré a Dustin preguntándole con la mirada que hacía.
—Muy bien. —murmuró Steve. — Demuéstrale que no te importa.
—Auch.—dijo Steve cuando le pegué en el brazo.
—Eso no le va a funcionar.
—¿Cómo que no? Contigo lo ha hecho.—me dijo Steve.
—Ugh. — gruñi, para después levantarme y sentarme en los asientos en los que había estado Max antes, y me quedé mirando hacia fuera. Al quedarme allí me puse a pensar en todo.
Llegar a Hawkins había cambiado mi vida por completo. A pesar de que nos dijeron que veníamos por el trabajo de Neil, yo sabía que era para huir del padre de Max. Pero no sabía las razones, seguro que no había. El padre de ella era mejor que el nuestro. Al menos se preocupaba más y no era abusivo.
—Eh... En qué piensas.— dijo Steve sentándose al lado mio.
—¿No decías que no te importaba? — suspiré y subí mis piernas al asiento para rodearlas con los brazos.
