*Esta fue mi primera historia, así que cuidado con el cringe :) *
Bella Hargrove, la chica nueva en el instituto de Hawkins.
Al contrario que su hermano, Billy Hargrove, siempre pasaba desapercibida, igual que su hermanastra Max Mayfield. Pero cier...
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Después de todo lo que pasó el año pasado, decidí que este tenía que aprovecharlo al máximo. Solo por si mi vida volvía a correr peligro.
El verano de 1985 iba a ser diferente. Como Max pasaba las horas con Lucas, específicamente peleándose o besándose, y Billy había conseguido trabajo como socorrista en la única piscina de Hawkins, me pasaba los días sola. Con mucha suerte, Hopper me ofreció un pequeño trabajo. Tenía que ayudar a Once a aprender las cosas que una niña normal sabía, sobre todo a hablar correctamente, a cambio él me daría una pequeña paga.
En el poco tiempo que llevaba ayudando a Ce, me había cogido mucha confianza, sobre todo después del baile de invierno, también había aprendido muchas cosas. Tenía completa libertad para enseñarle lo que quisiera, siempre y cuando fuera funcional. Mi única regla era no dejarle sola, menos estando Mike.
—Ya puedes irte, se que vas a ver al chaval. — dijo Hopper resignado al entrar a la cabaña.
—¡GRACIAS! — grité antes de salir corriendo hacia mi coche.
Steve había empezado a trabajar en la heladería del nuevo centro comercial de Hawkins, el Starcourt mall. Quería ganar dinero para de alguna manera invertirlo en la universidad. Yo no me tenía que preocupar por eso, ya que mi padre no me dejaba estudiar por el simple hecho de ser mujer. Muchas veces había intentado hacerle entrar en razón, pero era imposible, incluso Billy lo había intentado.
Parecía mentira, pero Billy me pidió disculpas después de la pelea que tuvo con Steve. Eso sí, con la única condición de no decirle nada a mi nuevo novio. No quería aumentarle el ego. También me volvió a prometer que nos iríamos de allí, aunque ya no lo tenía tan claro. Cuando lo planeamos aún no conocía a Steve. No sabía que iba a pasar con él si me iba, aunque él quería irse a la universidad y de todas maneras me iba a quedar sola.
El Starcourt estaba a las afueras de Hawkins, pero era de fácil acceso. Tenía tantas tiendas que aunque me pasara allí las tardes esperando a que Steve terminara su turno, siempre acababa perdiéndome. Sin duda mi tienda favorita era la heladería. No solo porque mi novio trabajara allí y conseguía helado gratis, si no porque mi nueva mejor amiga, Robin Buckley, trabajaba junto a él.
A pesar de que Robin conseguía sacar de quicio a Steve, era muy buena chica, sobre todo conmigo. Le había cogido tanto cariño que incluso le ayudaba a tomarle el pelo a Steve y juntas nos poníamos en contra de él, hasta que el chico ponía cara de cachorrito y me empezaba a sentir mal.
—Sigo sin saber cómo alguien como tú, tan lista, guapa, amable... Sale con alguien como él, que simplemente no se puede describir. — me dijo Robin con cierta cara de asco.
—Todos me decís lo mismo... Steve no es tan malo.— dije mientras miraba como el chico se estresaba y hacía gestos hablando con Erika , la hermana de Lucas.— Bueno, puede que sea un poco extraño.
—Demasiado extraño.
—Y por eso lo quiero.
—Iug, no digas eso. — dijo Robin asqueada.
—Cuando tengas novio y le digas esas cosas, te lo recordaré. — ella me dedicó una mirada reprochadora.
—Hola nenas. — dijo Steve llegando y dándome un beso.
—Me dais asco. Me voy. — dijo la rubia antes de irse.
—Creo que no le caigo muy bien. — suspiró Steve.
—No digas eso. — dije poniendo mis manos en sus mejillas. — tan solo le gusta tomarte el pelo.
—¿Te apetece quedarte a dormir esta noche? —me preguntó Steve. — podríamos usar las piscina un rato.
—Steve... Sabes que mi padre no me va a dejar.
—¿Y si voy yo a tu casa a cenar? Así me presentas a tu padre y le puedo hacer cambiar de opinión con mi preciosa cara.
—¿Estás seguro? Sabes cómo puede llegar a ser. — le advertí.
—Segurísimo.
***
No sé en qué momento pensé que esta cena sería buena idea. Para empezar Billy no hacía más que mirar mal a Steve, y él le ignoraba, Susan sonreía como siempre e intentaba calmar el asunto, Max solo se reía de mis nervios y Neil no hacía más que preguntas estúpidas. Por ejemplo: "¿Steve, de qué trabajan tus padres?" "¿Tu trabajas?"...
—Me gustas, Steve. No arruines las cosas con mi hija. Y ni se te ocurra dejarla embarazada, o tendréis que casaros, aún sois jóvenes para eso. — dijo mi padre.
A Neil solo le gustaba Steve porque su familia tenía dinero. Para él eso era lo más importante, porque pensaba que de alguna manera él también conseguiría dinero. Además su mentalidad era bástate antigua. El embarazo significaba casarse antes de que el bebé naciera ¿Si no que iba a pensar la gente?
Yo pasaba de todo eso, la verdad. Sabía que quería tener hijos en un futuro, a poder ser con una pareja estable, pero no quería casarme. Lo veía más como un método de control que de demostración de amor. Aunque si alguien lo quería hacer no iba a opinar, las bodas me parecían un evento bonito.
Le di las buenas noches a todos y arrastré a Steve a mi habitación.
—¡Ugh lo odio! — grite tirándome a mi cama. — Ojalá no vivir con él.
—Bueno... Siempre podrías venir a mi casa. Mis padres nunca están. — me dijo Steve y puse cara de sorprendida.
—Steve... Somos demasiado jóvenes para vivir juntos, además llevamos pocos meses juntos. — suspiré.
—Por favor, piénsatelo. — me dijo poniendo su mano en mi mejilla y mirándome a los ojos. — se lo mal que estás aquí.
—Lo pensaré. —le di un beso. — Vamos a dormir, estoy reventada.
Nunca había pensado como solución vivir con Steve, menos después de mi plan con Billy, pero ya no sabía qué hacer. Estaba confundida. Era como si tuviera que elegir entre mi novio y mi hermano, y no quería hacer eso. Los quería a los dos demasiado. Aunque Billy me sacara de mis casillas y solo llevara un par de meses con Steve.
En resumen, no sabía qué hacer, lo cual era un gran problema, pero aún tenía todo el verano por delante para decidir.
